Con algo de retraso, agradezco los
mensajes en relación a esta cuestión y aprovecho para referirme a
las preguntas de Iosu del 2 de
junio:
------------------ [Iosu]:
> He leído a varios que achacan el ruido
meteórico a una emisión electromagnética.
> Pregunto....¿ por qué no
escuchamos un ruido de fondo constante debido a todas las emisiones
electromagneticas que nos rodean ?...
> ¿no sería fácil probar
esta hipótesis experimentando en laboratorio con distintas frecuencias
?
> Si el meteoro emite en multitud de
frecuencias.....¿no sería captado por los televisores y radios de
la zona provocando sonido real?
> ¿ no será el motivo de que
pueda ser escuchado por personas que no lo vean ?
> ¿ el hecho de que un testigo lo
escuche no dependerá de la existencia de un receptor cercano
?
-------------------------------------------
[Manuel]:
En efecto, si se
admite que los testimonios de quienes han escuchado algún tipo de ruido
"simultáneo" con el meteoro son fiables, la única
posibilidad es que entre en juego propagación de radiación
electromagnética, pues las ondas sonoras se propagan mucho más
lentamente.
Como todos sabemos por
experiencia, el oido es sensible a las ondas sonoras, no a las ondas
electromagnéticas. No podemos escuchar las emisoras de radio a pelo, sino
que debemos utilizar un aparato receptor y recurrir a un altavoz o un
auricular.
Ahora bien, se ha
comprobado que algunos sujetos expuestos a impulsos de microondas de muy baja
potencia son capaces de percibir "sonidos", cuyas
características dependen de la duración de cada uno de los
impulsos y de la frecuencia de repetición de los mismos. En otras
palabras, algunas personas son capaces de "oir", por ejemplo, ciertas
emisiones de ondas de radar.
La
explicación comúnmente aceptada para este efecto es que la
energía de los impulsos de microondas induce una onda de presión
termoelástica en el tejido cerebral que, transmitida a través de
los huesos, repercute en los receptores del oído interno. Simplificando
mucho, en última instancia todo se derivaría de un efecto de
calentamiento "modulado" causado por las microondas, dando lugar a una
minúscula vibración de la masa cerebral que, a su vez,
sería percibida internamente (no a través de ondas sonoras en el
aire) por sujetos particularmente sensibles.
¿Es
ésta la explicación de los presuntos sonidos
"simultáneos" con los meteoros?
Lo desconozco.
Como señalaba uno de los textos citado por Victor R. Ruíz:
"Hasta la fecha no existe una explicación aceptada para los
"ruidos meteóricos" "
Creo que
también se ha barajado algún posible efecto de ondas
electromagnéticas de muy baja frecuencia, que causarían (no
sé exactamente cómo) vibraciones en objetos próximos al
observador (¿el modelo de "resonancia magnética"
mencionado por César Sirvent?). En ese caso, el mecanismo involucrado ya
no tendría nada que ver con el que acabo de comentar de los impulsos de
microondas (las microondas tienen frecuencias altas, del orden de
Gigahertzios).
Sobre la posibilidad de que estos sonidos meteóricos
"simultáneos" tengan relación con la presencia de
algún receptor de radio o televisión próximo al testigo,
puede descartarse por diversas razones. Quizás la más contundente
es que el interés por este fenómeno se remonta como mínimo
al siglo XVIII...
Pedro J. Hernández
escribió el 1 de junio:
---------------------------------------[Pedro J.]:
>(... ) en los rayos se puede producir una fuga de cargas en los
objetos que rodean
>al observador inducidos por la descarga (en casos cercanos) y que producen >un ruido que se adelanta al trueno (...) ----------------------------------------------------------
[Manuel]: Yo diría que este
mecanismo no tiene ninguna relación con el causante de los sonidos
meteóricos "simultáneos". Pero ya que hablamos de rayos,
¿no podrían además estar acompañados de efectos
auditivos similares a los que discutimos aquí para los
meteoros?
( De todos modos, en el
caso de los rayos, los testimonios -y posiblemente los fenómenos en
juego- estarían más diversificados, pues tengo entendido que
también hay casos de percepción de leves sonidos inmediatamente
ANTES de la observación del rayo, atribuidos a descargas precediendo al
rayo.)
Un saludo,
Manuel Borraz
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