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Aviones stealth.



Felix Ares de Blas DIJO:

> Se me olvidaba. Durante la Segunda Mundial un sistema para despistar a los
> radares enemigos fue el lanzamiento de agujas metálicas y de "papeles de
> plata". No absorbían la señal pero la difundían en todas direcciones.
> (Técnica que usaron los aviones alemanes para cruzan el canal de La
> Mancha). Sirven globos plateados, etc.

 Esto es el chaff. Se sigue utilizando, como última defensa ante un
ataque de misiles, en todas las aeronaves de combate (se intenta
perturbar la guía del misil, normalmente no tan potente como la del
rádar de tierra).

> Otra técnica puede ser lanzar una señal de la misma frecuencia directamente
> a la antena de radar. Al ser una señal demasiado alta puede bloquear los
> receptores.

 Una de las bases de las contramedidas electrónicas (CME) modernas. No
obstante, si un avión stealth tiene que utilizar alguna de estas
medidas, es que todo ha fallado ya.

> Incluso se me ocurre que los aviones Stealth producirán más ovnis, puesto
> que los algoritmos de decisión de los radares tendrán que hacerse más
> sensibles para detectar los indetectables y --por lo tanto-- más ruido será
> considerado señal... Al menos durante un tiempo de adaptación.

 Más que probablemente. Al parecer, entre los operadores de guerra
antiaérea de todo el planeta (USA incluído) se ha desatado lo que
podríamos denominar la "paranoia del avión invisible". Quienes tienen
rádares de alerta temprana como el 1R13 ruso viven más tranquilos, pero
medio mundo anda pensándose que las bandadas de patos son ataques de
bombarderos furtivos...

 Te adjunto unas notas que preparé sobre los aviones stealth. Lo remito
también a la lista:

         PRINCIPIOS BÁSICOS DE FUNCIONAMIENTO DE LOS
                    AVIONES STEALTH
     (conocidos como "aviones invisibles" o "furtivos")

 En primer lugar, hay que decir que los denominados "aviones
invisibles", como es obvio, no son invisibles. Por ello, es más correcto
el uso del término inglés "stealth" o su traducción literal "aviones
furtivos".

 El objeto de un avión furtivo es sencillo: su función consiste en
penetrar las defensas aéreas enemigas sin ser detectado y a partir de
ahí causar tanto daño como pueda o se le haya ordenado. El primer avión
furtivo de producción fue el F-117A, asignado al escuadrón 418 de la
USAF, y le han seguido varias versiones así como el "bombardero
invisible" B-2. El F-117A es un avión táctico (bombardero ligero)
mientras que el B-2 es un bombardero medio.

 Los aviones furtivos están basados en unos principios tecnológicos
relativamente sencillos, aunque su elaboración sea muy compleja y los
procedimientos secretos y extremadamente costosos. Quizás sorprenda
saber que los aviones furtivos son malos, poco eficientes y muy, muy
caros. Pero es cierto: su velocidad rara vez supera los 600 km/h, su
maniobrabilidad es patética y su carga útil es reducida. Y si se
encuentra cara a cara con un caza de combate convencional, y no es
necesario que sea un Su-27/35 o un MiG-29, está perdido.

 No obstante, la utilidad de un avión virtualmente indetectable por los
procedimientos convencionales (rádar e infrarrojos) es evidente, y por
ello los Estados Unidos han realizado un enorme esfuerzo tecnológico y
económico. Que, por cierto, en pocos años puede quedar totalmente
obsoleto. Veámoslo.

 Un avión furtivo está basado en un concepto de desarrollo integral,
donde cada una de las partes del proyecto pretenden obtener el mismo
objetivo, en este caso la furtividad. Así, desde el último tornillo
hasta el entrenamiento del personal de tierra deberá estar orientado a
conseguirlo.

 En la realización tecnológica de la aeronave, este concepto de
desarrollo integral es especialmente crítico, y está básicamente
dirigido a contrarrestar los dos principales métodos de teledetección de
aeronaves: el rádar y la marcación por infrarrojos. Para ello, los
aviones furtivos incorporan las siguientes soluciones tecnológicas:

 - Diseño estructural orientado a la dispersión y autointerferencia de
las señales de rádar que pudieran rebotar en el fuselaje. El aspecto a
"placas planas" que tenía el F-117A original se debía a que no existía
la suficiente potencia de cálculo como para realizarlo con superficies
curvas, más aerodinámicas (el B-2 ya es de superficies curvas). De todos
modos, este tipo de diseño resulta ser de un bajísimo rendimiento
aerodinámico, y por tanto la maniobrabilidad de un avión furtivo es
extremadamente reducida. Según dicen las malas lenguas, además, tiene la
misma tendencia a entrar en pérdida (stall) que una piedra.

 - Utilización de materiales con baja o nula señal rádar allá donde sea
posible (por ejemplo, cerámicas en vez de titanio), y de pinturas
absorbentes de radiación hertziana. Todo esto afecta gravemente a los
cálculos de pesos y estabilidad, y torna el conjunto más frágil.

 - Motores de bajo rendimiento embebidos en el fuselaje y rodeados de
refrigeradores. Estos motores pretenden obtener el máximo rendimiento
energético posible con la mínima pérdida calórica (para dificultar la
labor de los buscadores de infrarrojos). Desgraciadamente (para los
pilotos y usuarios), esto significa motores de muy baja potencia, sin
postcombustión y con unas curvas de potencia muy mediocres. Su velocidad
y carga útil, como consecuencia, quedan muy limitadas. Eso si: consumen
poco.

 - Un avión furtivo, cuando se lanza al ataque, no debe emitir nada.
Toda su sensorización es pasiva obligatoriamente. Por tanto, carece de
emisor de rádar, por ejemplo. Lo que lleva son receptores de rádar y
sensores de infrarrojos de elevada sensibilidad, y unas potentes cámaras
de TV de muy alta definición y largo alcance, utilizables con luz
normal, amplificación de luz e infrarrojos. Al parecer lleva un
telémetro láser, pero posiblemente se trata sólo de un equipo auxiliar
para utilizar en caso de necesidad.

 - El armamento ha de ir embebido en el fuselaje (estaría bueno que
después de gastarse medio billón en un avión furtivo, el enemigo lo
detectara por esas incómodas aletas en la bomba o el misil), y liberado
a través de compuertas de diseño especial, lo que complica las
operaciones de ataque.

 - Sistema de navegación a ciegas, inercial o astroinercial, similar al
de los misiles de crucero no TERCOM.

 - Uso de pinturas de camuflaje, en negro o verde tierra.

 Todo esto proporciona una cantidad razonable de "invisibilidad", que
por supuesto no es total. Por ello, los aviones furtivos han de adoptar
también una serie de patrones operacionales muy esclavos:

 - Las operaciones se realizarán preferiblemente de noche, por supuesto
con las luces apagadas, para dificultar e impedir la
detección/localización visual y la adquisición electro-óptica.

 - Todo el vuelo se ha de realizar a cotas muy bajas, inferiores a los
500 metros. Un avión furtivo a 3.700 metros de altitud es una sombra
perfecta en un rádar de comparación térmica.

 - Todo el vuelo se realizará en silencio total de radio, al menos en
emisión, y posiblemente también en recepción (existen métodos para
localizar un receptor).

 - El piloto deberá culebrear ("sneak") por entre los rádares de defensa
aérea del enemigo. No es razonable, por mucho avión invisible que se
lleve, volar directamente hacia un rádar Doppler a menos que vayas a
tirarle un misil en cuanto el sensor lo capte.

 - El piloto deberá evitar cuidadosamente las rutas de patrulla de los
cazas enemigos. Si un vetusto MiG-21 nos llega a ver, ya podemos estar
seguros de que pronto nos volveremos muy visibles... bajo la forma de
una bola de fuego. Los aviones furtivos ni siquiera llevan armamento
aire-aire; se da por sentado que el piloto enemigo sólo tendrá que
situarse detrás nuestro (no podremos evitarlo maniobrando, dada nuestra
escasa maniobrabilidad), encender sus luces de aterrizaje para vernos
bien y darle gusto al gatillo del cañón ametrallador de 23 mm.

 - Si por una puñetera casualidad hay una patrulla de cazas a pocos
kilómetros del lugar donde hemos atacado, aplíquese el punto anterior.

 - Un alcance, siquiera menor, probablemente hará saltar unos cuantos
paneles y provocará pequeños incendios. La furtividad se verá entonces
seriamente reducida.

 - Las contramedidas electrónicas activas (desde bengalas y chaff hasta
perturbadores ALQ) sólo se emplearán en caso de máxima emergencia, dado
que todas estas contramedidas proporcionan al enemigo una excelente
señal de que estamos allí.

 El coste de producción y mantenimiento de los aviones furtivos es, como
se comprenderá, elevadísimo. La calidad total del mantenimiento es
especialmente crítica, lo que podría ser un problema en una guerra que
se alargase mínimamente. Y comienza a haber sensores capaces de
detectarlos, como el 1R13 ruso.

 Reenvío este mensaje también a la lista dado que me da la impresión de
que en un lugar donde hay gente interesada en los OVNIs -a favor o en
contra- todo conocimiento sobre tecnología aeronáutica y métodos
operacionales será bienvenido.

 Saludotes,

 Toni

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Toni Cantó                      
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