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[escepticos] FAQ: ¿Por qué tendemos a engañarnos?



Querido Santi y demás colisteros:

Propongo que el FAQ diga algo para:

1º Dar moral a los crédulos y demás comulgantes con ruedas de molino

2º Dar una prueba más de que el escepticismo debe considerarse de interés
público.

La idea está tomada del último libro de Francis Crick (como se sabe, de la
sociedad Watson&Crick: por favor, de nuevo, que suene "Pompa y
Circunstancias", y a ser posible, la Marcha número 5 )(1),
que se llama algo así como "La búsqueda ciéntifica del alma" ( por cierto,
¿cómo se atreve ese pedazo de ateo a buscar el alma, aunque sea
"científicamente"? ).
Dice Crick que nuestro cerebro evolucionó cuando éramos
cazadores-recolectores, y que por lo tanto el que con dicho órgano seamos
capaces hoy día de comprender la complejidad y abstracción propias de la
ciencia moderna, es un mero accidente, ya que de poco nos servía esta
habilidad para dejar descendientes en la época en que nuestro cerebro
alcanzaba su forma actual.
Como toda cara tiene su cruz, este órgano tan complejo y capaz como es
nuestro cerebro, nos proporciona un instrumento inapreciable para poner en
marcha la ilimitada capacidad que tenemos para engañarnos a nosotros
mismos. Y añade Crick, más o menos, que sin una cierta disciplina, como
proporcionan la ciencia y el escepticismo, es muy dudoso que el género
humano hubiese sido capaz de progresar culturalmente.
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(1) En Gran Bretaña existe una ley no escrita, una tradición que dice que
todo director de orquesta británico, independientemente de sus méritos,
será nombrado caballero al cumplir los cincuenta años. 
Como la monarquía británica es la que confiere estos honores y como los más
grandes "súbditos de su Graciosa Majestad y suegra de Lady Di", de estos
últimos dos siglos - Maxwell, Faraday, Darwin, Dirac, Crick -, como bien
dice Sagan en su último libro, se quedaron sin título, con serio agravio
comparativo respecto de las batutas británicas, qué mejor que hacer sonar
una marcha tan ligada a la monarquía británica, y a ser posible dirigida
por algún Sir, cada vez que escribamos el nombre de los plebeyos
científicos que tanta gloria han dado a tan impresentable monarquía.
Saludos
Fernando
Salobreña ( Granada )