Esfinter

["Ernesto" <u199873203@...>]

Un albergue en Llanes (Asturias). Verano del 92.  Un señor se ofreció a
iniciarnos a varios chicos y a mí en la meditación trascendental. Había
dado una conferencia antes de que yo -pobre de mí- llegara al lugar, sobre
sus experiencias paranormales; algunas de las cuales consistían en
establecer comunicación con duendes, elfos y gnomos que, en serio,
existían, pero en otros planos de realidad. Los chicos le habían pedido que
les proporcionara alguna de esas experiencias. 

Una de las propuestas fue realizar un viaje astral, pero algunos tuvieron
miedo "de no poder volver". Otras fueron la materialización de objetos o la
telequinesia, pero esto sería complicado. Quedamos en intentar una especie
ensoñación en la que cada uno fuera perfectamente consciente y, además,
tuviera el control absoluto de todo lo que ocurriera en el sueño y la
capacidad de transformarlo. Animados por la idea -yo, por aquel entonces,
la consideraba posible, aunque poco probable- nos preparamos. 

Pero el "profesor" decidió que antes deberíamos aprender a "meditar". De
modo que nos lanzamos a la meditación. Desafortunadamente, algunos tenían
problemas con la postura, y el "maestro" optó por enseñarnos primero a
respirar correctamente. Queríamos una experiencia paranormal y terminamos
dando clases de respiración. Además, el "experto" insistía en que
llenáramos de aire el vientre primero, después el estómago y, finalmente,
la zona de la clavícula. Yo sabía que aquello era fisiológicamente
imposible, pues lo único que podemos llenar de aire en la inspiración son
los pulmones. Pero usar los pulmones estaba prohibido. Es, según el
"sabio", un grave error que comete la mayor parte de la gente sin darse
cuenta y constantemente. (Paciencia, lo del esfínter viene después)

Al día siguiente practicamos el kundalini, un ritual interior previo a la
meditación, que servía para recargar los siete chakras de "energía". Los
chakras son puntos energéticos que todo el mundo tiene en su cuerpo, y
cuando alguno de ellos se atasca, impidiendo a la "energía" fluir
libremente, surgen problemas psicológicos y enfermedades. De vez en cuando
conviene desatascarlos y engrasarlos. Por otra parte, los chakras se ven
influidos en el momento de nuestro nacimiento por la posición de los
astros, etc., etc. 

El kundalini consistía fundamentalmente en pasar horas sentado con la
espalda recta y las piernas cruzadas, imaginando nuestra "energía" fluir
ordenadamente por los siete puntos energéticos, mientras utilizábamos
nuestros recientes y utilísimos conocimientos de respiración.  

La más importante regla para la meditación es la prohibición del "diálogo
interior" Debemos procurar mantener en todo momento la mente en blanco e
impedir la producción de cualquier pensamiento, por insignificante que sea.
Si, por desgracia, empezamos a "oír" nuestros pensamientos mientras
meditamos, deberemos volver a empezar desde el principio a causa de la
fatal distracción. Siempre la mente en blanco. Prohibido pensar.

De una cosa había que tener un cuidado extremo: de cerrar bien el culo -sí,
sí, el culo, el esfínter- (aclaró) al inspirar, pues de lo contrario,
perderíamos "energía". -Es cierto, -nos decía el "brujo" sonriente, aunque
completamente en serio -realmente no nos damos cuenta, pero perdemos mucha
energía por el culo-. La causa se encuentra en uno de los chakras,
relacionado entre otras cosas con la sexualidad, y localizado en las
proximidades del citado orificio. Uno de los participantes -nada escéptico,
por cierto- cayó al suelo, tronchado de risa, y continuó retorciéndose
hecho un ovillo, con la cara roja de vergüenza, pero sin poder contenerse.
El "santón" no se ofendió en absoluto, como temí en un primer momento.
Acabábamos de hacer un ensayo de kundalini y, según nos dijo, "es natural
sentirse uno así de eufórico, una vez cargado de energía. Os sentiréis más
alegres, y con ganas de reír". 

Actualmente se gana la vida dando cursos de chamanismo y terapia gestalt en
Entrevías (Madrid). Lo de la terapia gestalt está muy bien, porque los
chicos tocan a las chicas, y viceversa.

Este hombre suele pasar, según nos contó, noches e incluso días enteros
meditando. Imagino que tendrá el esfínter hipertrofiado a estas alturas. En
cuanto al cerebro... mente en blanco durante horas... inspira (cierra el
esfínter), espira (abre el esfínter)... El control del propio cuerpo que
llega a alcanzar esta gente es increíble.

Ernesto J. Carmena


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