La Atlántida es uno de los mitos mundiales más antiguos. La historia sobre una civilización floreciente que vive en una isla "más allá de las columnas de Hércules" fue contada por Platón (427-347 a.C.) en sus diálogos Timeo y Critias. Platón citaba como fuente al historiador Solón, que 200 años antes, había oído hablar en Egipto sobre la destrucción de una isla "al oeste". Platón convirtió el mito de la isla destruida en una parábola sobre una civilización que, cegada por su propio poder y esplendor, desafía a los mismo dioses, por lo que es destruida en un día y una noche, sobre el año 9.500 a.C..
Pero un continente no es tan fácil de destruir. Si tomamos la
hipótesis de que la Atlántida se hundió a causa del incremento
del nivel del mar tras el último periodo glacial, la Atlántida,
en el peor caso, debería haber sido una isla completamente plana
de 7 km de radio para haberse hundido completamente (y aún así
sería fácil de encontrar, porque estaría a pocos centímetros
de la superficie).Según Platón, la isla tenía una superficie
algo inferior a 11.000.000 km2, es decir, más grande
que China o Estados Unidos, y estaba salpicada por montañas. El
Atlántico ha sido bastante bien cartografiado en los últimos
años y no se conoce ninguna isla con estas características, ni
sumergida ni emergida.
Otra hipótesis es que una explosión volcánica destruyó
la Atlántida, pero para ello la erupción debería haber
destruido COMPLETAMENTE la isla, sin dejar rastro, y aún cuando
una explosión destruye una isla se encuentra la caldera de la
explosión y pruebas en el registro sedimentario de los
continentes adyacentes de las tsunamis provocadas por la
explosión, así como restos del polvo y las cenizas en los
sedimentos. No se conoce ninguna erupción que haya destruido
completamente una isla, sin dejar rastro de ella, y mucho menos
un continente del tamaño atribuido a la Atlántida.
También se ha barajado la hipótesis de que la Atlántida
ha sido subducida ("tragada") junto con la placa
oceánica que la contenía bajo una placa continental. Pero la
subducción, como la generación del fondo oceánico, es un
proceso muy lento (2.8 cm al año en el Atlántico), y se produce
a gran profundidad bajo el mar (recordemos las fosas abisales);
además, en el Atlántico no hay subducción salvo en la zona de
las Antillas. ¿Pudo subducir la Atlántida bajo las
Antillas? Bien, a una velocidad de 2.8 cm/año, en 20.000 años
habrían subducido unos 560 m de la isla. De hecho, ni siquiera
esto es exacto, dado que lo más probable es que la Atlántida
estuviese empezando a chocar con el complejo subductivo y
deformarse... a unos 9.000 m de profundidad, donde llevaría
varios millones de años.
Ultimamente se ha postulado que la Atlántida es en realidad la Antártida, que en los últimos diez mil años se desplazó desde el Atlántico Norte hasta su posición actual. Sin embargo las pruebas paleogeográficas muestran que la Antártida lleva unos 250 m.a. alrededor del Polo Sur, los análisis de paleomagnetismo del fondo del Atlántico muestran una apertura paralela a Africa y America desde hace 180 m.a., sin posibilidad de otros movimientos de placas, no se conocen tasas de movimiento de los continentes lo bastante rápidas como para mover la Antártida esa distancia en ese tiempo, no se encuentran muestras de la deformación que debería producirse para asimilar esas tensiones... De hecho si medimos el diámetro de la Antártida y vemos que, como media, es de 5.000 km, es decir, no sólo cabría muy justo en el Atlántico Norte, sino que, al ir bajando a su actual posición... ¡no podría pasar entre Africa y América del Sur! En cualquier mapamundi en el que los continentes no estén deformados, la distancia entre las costas a la altura de Brasil y Liberia es unos 2.500 km, la mitad del diámetro de la Antártida, y 1.300 km menos que el menor diámetro posible.
EL CAMINO DE BIMINI
En la costa de Bimini, en el Caribe, existe una serie de estructuras y restos que han sido interpretados como un camino y columnas pertenecientes a la Atlántida. Sin embargo el "camino" es en realidad una formación natural llamada roca de playa (Selby 1991, Más y Alonso 1992), compuesta de calcarenitas y gravas cementadas, con una matriz (fracción más pequeña) de micrita. La formación de la roca de playa se produce en la zona intermareal de la costa, cuando, bajo determinadas condiciones, un espesor determinado de calcarenitas se cementa; en zonas de Bimini, el incremento del nivel del mar provocó que esta formación quedase bajo las aguas y se erosionase en dos familias de fracturas perpendiculares. La roca de playa puede encontrarse en diversas partes del mundo, y una demostración de su origen natural es que en la costa actual se está formando un nuevo "camino" en el cual se pueden encontrar botellas de cerveza que han quedado atrapadas durante la cementación, mostrando el origen reciente de tales formaciones.
En cuanto a las columnas, dos de ellas se componen de marmol que parece concordante con el que se encuentra en Vermont (USA). El resto han sido identificadas como cemento natural hidratado manufacturado alrededor de 1800. Todas las columnas de cemento presentan el mismo tamaño y forma, y su aspecto es el de barriles. Por lo tanto la hipótesis más probable es que se trate de los restos de un naufragio. Posiblemente un barco que transportaba materiales de construcción naufragó; los barriles de madera se pudrieron dejando expuesto el cemento solidificado y el marmol.