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Epístola moral a la corrala



Estimados convecinos:

En los últimos días me he encontrado ante un dilema moral que me
provoca el insomnio y atenaza el entendimiento. 
Excusado es decir que mis conocidas preocupaciones teóricas sobre la
postulación del derecho natural, la colisión entre libertad de
expresión y derechos humanos, la discriminación positiva o las
consecuencias de la clonación humana han quedado oscurecidas por la
gravedad del dilema ante el que me encuentro.
He rebuscado atentamente en mi modesta biblioteca a la búsqueda de la
luz o, al menos, del consuelo filosófico que me pudieran reportar
Spinoza, Hume, Kant, Mill, Russell, Hudson, Ayer, Stevenson y otros
tantos autores. Incluso me acerqué a la biblioteca de la parroquia en
ausencia del párroco y allí (sobornando al sacristán con un ejemplar
de la revista *Private*) pude consultar las encíclicas de Juan Pablo
II.
Ninguna de mis consultas ha aliviado mi confusión. Por ello, solicito
públicamente la opinión de nuestros doctos convecinos Frías, Nogales
y Velilla,  así como de todos  aquellos que curiosos por las
cuestiones morales, deseen opinar sobre el siguiente dilema.

Propongo el siguiente caso teórico (cualquier parecido con la
realidad es casual):

1) El Sr. Lapsus Linguae olvidó en una ocasión el nombre y apellidos
de un funcionario del Instituto Español de Meteorología. Reconocido
públicamente su olvido y pidió disculpas.

2) El Sr. Lapsus Calami cometió un error bibliográfico en la
adscripción de autoría. Reconoció públicamente su error y pidió
disculpas.

3) El Sr. Lerdo de Babia imputó a otra persona la responsabilidad
secundaria en un grave accidente de tráfico con consecuencia de
graves lesiones. Se niega a presentar pruebas.

4) El Sr. Visión Conspiranoica imputó a un número indeterminado de
funcionarios del Ministerio de Defensa de un grave delito de
ocultación y falsificación de información vital para la seguridad
nacional. Se niega a presentar pruebas.

Admitiendo que son moralmente repudiables los cuatro actos descritos,
las cuestiones que deseo consultar son:

¿Pertenecen los cuatro actos al mismo rango moral?.

¿Son repudiables por igual?.

Xoan M. Carreira
<xoanmc en lix.intercom.es>