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[escepticos] presentacion de nuevo miembro




	Hola, estoy revisando el correo atrasado (tengo mucho) y me
he encontrado con esto... 

	Santi


> From: "Ruben Soto Rivera" <caeros en coqui.net>
> Date: Thu, 23 Sep 1999 21:37:48 -0500
> Subject: FAQ_de_escepticos: Arcesilao, skeptikos
> To: arteaga en cs.umd.edu

   Soy Rubén Soto Rivera, puertorriqueño egresado con maestría del
Departamento de Filosofía de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río
Piedras y profesor del Colegio Universitario de Humacao (Universidad de
Puerto Rico). Mi tesis se titula: Lo Uno y la Díada Indefinida en Plotino.
Sus antecedentes desde Platón hasta Numenio de Apamea (aprobada con
sobresaliente). En la revista Nómada (04, mayo 1999, pp. 48-50) publiqué un
brevísimo resumen de dicha tesis. Soy doctorando de Estudios Hispánicos, con
concentración en literatura castellana medieval, renacentista y barroca. El
tema de tesis doctoral es la temporalidad tempestiva en la obra literaria de
Baltasar Gracián. Mi primer conato de libro fue: Consideraciones tempestivas
acerca de la Celestina y de La Hora de todos y la Fortuna con seso (Río
Piedras, 1995), el cual por evidentes fallas editoriales y de estilo he
revisado y ampliado, sin todavía darlo, así rehecho, a la luz pública. Gané
el premio de crítica literaria de la Academia Puertorriqueña de la Lengua
Española, con un ensayo titulado: "Otras fuentes del Soneto XI de Garcilaso
de la Vega" (Boletín de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española,
1996, pp. 101-125. Mi artículo, "Celestina, la de la cuchillada" ya salió en
Exégesis (año XI, núm. 33 [1998] pp. 48-52) y en la Revista de Estudios
Hispánicos (año XXIV, núm. 2 [1995] pp. 15-35). En la primera hay una
versión corta; en la segunda, la extensa. Recomiendo que se baje la corta
por Internet (http://cuhwww.upr.clu.edu/exegesis/33/soto.html). He sido
galardonado otra vez con el premio de crítica literaria de la misma
academia, por mi ensayo: "Con (la) Ocasión de Cervantes". En mi libro
Arcesilao, filósofo kairológico (Bayamón, 1997), he presentado por vez
primera a un filósofo platónico quien dijo: "Lo más importante y propio de
la filosofía es conocer el momento oportuno (kairós) de cada cosa" (DL,
4.43). Ese filósofo fue el séptimo jerarca de la Academia de Platón:
Arcesilao de Pitane. El Prof. Pablo Maysonet Marrero reseñó ese libro mío en
el boletín "Artes Liberales. Universidad Interamericana - Recinto
Metropolitano - Departamento de Artes Liberales" (núm. 11 [8 de marzo de
1999] p. 2). Tanto los doctores en filosofía: Manfred Kerkhoff, Walter
Murray Cestero, como Carlos Rojas Osorio reseñaron mi Arcesilao, filósofo
kairológico, pero sus respectivas reseñas aún no se han publicado. En la
Bibliographie de la Philosophie, vol. 44, no. 3-4 [1997] # 1250 hay una
reseña del mismo. En la revista O'Clip. Cuardernos del Seminario Federico de
Onís (año VIII,  núm. 8 [1998] pp. 21-30), publiqué "Fuentes clásicas de la
anécdota contada por Juan Manuel en el 'Prólogo' a su Obra completa", en el
cual artículo documento la presencia de la figura de Arcesilao en ese autor
medieval castellano. Además en la revista colombiana Estudios de Filosofía
(12 [agosto de 1995] pp. 31-45) hay un artículo kairológico mío:
"Kairogénesis socrátrica", del cual recomiendo su lectura para documentar
algunos antecedentes socráticos de mi kairológico Arcesilao. Acabo de
publicar los Ensayos de filosofía arcesiliana. El catedrático Evanghélos
Moutsopoulos, rector honorario de la Universidad de Atenas, ha traducido un
abstract de ese libro al griego moderno para aparecer próximamente en
Philosophia. Revista de la Academia de Atenas (t. 30, 2000). Ya está
publicado mi otro libro de filosofía: De Parménides a Demonacte. Hilos de
una urdimbre textual para una nueva historia de la filosofía. 
 
   Arcesilao, filósofo kairológico (Bayamón, 1997) es el segundo libro del
Prof. Rubén Soto Rivera. Dicho libro descubre por vez primera, en el ámbito
de la kairología, que Arcesilao, fundador del período escéptico de la
Academia platónica, es el autor de la más antigua definición kairológica de
la filosofía, de la que tengamos hasta ahora noticia. Aquél dijo: "Lo propio
y más importante de la filosofía es conocer la ocasión (gr. kairós) de cada
cosa en particular." Resumamos brevísimamente cada capítulo.
   El primer capítulo, "La sepia Arcesilao", convierte el vituperio dirigido
contra Arcesilao en su mayor elogio. La comparación con un molusco como la
sepia o el pulpo, la cual algunos opositores suyos hicieron de ese filósofo,
permitió que R. Soto Rivera tematizara la ética arcesiliana como una ética
situacionista. A partir de algunos testimonios zoológicos grecorromanos
acerca de los cefalopodos hasta la épica clásica, el autor recrea la ética
arcesiliana como una ética "ocasionalista", antes que una ética
"oportunista". El capítulo segundo, "Arcesilao, Apeles, Arídices:
deipnosofistas del Kairós", esboza la praxis arcesiliana de la filosofía
platónica, la cual queda subsumida bajo el concepto guía de sunétheia
("trato" o "costumbre"). La noción pitagórico-estoica de la amistad será el
principio de su filosofía. El platonismo de Arcesilao será una filosofía
bastante atractiva tanto para artistas y como para psicólogos. El capítulo
tercero, "Lacides, otro discípulo de Arcesilao", refuerza las nociones
anteriores y añade que Lacides, como filósofo arcesiliano, conoce cuál es el
momento oportuno (kairós) para estudiar geometría. El maestro de Lacides
enseñaba dos estilos de filosofía: 1) exotérica para los principiantes y
curiosos; 2) esotérica para los discípulos avanzados tanto en la dialéctica
como en edad. El capítulo cuatro, "La sunétheia en Arcesilao", documenta que
el platonismo de la Academia Media se funda en el "trato familiar", "uso
común y corriente del lenguaje", en la "costumbre" (sunétheia), en el amor.
David Hume tiene un predecesor en la figura de aquel filósofo helenista. El
quinto capítulo, "Arcesilao, alter ego de Aristipo", recaracteriza a ese
filósofo como un pensador cirenaico o cínico (curiosamente los que acusaban
a Arcesilao de comportarse al filosofar, como la sepia cuando se siente
amenazada, eran cirenaicos y cínicos). El sexto capítulo, "Arcesilao
kairósofo", ubica su definición kairológica de la filosofía en el contexto
de la polémica epistemológica entre los estoicos de Zenón de Citio y los
platónicos de la Academia Media. ¿La filosofía se funda en la
reprensentación comprensiva y la evidencia o en la costumbre? Esta
interrogante hilvana los varios argumentos de Arcesilao, filósofo
kairológico. El autor ha investigado bastante la moderna crítica
arcesiliana, que se remonta desde las investigaciones de A. Geffers (1842)
hasta las de Anna Maria Ioppolo (1986), entre otros muchos críticos.
   El libro, que tiene ciento noventa y tres páginas, consta de una
bibliografía que comprehende un poco más de ciento ochenta títulos, todos
consultados para la composición de esa obra.

Ensayos sobre filosofía arcesiliana es el tercer libro del Prof. Rubén Soto
Rivera. Dicho libro consta de un prólogo, siete capítulos y una bibliografía
de 132 títulos; todo esto en el espacio de 132 páginas de texto y IV de
prólogo. Nuevamente ha sido publicado por el autor mismo, debido a dos
principales razones: 1) es un texto especializado para una élite culta; 2)
su actual situación laboral no le permite gozar de algún fondo especial de
la UPR, destinado para la publicación de libros como los que él escribe. Hoy
impera el criterio de lo vendible y de la difusión pública, cuando la
audiencia y clientela no goza --desgraciadamente para ella y los autores
como el reseñado-- de una literacia culta y clásica. Todavía R. Soto
recuerda hoy melancólicamente cómo en dos librerías del área metropolitana
no le acogieron a consignación (después de habérselo quedado unos días los
gerentes de sendas librerías para evaluar su libro Arcesilao, filósofo
kairológico [1997]), porque --adujeron-- era muy erudito. Hay diversas
maneras de hacer patria y para los que nunca han creído que es posible hacer
una filosofía histórico-filológica en Puerto Rico: Ecce liber. 

Resumamos someramente sus capítulos. El primero, "El ocultamiento académico"
muestra que el esoterismo académico de Arcesilao de Pítana lo inspiró a
cambiar un sustantivo de un verso de Hesíodo para expresar cierto
escepticismo. El segundo capítulo, "Arcesilao: Una Quimera", reanuda un
texto de Jorge Luis Borges, El Libro de los Seres Imaginarios, para añadir
edades de la vida" presupone la comprensión de los capítulos dos y tres de
Ensayos sobre filosofía arcesiliana, para ubicar un novísimo fragmento (R.
Soto tampoco lo puso de relieve en su anterior libro) de Arcesilao, en el
cual éste expresa un pensamiento cronosófico acerca de dos edades de la vida
filosófica: la de la leche y la de los frutos nutricios de la Tierra. En
dicho capítulo se realza la imaginería erótica del mitema "Quimera". "La
noche oscura de los académicos" es el sexto capítulo, donde nuestro erudito
autor expone por vez primera un testimonio latino acerca de una doctrina
académico platónica sobre la visión en la oscuridad, para re-presentarla
como una metáfora de la enseñanza académico-media de la akatalepsia
("incomprensibilidad") de todas las cosas. R. Soto aprovecha la ocasión para
repensar ingeniosa y agudamente algunos conceptos plotinianos, trabajados
excelentemente en su tesis de maestría en filosofía, Lo Uno y la Díada
Indefinida en Plotino (aún inédita) y para anexionarlos temáticamente con la
doctrina arcesiliana de la incomprensibilidad (desde el punto de vista
estoico) de todas las cosas. El último y séptimo capítulo, "La doxográfica
pirronización de la filosofía de Arcesilao de Pítana", es un intento de
rastreo histórico-textual de un malentendido acerca de la filosofía de
Arcesilao, el cual se ha repetido durante siglos en libros y clases de
historia de la filosofía, a saber: Arcesilao era un escéptico pirroniano.
Nuestro autor prueba eruditamente que ese error histórico filosófico alcanza
su akmé ("culminación") en la doxografía de Hipólito, Obispo de Roma, quien
confunde totalmente las figuras de Arcesilao y Pirrón de Elis; para mostrar
que la confusión surgió de la vieja polémica entre dogmatismo y
escepticismo, y se perpetuó por la indiferencia de los vencedores. R. Soto
llega hasta traducir el testimonio de Hipólito acerca de la filosofía
académica, "... a partir de cuyo fundador Pirrón sus filósofos se llamaron
'pirrónicos'" (p. 127).

   De Parménides a Demonacte. Hilos de una urdimbre textual para una nueva
historia de la filosofía (Puerto Rico, 1999), es el cuarto libro del Prof.
Rubén Soto Rivera. Dicho libro consta de 7 capítulos, 234 páginas de texto,
un prólogo de IV páginas y 7 ilustraciones en blanco y negro. Su
bibliografía abarca 14 páginas y aproximadamente 219 títulos. Su primer
capítulo, ³Parménides feminista², propone una relectura del eleatismo desde
la perspectiva de los fragmentos cosmológicos del poema Sobre la naturaleza,
de Parménides. Se centra la atención especialmente en los fragmentos
fisiológicos y embriológicos de la parte fenomenológica del poema del Eleata
para repensar, en contraposición al patriarcalismo pitagórico, lo dicho y lo
no-dicho en la parte ontológica de dicho poema. El capítulo segundo, ³El
momento¹ en una Vida de Sócrates², rastrea sistemáticamente el uso que
Antonio Tovar hizo del sustantivo ³momento² en su biografía y exposición de
la figura y filosofia, socráticas, para destacar que ese filólogo pensaba,
durante la redacción de aquel libro, principalmente, en los pasajes de
Jenofonte acerca de la kairosofía  de Sócrates. El capítulo tercero, ³El
cuco de Platón², es la reelaboración y ampliación de la primera y única
conferencia pública que Rubén Soto ofreció, multi anni fa, bajo los
auspicios del Departamento de Filosofía de su Alma Mater. Es una
tematización dialéctica de la definición platónica de la filosofía como
meditación en torno a la muerte, para revelar que bajo la figura folklórica
griega del cuco o coco (Mormo o Mormolykeion), invocada algunas veces por
Platón en sus diálogos, se descubre el antisocratismo de Platón: lo
sofístico percibido por el discípulo en su maestro, pero inhibido al
inconsciente personal para fundar una nueva filosofía en el nombre de un
Sócrates idealizado. El cuarto capítulo, ³La lira de Sócrates², revincula la
kairosofía socrática con la legendaria figura del músico Terpandro y la
especulación aritmo-musical de Pitágoras. Sócrates manifestó muchísimo
interés en perfeccionar sus conocimientos musicales durante el último mes de
vida, el cual le fue ofrecido por su aprisionamiento, en espera del
cumplimiento de su pospuesta sentencia de muerte. Dicho interés
pitagórcio-musical, en conjunción con su explícita  aserción de que su edad
(casi 70 años) era el momento justo (kairós) para morir, hace pensar al
autor del libro que reseñamos que ³cuando Sócrates aprendió a tocar la lira,
lo hizo bajo los auspicios del Kairós pitagórico, porque siempre pensaba que
nunca es inoportuno que alguien aprenda lo que no sabe² (p. 132). En el
capítulo quinto, ³Ciertas sentencias ocasionales de Sócrates², Rubén Soto
reconstruye ³ideo-filológicamente² unas líneas de Diógenes Laercio acerca de
la sabiduría de Sócrates (Vidas de los filósofos más ilustres, 2.5.32-33).
El texto refraseado dice: ³Lo numinoso le anunciaba por señales el Destino.
El bien (o la ocasión) no era una minucia, sino un cálculo minucioso.
Sócrates decía que nada sabía excepto esto: que los que compran a gran
precio cosas intempestivas desesperan por y renuncian a llegar a las
temporadas de éstas.² Este pasaje de Diógenes Laercio sería un compendio de
la kairosofía socrática. Es de notar la influencia de la hermenéutica
fenomenológica de Martin Heidegger sobre la interpretación que Rubén Soto
ensaya en los textos que tematiza y de los que hace usufructo para defender
sus tesis. En ese capítulo quinto el autor halla un antecedente filosófico
de la aseveración neoplatónica de Proclo de que hubo ciertos
(neo)pitagóricos que llamaban a lo Uno o a la Primera Causa: ³Kairós². Dicho
precedente está en un escrito de Apuleyo de Maudara, platónico afrorromano
de la Academia Media. En el capítulo sexto, ³El Kairós de Menandro², Rubén
Soto resume el argumento de la comedia El misántropo para comentar las veces
cuando el comediógrado piensa el kairós (³la ocasión favorable para...²) en
conjunción con la suerte (Tíque). La observancia del kairós por parte de sus
personajes pone al díscolo o misántropo protagonista en una ruta hacia el
cultivo de un carácter filantrópico. Soto Rivera muestra desde el epígrafe
del capítulo sexto hasta su apéndice: ³Algunas sentencias de Menandro
relacionadas con el kairós², que la reflexión kairosófica en la comedia
media de Menandro no es incidental, sino que responde a una educación que
aprendió de pensadores como, por ejemplo, el Teofrasto de Los carateres. Por
último, el capítulo séptimo, ³Demonacte, cínico kairolímpico², descubre por
vez primera en el ámbito de la kairología o kairosofía que hubo un filósofo
griego, socrático-cínico, que para anunciar públicamente su ortotanasia por
inanición, recitó un pie agonístico que recitaban ciertos heraldos durante
el segundo día de los Juegos Olímpicos, cuya letra invoca al dios Kairós
como quien convocaba a los expectadores y a los competidores a formar parte
del inicio o del final del Agón (la divinización de las competencias
deportivas). Rubén Soto concretiza con su tematización de la ortotanasia de
Demonacte lo que, por ejemplo Manfred Kerkhoff ha llamado in abstractis la
³kairotanasia². 

Con este libro, De Parménides a Demonacte, y con sus dos anteriores,
Arcesilao, filósofo kairológico y Ensayos sobre filosofía arcesiliana, Rubén
Soto Rivera evidencia que su pensamiento está en los límites de los géneros
filosóficos y literarios, porque su filosofía es una filología filosófica o
una filosofía filológica. Ha superado a su(s) mentor(es) no sólo con la
cantidad de oportunos  descubrimientos, acreditables a su metódica, paciente
y altruísta labor de lector, escritor y pensador, sino también con su fe en
la cultura como el mejor medio para vivir una vida digna de un ser humano
asombrado de que las cosas sean como son.       

Mis libro pueden adquirirse a través de mi persona (caeros en coqui.net) o de
la librería la La Tertulia (www.tertulia.com) o de la revista Exégesis
(cuhwww.upr.edu/exegesis).