Justamente, Claudio, en esas líneas se mueve la
gramática generativa de Chomsky. Yo estoy totalmente de acuerdo (aramos, dijo
el mosquito... :P) Lo que dice Chomsky es que a partir de la producción
(la lengua hablada o escrita) podemos determinar ciertos principios o leyes que
son universales en todas las lenguas - por ejemplo, uno de ellos es el de
que cada frase tienen un núcleo (no recuerdo el nombre del este principio, tal
vez ¿endocentricidad?). [Claudio] Mira Santiago, la verdad que de Chomsky he leído poco, lo
abandoné casi al empezar por su innatismo que en aquella época interpreté como
que los franceses hablan francés por sus genes franceses, etc. Pero reconozco
que la mía no fue una lectura crítica, por lo ahora no podría argumentar nada. Sin
embargo, yo no me refería a la “gramática profunda” sino más bien
al otro extremo. Déjame que me explique. La idea de la gramática profunda, si mal no recuerdo, parte
de una estructura biológica y llega a la estructura del lenguaje. En el mensaje
anterior me refería a estudios cuyo objeto de estudio son las palabras. Parten
de las palabras y ven cómo se conjugan en los textos, cuáles aparecen juntas, cuáles
mediadas por 1, 2, n, palabras, etc. También se fijaron cuáles son las palabras
que más se asocian con otras y encontraron que, dentro de un mismo idioma, el
lenguaje escrito es diferente al lenguaje hablado. Estructuralmente diferente,
digo. A partir de este resultado puedes hacer la hipótesis de que
si los lenguajes hablados y escritos son diferentes, es posible que sean
distintas también las estructuras cerebrales que se encargan de procesarlos y
ejecutarlos. Este resultado, claro, es conocido desde hace mucho por los
neurocientíficos, que han sido capaces de distinguir los procesos en
neurosistemas diferentes. Pero así como de un “simple” escrutinio de palabras
en textos y grabaciones es posible llegar a una hipótesis bien guiada, también
se encontró que lenguas diferentes eran muy similares en otros aspectos (esos
que mencioné de participación de cada palabras en un texto y su cercanía a cada
otra). Todas respetan (respetaron y respetarán –me encanta decir esto,
sobre todo en la facultad de periodismo-) la ley de Zipf (ley de potencias),
aunque los exponentes difieren en casos particulares. Para terminar, una sensación: me parece que Chomsky cambia
sus ideas según el humor con que se levanta a la mañana. Me dio la espina,
cuando lo leía, que para abandonar una idea no se basaba en estudios empíricos,
sino porque… que se yo por qué lo hacía, pero no era por una razón
fundada en la realidad. _________________________ Claudio Andrés Uribe Buenos Aires, Argentina |