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Iker y la inquisición gaditana
En su artículo sobre el Hombre-pez de Liérganes, el Sr. Jiménez nos
cuenta como en 1679, a raíz de la pesca de Francisco de la Vega en la
vega gaditana:
*** El secretario del Santo Oficio, Domingo de la Cantolla, se quedó
asombrado al recibir la noticia. Inmediatamente ordenó que se
realizasen diversos exorcismos para expulsar los posibles demonios y
espíritus malignos que pudieron residir en aquel extraño cuerpo. Al
convento llegaron expertos en lenguas extranjeras como fray Juan
Rosende quien interrogó durante días y noches enteras al Hombre Pez
intentando obtener una respuesta que se demoró lo indecible.***
No menos asombrado que fray Domingo de la Cantolla se encuentra un
servidor ante la noticia de que la Inquisición sevillana de 1679
utilizaba los servicios de intérpretes jurados en sus
interrogatorios. ¡Qué se chinchen los de la Leyenda Negra!.
Tampoco entiendo como siendo que Francisco de la Vega solamente
emitía "un vocablo completamente desconocido en el lugar" no fue
churruscado con singular premura tras su correspondiente entrega a la
jurisdicción civil.
Menos aún entiendo que papel tenía en el procedimiento el carpintero
de ribera al que aludo en otro mensaje.
Pero la duda más grande que me embarga es la siguiente:
Si el Sr. Jiménez es un investigador tan competente y notable como él
mismo alega, ¿por qué no acudió al Archivo de Simancas en búsqueda
del expediente abierto por Domingo de la Cantolla en el caso del
tritón humano pescado en Cádiz en 1679?.
Esa sí que sería la prueba definitiva de la existencia del Hombre-pez
de Liérganes y no la presentación de un certificado de bautismo de
una persona llamada Francisco de la Vega.
Xoan M. Carreira
<xoanmc en lix.intercom.es>
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