Bueno, la verdad es que la mayoría de los criadores que conozco usan un
sistema más "ojimétrico". Por ejemplo, un problema grave en los San
Bernardos y en general los perros grandes es la displasia de cadera, en la
que intervienen factores genéticos. La "solución" habitual es hacer un
diagnóstico de los padres y, en función del grado de displasia que
manifiesten, cruzarlos o no. Teniendo en cuenta que el origen de la
displasia parece ser bastante complejo, y que la estimación del grado en que
se ha manifestado es un tanto subjetiva, te puedes imaginar el resultado.