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[escepticos] Whiteman y Sousa




De: Francisco Mercader Rubio <mercader en ctv.es>
Asunto: [escepticos] Jazz y palabras
Fecha: sábado 20 de septiembre de 1997 1:12

[X] Paul Whiteman y John Philip Sousa eran músicos no historiadores ni
filólogos. Su opinión en este tema vale tanto como la de los notarios sobre
las caras de Bélmez.

[Francisco]
Hombre, ya sé que Whiteman sólo era un pobre director de orquesta y 
Sousa un burdo constructor de extrañas tubas serpentiformes...pero tenían 
una pequeña ventaja sobre tus musicólogos: Ellos estaban  en el lugar  y en
el momento oportunos. 
******************

El extraordinario talento del tejano Paul Whiteman (1890-1967) como
"popular bandleader" excede con mucho la imagen habitual que sobre él nos
ha sido transmitida por las habituales narraciones poéticas sobre la
historia del Jazz. Si tienes oportunidad, te recomiendo que visites la
Whiteman Collection en el Williams College en Williamstown, Massachusetts
donde podrás consultar los más de 3.000 arreglos que realizó, sus numerosas
grabaciones y la documentación que demuestra su enorme olfato comercial.
A los 17 años, Whiteman ingresó como viola de la orquesta sinfónica de
Denver, su ciudad natal, y siete años después en la de San Francisco.
Durante la I Guerra Mundial se hizo famoso como compositor de música ligera
gracias a sus marchas militares, sus canciones sentimentales y
especialmente sus piezas de baile que fueron uno de los puentes entre el
declinante ragtime y el emergente jazz. En 1918 creó su primer grupo
musical de baile que debutó en Nueva York en 1920, donde grabó *Whispering
and Japanese Sandman* del que se vendieron un millón de copias y le
convirtió en el músico de Jazz más influyente de la década de los 20.
En 1926 publicó *Jazz*, un divertido libro de autobombo en coautoría con el
periodista M. McBride (posiblemente el autor real del libro) que,
evidentemente no admite otra lectura que la de ser una obra promocional de
la música de Whiteman justo en el momento en que acababa de arriesgar mucho
dinero alquilando el Aeolian Hall para los conciertos denominados *An
Experiment in Modern Music* y preparaba su gran gira por Europa
Continental.

Vid. C. Johnson: *Paul Whiteman: a Chronolgy*, Williamstown: 1977 y T. A.
DeLong: *Pops: Paul Whiteman, the King of Jazz*, Piscataway: 1983.

*****
John Philip Sousa (1854-1932), además de gallego, fue la más importante
figura de la música americana para banda y el único competidor real que
tuvo Johann Strauss. Su obra más conocida es la magnífica marcha *The Stars
and Stripes Forever!* que a menudo es confundida por los periodistas con el
Himno Americano. Sus marchas son, evidentemente, una de las fuentes del
ragtime (también de nuestro "racial" pasodoble) y a él se debe la difusión
del ragtime en Europa en sus giras de 1900, 1901, 1903 y 1905) que tanta
influencia tuvo en los compositores del entorno parisino en los años
anteriores a la Gran Guerra, por ejemplo el *Gollinwogg's Cake-walk* (1908)
de Debussy.
Sousa no escribió ningún libro de memorias pero prodigó entrevistas en las
que daba rienda suelta a su imaginación y en las que no se cortaba un pelo
al ponerse como perejil de todas las salsas posibles. Los "recuerdos" de
Sousa sobre el nacimiento del jazz, a los que se refiere Mercader, deben
estar tomados de alguna de esas entrevistas.

Vid. P. E. Bierley: *Jon Philip Sousa, American Phenomenon*, New York:
1973: J. Newsom (ed.): *Perspectives on Johm Philip Sousa*. Washington:
1983

El caso es que es muy improbable que Sousa o Whiteman hayan sido testigos
de los hechos que afirman haber visto. Otra cuestión es que, evidente, su
imagen pública se pudiera beneficiar de su presunto protagonismo en la
protohistoria de un género musical que les garantizaba importantes
ingresos.

Xoán M. Carreira