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[escepticos] "Misiles-ovni" que atacan aviones.



Para los que me lo han pedido, entresaco los puntos más interesantes de un trabajo publicado en "Enigmas" (mayo 1996) sobre los "supuestos acercamietos" de misiles a aviones, cuando el fenómeno se está produciendo a cientos de kilómetros, referido al caso de 5 de marzo de 1979, observado desde todo el Archipiélago Canario simultáneamente en la misma dirección. Me gustaría tener escáner para mandaros un par de fotos, son espectaculares. Viene esto a cuenta de unos mensajes cruzados con Víctor Ruiz en los que mencionaba el encuentro de un ovni con un avión que había sido explicado erróneamente como la observación del lanzamiento de un misil. Sin duda no se refería a este caso.

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(...) Los que han defendido que lo observado aquel anochecer en Canarias fue un genuino ovni (sea esto lo que sea, ¿quizá una nave extraterrestre?) se han basado exclusivamente en ciertos testimonios anómalos comparados con la inmensa mayoría, sobrevalorando, como suele ser habitual, aquellos que parecen aumentar la extrañeza. Las dudas surgen en lo referente a los supuestos cambios de dirección del objeto luminoso en algún momento de su trayectoria; incluso algún testigo llegó a interpretar que en un momento dado "se quedó quieto en el aire". ¿Fueron reales o más bien un simple efecto de perspectiva o de interpretación personal de un fenómeno extrañísimo para estos testigos? El punto más dudoso del informe desclasificado por el Ejercito del Aire español es el 8.3, en la página 177, y los diferentes apartados que lo integran: determinación de distancias, cambios de trayectoria, etc. Para el primer aspecto utiliza el método "por triangulación" y otro "matemático" para calcular la distancia a la que se encontraba la nube. La dificultad de este método, que se transforma en imprecisión en este caso, como comentó Manuel Borraz, es que si las medidas de los ángulos no son muy precisas, puede haber grandes errores en la determinación de estas distancias y más si son tan grandes. En cuanto al método matemático, continua el ingeniero catalán, "parte de una suposición que sabemos que es errónea casi con seguridad: que la nube irisada fuera circular (anillo) y estuviera en un plano horizontal (en realidad debía parecerse más a una espiral)". Por lo que respecta a los "cambios de trayectoria" que apuntaron diversos testigos y que el Juez recoge en su descripción-resumen, no es suficiente en mi opinión para establecer este dato incuestionablemente. Si bien muchos hablaron en este sentido, otros negaron esta posibilidad rotundamente, como Ildefonso Altamirano y Gilberto Naranjo desde Izaña, en Tenerife. No me cansaré de repetir que el testimonio humano, más tratándose de un episodio nocturno y luminoso como este, espectacular y sorprendente, que hizo que muchos canarios se pusieran a rezar amedrentados, que algunas mujeres se desmayaran y se agudizaran crisis nerviosas, debe ser tomado con gran cautela, en particular cuando las ya citadas autoridades ofrecieron su seguro veredicto respecto a su naturaleza.
(Me refiero a un parágrafo anterior de mi trabajo, en el que cito la opinión de Claude Poher, de la División de Cohetes Sonda del CNES (la NASA francesa), el doctor King-Hele, experto en satélites artificiales del Ministerio de Defensa Británico, además de varios ufólogos nacionales e internacionales que no cojeaban del mismo pie que mucho magufólogos locales, y que no tuvieron ninguna duda sobre su naturaleza artificial).

Partiendo de la evidencia de que lo observado era un misil o prueba espacial con otro tipo de cohetes, se pueden detectar algunas imprecisiones en la descripción que el Juez hace del caso. En la página 182 del informe señala que, en el momento de la gran expansión de la estela luminosa, "...el objeto cambia su trayectoria, volando durante breves segundos horizontalmente hacia la izquierda de los observadores; luego cambia de nuevo su rumbo en trayectoria parabólica y a velocidad vertiginosa se pierde en el cielo ocultándose de la vista de la mayor parte de observadores". Como es lógico, el Juez informador otorgó excesiva credibilidad a algunos testimonios que opinaron en este sentido, tratándose únicamente de una errónea impresión (recordemos que se trató de un gigantesco espectáculo luminoso situado a centenares de kilómetros al oeste de las islas y observado simultáneamente desde todas ellas). A otros, en cambio, los valoró en su justa medida, como la siguiente declaración, número 4 del apartado titulado "Otros" en el expediente desclasificado: "Tendría unos 20 metros de longitud y volaría a unos 2.000 metros de altura". El Juez escribe: "Por sus escasos conocimientos técnicos aeronáuticos y falta de costumbre, se estima que sus apreciaciones en lo que se refiere a dimensión y altura de vuelo del objeto, deben tomarse con reserva". Añado que incluso las de los profesionales del aire deben ser tomadas con precaución ya que las características del fenómeno, como en otros casos similares, eran tan inhabituales y sorprendentes que se vuelven muy imprecisas: el expediente oficial desclasificado incluye la transcripción de las conversaciones de las sorprendidas tripulaciones de aviones en vuelo cercanos a Canarias y el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Gran Canaria, en el aeropuerto de Gando. Sería muy tedioso analizar todas estas declaraciones teniendo presente la real naturaleza de lo observado; por ello me centraré en una de las más significativas, que ha sido empleada en diversas ocasiones para añadir algo de misterio gratuito y sin base al caso.

 Aquel atardecer Eufronio García Monforte pilotaba un aerotaxi Piper PA-31 en el vuelo Naysa 0-2. En el curso de una entrevista personal que mantuve con este piloto en diciembre de 1992 cumplimentó un cuestionario especializado en el que aseguró que "De frente se veía como un duro gris, cuando estuvo a 4 kilómetros pudimos observar ventanas con luz blanca en la parte superior, cuando inició el descenso pudimos ver su forma redonda con un diámetro de unos 250 metros. No vimos escapes que pudieran soltar algún tipo de propulsión". "El objeto era una máquina increíble que por la forma de comportarse todavía el hombre no lo creo capaz de hacerla". El Naysa 02 afirmó que a las 20,08 "despegó verticalmente a una gran velocidad y nos pegó una pasada, y esto como a 15 millas a las dos de nuestra posición", cuando al mismo tiempo desde La Palma, la más occidental del archipiélago, podían contemplarlo al oeste, precisamente a las dos, igual que el aerotaxi, que había despegado desde Gando y sobrevolaba en esos momentos el sur de Gran Canaria. Por tanto Monforte estaba viendo el mismo fenómeno que el resto de Canarias, el la misma dirección y a la misma hora. Como es lógico este acercamiento al aerotaxi fue sólo aparente, producto de un testimonio muy subjetivo y anómalo, en un intento de aprehender el misterio que tenía delante; de haberse acercado, tratándose de un objeto con consistencia física, como parece dar a entender el testimonio de los pilotos, habría sido probablemente detectado por el radar militar del EVA-8, y ya ha quedado reseñado que no fue detectada traza anormal alguna. Este piloto llegó a asegurar que lo había detectado por radar (?), aunque como es lógico el ACC de Las Palmas negó la detección en sus pantallas, después de ser preguntado por García Monforte. Quiero dejar constancia, por lo que respecta al testimonio de estos pilotos, de su total profesionalidad. En ningún momento ésta ha sido puesta en duda; sólo he hecho constar una interpretación errónea de un fenómeno extraño para ellos. (*)

(*) Estos errores de apreciación son típicos en los testigos que desconocen la verdadera naturaleza de lo que están observando. Se han producido también en la observación de bólidos, como por ejemplo el observado el 6 de junio de 1983 en buena parte de la zona mediterránea: cuando el bólido penetró en la atmósfera a una altura de entre 95 y 120 km., algunos testigos lo situaron volando a unos ¡500 u 800 metros de altura! En: Avistamiento aeronáutico múltiple. Vicente-Juan Ballester Olmos. Karma.7, nº 266, enero 1995.

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El mito del 5/3/79 sigue vivo, transformado en "el OVNI de Canarias" por antonomasia. Todo un símbolo de la ufología española, ¿no creen?
En otro mensaje mando unos fragmentos de un artículo de James Oberg, experto norteamericano en armamento soviético y astronáutica, además de ufólogo escéptico, sobre algunos de los casos más famosos ocurridos en la extinta Unión Soviética, también provocados por lanzamientos de misiles.
Saludos.
Ricardo Campo.