Domingo 5 de enero de
2003 - Número 377
CLONACIÓN | EL CUERPO DE
CRISTO
Y Jesús Ii nacerá de la Sábana
Santa UNA
SECTA de EEUU quiere clonar a Jesucristo utilizando los genes de la sangre
de Turín. El escandaloso «Proyecto de la Segunda Venida», como lo han
bautizado, pretende utilizar para la gestación el vientre de una mujer
virgen. «No hay razones para no adelantar el regreso de Cristo»,
dicen
JOSÉ MANUEL
VIDAL
|
El científico Lorenzo Garza
Valdés logró una clonación molecular de tres genes de la sangre de
la Sábana Santa. Él, aunque contrario al proyecto de la «Segunda
Venida», sabe que hoy es posible lograr un clon de Cristo. /
ARCHIVO |
El mero enunciado suena a blasfemo.
Sacudidos aún por el anuncio de la secta de los raelianos de la creación
de dos bebés clonados, otra secta estadounidense pretende el más difícil
todavía: clonar a Jesucristo. ¿Simple provocación o rebeldía blasfema y
tenebrosa contra el mismo Dios? ¿Cuáles son las posibilidades de que la
ciencia pueda clonar al hombre de la Sábana Santa, la mortaja con la que
se cubrió el cadáver de Cristo? ¿Sería posible obtener un clon, un ser
genéticamente idéntico a Jesucristo, gracias a la sangre encontrada en el
santo sudario de Turín o en otra de las numerosas reliquias del Nazareno?
Es, cuando menos, una idea provocadora, cuya sola mención
producirá horror y repulsión a muchos, alegría a otros e inquietud y
desasosiego a todos. Sus creadores no sólo tendrían el poder de educarlo
(y manipularlo a su antojo) sino también de utilizarlo para sus propios
fines e intereses. De hecho, la carrera en pos de un Jesús II está ya en
marcha. Infinidad de sectas, grupos de presión, congregaciones e iglesias
están poniendo todo su potencial material y humano al servicio de la
operación clonar a Jesús.
Hasta ahora, el único grupo que lo ha
confesado abiertamente es una secta californiana, radicada en Berkeley. Su
intento tiene un nombre: Second Coming Project (proyecto de la segunda
venida).Su plan de operaciones, que puede consultarse en Internet
(www.clonejesus.com) es «traer de nuevo a Cristo a la Tierra». Es decir,
clonar a Cristo utilizando una célula de «las cientos de reliquias de
Jesús que hay en el mundo, especialmente de la Sábana Santa de Turín».
Justifican así su proyecto: «No nos conformamos con respuestas evasivas
del tipo "Jesús está en nuestros corazones y en todas partes". Queremos
acción y ya. Queremos a Jesús aquí. Los cristianos vamos a estar esperando
su llegada eternamente si no cogemos el toro por los cuernos. La segunda
venida de Cristo se va a hacer realidad porque lo haremos llegar».
Más en concreto, los impulsores del Proyecto Segunda Venida
quieren conseguir una célula limpia de la Sábana Santa, extraer su ADN e
introducirlo dentro de un óvulo. Una vez fertilizado, será colocado en la
matriz de una joven virgen, que dará a luz al segundo Jesús en un segundo
nacimiento virginal. «Si existe la tecnología necesaria, no hay razones
morales, legales o bíblicas para no adelantar su regreso sin tener que
esperar al fin de los tiempos», explican los promotores del proyecto.
Según ellos, con su segunda venida Cristo «salvaría al mundo de las
guerras, la violencia, la injusticia social y el pecado».
¿Guión
de una película de ciencia-ficción? De entrada, tendría que demostrarse
que la Síndone fue impregnada por el cadáver de Cristo. Tras la polémica
datación de la Sábana con Carbono-14 de hace años, la opinión pública
aceptó mayoritariamente que se trataba de una falsificación medieval. Hoy,
sin embargo, parece claro que los científicos implicados en el análisis
mostraron una falta de rigor inconcebible, o que intencionadamente
intentaron convertir la Síndone en una creencia supersticiosa. Lorenzo
Garza Valdés, microbiólogo de la Universidad de Texas, participó en el
posterior estudio científico de la Sábana Santa. Y su diagnóstico no deja
lugar a dudas: «La sangre encontrada en la Sábana Santa es del tipo AB, un
tipo sanguíneo muy raro en la actualidad, pero frecuente entre los judíos
babilónicos y de Galilea de hace 2.000 años, y pertenece a un hombre de
1,80 de altura y 78 kilos de peso».
El científico, autor de ¿El
ADN de Cristo?, descubrió también que el santo lienzo cubrió el cuerpo de
un hombre flagelado y crucificado antes de morir. Tenía la fórmula
cromosómica XY, como todo varón concebido por una relación sexual.
Tras lograr una clonación molecular de tres genes de la sangre de
la Síndone, Garza Valdés entregó personalmente sus conclusiones al Papa en
1998: «Fui el primero que tuve el honor de clonar genes de la sangre de
Cristo. Mis estudios demostraron que la Sábana es el lienzo mortuorio de
Jesús de Nazaret».
A su juicio, clonar a Cristo es un «intento
descabellado, pero que, por desgracia, no podrá impedirse. Hay cantidad de
grupos de fanáticos que proliferan en EEUU, Italia, España y Francia.Todos
quieren clonarlo. No lo han hecho aún porque no han conseguido muestras de
sangre de la Sábana Santa».
Según Garza Valdés, aparte de la
Iglesia hay unos 10 científicos que tienen muestras de sangre de la
sábana. Él pone la mano en el fuego por ellos: «No creo que se prostituyan
comercializando con la sangre de Cristo». Pero los promotores del Proyecto
Segunda Venida confían en la gran fuerza persuasora del dinero.
«Sería una catástrofe y un plan descabellado. No podrán clonar a
Cristo al 100%. Si se utiliza la poca sangre que se tiene de él, se
tendría un genoma incompleto. Sería un individuo con una parte de la
fórmula genética de Cristo o un monstruo, un Frankenstein, el mismísimo
Anticristo», dice Garza Valdés a la revista mexicana Proceso.
Pero
no todos sus colegas comparten su pesimismo. El famoso científico Richard
Seed, de Chicago, asegura: «Cuando Dios hizo al hombre a su imagen y
semejanza, lo que quería es que el hombre terminara convirtiéndose en
Dios. La clonación es el primer paso serio del ser humano para convertirse
en Dios».
Para el jesuita y físico molecular Carlos Alonso Bedate,
«es una estupidez hablar de clonar personas. Se pueden clonar entidades
biológicas, pero un ser humano es mucho más que la suma de sus genes». En
definitiva, que nacemos, pero en buena medida nos hacemos. El Jesús
clonado sería, pues, una copia casi perfecta de Jesús, nunca el ser
original.
¿Qué consecuencias teológicas se derivarían del
experimento? «Ninguna», asegura tajante el teólogo de la Universidad
Pontificia de Salamanca Xabier Pikaza. A su juicio, el Jesús clonado
«sería un individuo distinto... En nuestra sociedad se le da demasiada
importancia al material genético, cuando lo importante es el útero social,
es decir las condiciones familiares, ambientales y sociales en las que uno
se cría». De hecho, también los hermanos de Jesús tuvieron su mismo
material genético y ninguno de ellos llegó a ser como el profeta de
Nazaret.
El Jesús clonado «no sería el Hijo de Dios sino un hijo
de Dios, como cualquier otra persona», explica el teólogo mercedario.Y
añade: «Sería posiblemente una persona llena de traumas y sumamente
manipulado por la secta que lo hubiese clonado. Seguramente sería
desgraciadísimo. Me daría mucha pena y sentiría por él una enorme
compasión».
Y es que ya advierte el Evangelio de Marcos (13,
21-23): «Si alguno os dice entonces: "¡Mira, aquí está el Mesías, míralo,
allí está!", no os lo creáis. Porque saldrán mesías falsos y profetas
falsos, y realizarán señales y prodigios que extraviarían, si fuera
posible, a los elegidos. Vosotros estad sobre aviso, os he prevenido de
todo».
.
LOS GENES
Reliquias. ¿Dónde se puede hallar material genético de Jesús
adecuado para una eventual clonación? En aquellas reliquias que
puedan contener restos de su sangre, pelos o huesos. Existen
reliquias repartidas por todo el mundo de lo más variado: desde
clavos de la cruz hasta la Santa Lanza, pasando por la Sábana Santa
o el Santo Prepucio. Entre las reliquias orgánicas divinas destacan
las hematológicas (sangre o tierra impregnada de sudor y sangre) y
las cárnicas (prepucios). Existen hasta 14 prepucios de Jesús.
Además de en diversas catedrales francesas, hay uno en Calcuta y
otro en Burgos. Según la tradición, casi todos fueron entregados a
Carlomagno por un ángel.
«LIGNUM CRUCIS» Palacio Real.
Los fragmentos del lignum crucis más importantes están en Roma,
Jerusalén, París, Bolonia, en la capilla del Palacio Real de Madrid
(donde también se conserva un clavo de Cristo), en el monasterio de
Santo Toribio de Liébana o en Caravaca (Murcia).También hay unas 800
espinas de la corona de Cristo. En España, sólo en el monasterio de
El Escorial hay 11, amén de las de las catedrales de Toledo, Palma
de Mallorca, Valencia, Jaén y Oviedo.
AMPOLLAS DE SANGRE
Girona. En el monasterio de Sant Pere de Roda se venera una
ampolla de sangre de Cristo. Y en Piedrafita del Cebrero (Lugo).
Además de la de Turín, hay seis sábanas santas en Francia, 26 en
Italia, una en Portugal y 18 en España (Oviedo, Silos, Valladolid y
Laguna de los Cameros, en Logroño).
|
|