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Argumento final



El pasado lunes Iker Jiménez en el cual se me imputaban los más
variopintos delitos amparándose en una única prueba que,
reiteradamente se negó a presentar: un mensaje mío del 15 de febrero
que, finalmente, distribuyó el moderador de la lista escéptica.

El eje argumental del Sr. Jiménez era mi confusa responsabilidad en
el siguiente hecho:

>  Hace unas semanas, (precisamente a mediados de febrero) Carballal,
>conducia a toda prisa para realizar unas gestiones de última hora
para
>llevar los alimentos a los orfelinatos de Suta. Un alcohólico se
entrometió
>en su camino provocando un accidente en el que se vieron implicados
ocho
>vehículos. CArballal, que es mi amigo y no es ningún estafador, ha
estado
>muy cerca de perder la vida. A punto de romperse el cuello ( con el
craneo
>rompió parte del parabrisas , dejando en él parte de su mandíbula) ,
por
>organizar un evento para los niños de Rumanía.

Anteanoche, el Sr. Carballal intervino en un programa televisivo
mostrando un perfecto estado físico y tuvo un desagradable incidente
con el P. Apeles.

No hace falta ser traumatólogo para saber que una persona que sufrió
un accidente como el descrito por el señor Jiménez no está dada de
alta un mes después y mucho menos sin cicatrices ni secuelas.

Tampoco hace falta ser forense para saber que en un accidente como el
descrito por el Sr. Jiménez no se puede producir un traumatismo como
el que el Sr. Jiménez describe.

Puesto que mi acusador ha mentido en su principal imputación, el
resto de sus argumentos de nada sirven.

Lo único que permanece es que en cinco días, el Sr. Jiménez me ha
amenazado seis veces, dos de ellas con la posibilidad de agresiones
físicas contra mi persona.

Xoan M. Carreira
<xoanmc en lix.intercom.es>