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[escepticos] ¿Por qué despedí a mi secretaria?



    Bueno pues sobre el tema este de las Leyendas Urbanas y lo de los estereotipos del eje machismo-feminismo
(que a mi entender vienen a ser exponentes del mismo tipo de pensamiento excluyente) acabo de encontrarme un
relato humorístico que espero que por lo menos os ayude a pasar un rato entretenido antes de ir a la cama.

Saludos escépticos desde Bilbao.-((;.¬D))))

-----Mensaje original-----
De: Laboratorio IRIA, S.A. <labory02 en sarenet.es>
Para: Pedro Luis Gomez Barrondo <gargantua en correo.cop.es>
Fecha: viernes, 29 de octubre de 1999 19:57
Asunto: ZZ


POR QUE DESPEDI A MI SECRETARIA Fuente: http://www.prestige-inet.com/pardewebs/mindex2.htm

Un hombre relataba a otro por qué había despedido a su secretaria. Dos semanas atrás, contaba él, fue mi
cumpleaños número 37 y no me sentía nada bien cuando me levanté esa mañana.

Fui a desayunar sabiendo que mi esposa estaría contenta y me diría: "Feliz Cumpleaños!!", y quizás tuviera un
regalo para mí, pero ella ni siquiera me dio los buenos días. Yo dije para mis adentros... "bueno, quizás mis
hijos se acuerden".

Los niños vinieron a desayunar y no dijeron ni una sola palabra. Cuando me fui a mi oficina me sentía
totalmente deprimido, y para mis adentros pensé "Ni siquiera el perro se mostró agradecido. Valiente chiste
este de celebrar un cumpleaños más. A toda mi familia le importo poco".

Al entrar en mi despacho, mi bella secretaria Jeanette, me dijo: "Buenos días Licenciado, y Feliz
Cumpleaños!!!". Ahí me empecé a sentir un poco mejor, por lo menos ella sí se acordaba. Después de innumerables
reuniones y telefonazos, ya cerca de las dos de la tarde, entró Jeanette y me dijo: "Sabes... hace un día
precioso y además es tu cimpleaños, qué tal si vamos a comer los dos solos, tu y yo?". Y yo me dije: "Esta es
la mejor cosa que he oído en todo el día" Así que, tomé mi saco y salimos.

En vez de ir a comer al lugar acostumbrado, fuimos a un sitio -seguro-, en el campo, un lugar mucho más
privado. Comimos y nos tomamos varios Martinis, la comida estuvo deliciosa, nos divertimos bastante. De regreso
a la oficina, ella dijo: "Sabes... para qué desperdiciar este ambiente?, mejor no regresemos a la oficina. En
vez de regresar, te invito a mi apartamento en donde te podré preparar unos deliciosos Martinis o lo que tú
quieras". Una vez dentro del apartamento, puso música suave (por cierto una de mis preferidas), la luz tenue y
me dijo de manera prometedora: "Si no te molesta, creo que voy a mi recámara a cambiarme de ropa y ponerme algo
más cómodo, ahora regreso".

Yo, la dejé ir ... no me molestaba eso. Ella entró en su habitación, cerrando la puerta a su paso, y a los seis
minutos regresó cargando un gran pastel de cumpleaños ... seguida de mi esposa, hijos y algunos compañeros de
oficina, todos ellos cantando "Cumpleaños feliz".

Y allí estaba yo, desnudo en la sala, sólo con los calcetines puestos.