[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]

[escepticos] Sobre Falange Española.



Javier Susaeta escribió:

>  Hay algún otro indicio que me viene a la cabeza: Falange Española que,
para
> quien no lo sepa, fue un partido español, de carácter semifascista, que
> floreció en los turbulentos años 30 de una España terrible; ese partido,
> como otros "de su corte" estimulaba el trato franco entre sus miembros
--que
> estaban prácticamente obligados a tratarse de tú entre ellos-- y en
cuanto a
> diplomacia --o a dialéctica, para ser más precisos-- su fundador proponía
> "la de los puños y las pistolas".
> 
> Saludos
> 
> Javier

La camaradería entre los falangistas siempre ha sido una de sus divisas,
más allá de la "cortesía burguesa" se propicia un contacto más "primitivo",
más cercano a una república de hombres libres e "iguales". José Antonio
Primo de Rivera no proponía como única dialéctica "la de los puños y las
pistolas", era la segunda dialéctica, después de la habitual, la del
diálogo. Lógicamente los tiempos en los años 30, donde no sólo los
falangistas se reservaban el derecho a hacer uso de los puños y las
pistolas, son distintos a los de ahora, en los que, por otro lado, existen
todavía muchos primates sub-humanos partidarios de la esa dialéctica. Lo
peor de todo es que la debilidad del Estado les ha permitido hacer uso de
esa dialéctica: en una política de hechos consumados hay que ser más duro y
responder con igual fuerza, más allá de la mojigatería de los "derechos
humanos" y del vacuo discurso "antiviolencia". Por muchos soñadores y
pacifistas que haya por el mundo parece que algunos se siguen pasando esas
buenas palabras por donde les parece; y no hay peor cosa que darle a uno de
estos el estatus de humano, porque se lo cree. ¿Sentaríamos en una mesa a
dialogar al primate que mató al seguidor de la Real Sociedad? Yo no le
daría esa suprema ventaja.
Reducir a Falange Española a "la dialéctica de los puños y las pistolas"
parece excesivo. No, no lo parece, lo es. Aunque ahora nos pueda parecer su
ideario en muchos puntos erróneo (a mí me lo parece al margen de mi
admiración por la figura de Primo de Rivera, y esto lo digo aquí, donde
participan personas inteligentes y dialogantes, cosa que no se puede decir
en otros lugares, porque la libertad de opinión es, en el mundo real, papel
mojado), hay que ser lo suficientemente generoso para reconocerle a José
Antonio un discurso social válido aún hoy en día, al margen de su ferviente
catolicismo y discurso patriotero providencialista, al margen de que
tampoco me importa reconocer mi sentimiento de pertenecer a una nación
llamada España, "por encima" de la región en la que nací y vivo, y sentirlo
como mi segunda piel, no como quien lleva una camisa para presumir (azul o
de otro color). Soy así de raro. Parece que el único que no le ha dado
vergüenza reconocerlo fue en una ocasión Julio Anguita, un político
bastante más transversal y menos dogmático de lo que parece. Quizá por eso
asuste tanto a nuestros líderes de opinión
liberal-coñazo-componendas-mediocridades-mediáticas, y traten de
caricaturizarlo antes que ponerse a su altura.

Saludos libertarios.
Ricardo Campo.