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[escepticos] La ultima del Sr. Sierra



Hola a todos

El día viene gracioso. Además de lo de Ratzinger sobre la ópera y el rock,
tenemos las últimas declaraciones sobre la historia de la humanidad a cargo
del ilustre Javier Sierra, el director de Más Allá que parece que está
preparando su candidatura para la Academia de la Historia ;-) Las publica La
Vanguardia y recomiendo una lectura atenta porque no tienen desperdicio. La
mayoría de las afirmaciones que hace ya están contestadas por los miembros
de esta Corrala. Véanse los comentarios al Especial Civilizaciones Perdidas
en

http://www.geocities.com/planetaesceptica

pero como si nada. Hasta repite por enésima vez lo de los Dogones y lo de
las bombillas egipcias.

¡¡Cómo está el patio!! :-((((

Un abrazo

José Luis Calvo
jlcabuey en usuarios.retecal.es


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Si desea ver la noticia original, debe pulsar sobre el link que aparece a
continuación:
http://www.lavanguardia.es/cgi-bin/noticia.pl?dia=14_02&link=vb1488a&sec=con
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LA CONTRA
JAVIER SIERRA:

Qué busca usted?
-Explicaciones a algunos enigmas del pasado.
-Pero no es historiador.
-Pero me apena que los historiadores miren para otro lado cuando algo no
encaja en sus esquemas.
-¿Algo como qué, por ejemplo?
-¿Sabía que el emplazamiento de las primeras catedrales góticas en Francia
reproduce en tierra la posición de las estrellas de la constelación de Virgo
en el cielo? Virgo: la Virgen. Y a ella se consagran esas catedrales.
-Qué bonito. ¿Casualidad o cálculo?
-No creo en casualidades. Esas catedrales se construyen tras el regreso a
Francia de los primeros caballeros templarios desde Jerusalén, desde el
templo de Salomón, donde vivían. Algún conocimiento se trajeron de ahí.
-¿Qué conocimiento?
-En el templo de Salomón los hebreos custodiaron objetos de Moisés,
fragmentos de una antiquísima sabiduría egipcia...
-De acuerdo. ¿Y?
-Las pirámides de Keops, Kefren y Micerinos ¡reproducen en tierra la
posición de las tres estrellas de la constelación de Orión!, la puerta del
más allá para los egipcios.
-Me relaciona usted la Europa del siglo XII con el Egipto del siglo XXV
a.C...
-Sí. Ha habido una transmisión fragmentaria de ciertos conocimientos
procedentes de una antigüedad muy, muy remota. ¡Una antigüedad de fabulosos
astrónomos!
-¿A qué antigüedad remota se refiere?
-La llamo la edad de oro, y la remonto a unos 10.500 años antes de Cristo.
-¡Qué barbaridad! Por entonces apenas dejábamos de ser
cazadores-recolectores...
-Pues hay cosas que no encajan. Fíjese en la tribu africana de los dogon:
desde siempre adoran la estrella Sirio, y siempre dijeron que era triple.
Pues bien: los astrónomos descubren que es una estrella triple... ¡en 1995!
-Alguna explicación habrá...
-Lo considero un residuo, un indicio -como hay muchos otros-, de esa remota
edad de oro de elevadísimos conocimientos.
-Buf... Necesito más indicios.
-Las pirámides reproducen Orión en el suelo, como le digo, pero las tres
estrellas de Orión no están hoy en la vertical de las tres pirámides. ¿En
qué momento del pasado estuvieron en esa vertical? ¡En el 10.500 a.C.!
-Curioso, pero las pirámides fueron construidas mucho después, hacia el
2.500 a.C...
-Sí: ¡con ellas, pues, los egipcios quisieron marcar aquel pasado glorioso,
al que ciertos jeroglíficos denominan tiempo primero!
-Ya. ¿Y qué pasó en ese tiempo remoto?
-Hubo una supercivilización: seres muy avanzados en saberes astronómicos y
de otros tipos. Más tarde, los egipcios los considerarían dioses. ¡Y no sólo
los egipcios!
-¿Quiénes más?
-Las culturas amerindias, que tanto en común tienen con Egipto: momificaban,
practicaban trepanaciones, tenían el mismo tipo de embarcaciones, adoraban
al sol, construían pirámides... Y en ambos lados usaban similar técnica
constructiva, hoy perdida...
-¿A qué técnica se refiere?
-A la de ablandar la piedra. Así podían moldearla antes de solidificarse de
nuevo.
-Perdón, ¿cómo dice?
-Hay un pájaro andino, el lit lik, que horada nidos en la roca valiéndose de
ciertas hierbas en el pico. Y los incas hablan del ayaconchi, un jugo hecho
con plantas que servía para licuar o ablandar la piedra.
-¿Y convertirla en una suerte de hormigón?
-Sí. Eso permitiría esos muros ciclópeos (¡con bloques pétreos de hasta
1.200 toneladas!) que vemos perfectamente ensamblados sin argamasa, como en
puzzle. ¡Y son muros idénticos en Cuzco y en Egipto!
-¿Los egipcios también deshacían piedra?
-Lo explica una estela en la isla Sehel: el arquitecto Imhotep fue
adiestrado en la técnica de ablandar piedra por el dios Khnum.
-¿Usted cree algo así?
-El químico francés Joseph Davidovits ha hallado tejidos, uñas y pelos
¡dentro! de un bloque de piedra de la Gran Pirámide.
-¿Piedra... artificial, insinúa?
-Eso explicaría lo que parece imposible: ¿cómo en sólo cien años se movió en
Egipto más piedra que en los 1.500 años siguientes?
-¿Sería una técnica que se extravió, pues?
-Sí. Como tantas otras: se conservan vasijas que dan electricidad de 1,5
voltios. Y relieves egipcios que representan bombillas...
-A ver, ¿queda hoy en el planeta algún vestigio coetáneo de aquella edad de
oro?
-Es posible que en Tiahuanaco (Bolivia): según algunos arqueólogos, hay allí
pilares de casi 10.000 años... que marcan posiciones celestes de 10.500 años
a.C.
-Yo insisto: la arqueología académica no reconoce civilizaciones en esa
época.
-Lo sé, pero algún arqueólogo ya data hoy el cuerpo de la esfinge de Giza
por esas fechas: está erosionada por lluvia ¡y la última época pluvial en
Egipto fue en el 7.000 a.C.!
-No me rindo: quiero otro indicio más.
-El mapa del almirante Piri Reis: es de 1503, pero dibuja el perfil costero
de la Antártida, ¡que no fue descubierta hasta 1818!
-Curioso, sí... Quizá algún aventurero...
-Con un detalle: ahí vemos, exacto, el perfil terrestre de la península de
la Reina Maud, que está bajo una capa de hielo de un kilómetro de grosor
desde... ¡6.000 años a.C.!
-No.
-Sí. ¡Alguien cartografió la Antártida hace más de 8.000 años! Copias de ese
mapa perduraron hasta llegar a Alejandría, de las que copió Piri Reis. Y
todo mapa tiene un centro de proyección: ¿sabe dónde está en éste?
-Sorpréndame.
-Justo sobre las pirámides de Giza.