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[escepticos] Ciencia patológica.



Saludos:

Ha habido un par de mensajes en los que se hablaba de ciencia patológica, uno
de ellos venía a decir que se iba a incluir una entrada en las FAQ. No los cito
porque no los encuentro pero quienes les interese el tema sabrán de qué va.

No voy a dar una definición de ciencia patológica sino un ejemplo de
nuestros días y nuestras tierras. Hay un novelista, creo que canario,
famosísimo que se ha empeñado en lograr agua potable (o por lo menos
desalinizada) mediante ósmosis inversa. En sus planes está salvarnos de la
sequía mediante la puesta en marcha de un proyecto cuya realización inicial es
una planta, no sé dónde, al lado del mar.
 Dicho así parece un titular de cualquier periódico anunciando una "buena
noticia". El rigor de nuestros periodistas "serios" se deja, naturalmente, lo
mejor cuando anteayer entrevistaron al escritor: el asunto es muy, muy viejo,
hace tres años que sé de él (y me temo que es anterior), y es muy, muy polémico
para gente *experta* de la universidad.
 Para no aburriros dejaré algunos detalles (aunque sin poner datos concretos ya
que no me acuerdo de ellos) para el final. Lo que me importa aquí es decir por
qué considero que lo que hace este escritor es ciencia patológica. Además, si
estáis de acuerdo en que se atiene al tipo, se puede poner como ejemplo en la
entrada relativa a esta especie de "ciencia".

 Por lo que pude entender ya la primera vez que oí hablar del proyecto de este
novelista (¡¿cómo se llama?¡ ¡que un alma caritativa me ayude a hacer memoria!)
el proyecto es inviable. No es que sea imposible mediante ósmosis inversa
desalinizar agua. El problema es la realización de un proyecto cuyo coste por
litro sea menor que el coste de su transporte por barco o carretera.
 Naturalmente nuestro novelista presenta los papeles que justifican su planta
desalinizadora. Lo malo es que, como denunciaron expertos universitarios,
contiene serios errores, hasta el punto de que, aún corrigiendolos y en el
mejor de los casos, el coste real por litro real sería mayor que el del
güisqui. Sin embargo, nuestro héroe sigue empecinado. A eso llamo ciencia
patológica (en este caso técnica patológica pero que
vale como ilustración).
 
 Los que promocionan esta "ciencia" son toda una "raza" que se manifiesta a lo
largo de la historia. El tipo de persona es conocido de antiguo. Una persona,
capaz en su campo, que en una edad tardía, descubre un nuevo ámbito de la
ciencia (nuevo para él, claro) para el que se cree dotado y empieza a presentar
a los expertos sus "teorías". No hace más que meter la pata al no conocer ni
métodos ni controles y acaba hablando de la incomprensión y soberbia del
"stablishment" cuando las almas caritativas (que las hay entre los científicos)
intentan hacerle ver los patéticos errores que comete.
 
 Las teorías del susodicho son un claro ejemplo de "ciencia patológica". Basta
escucharle relatar algún detalle de sus "ideas" para comprender la chapuza que
son.
 Es más patético porque ni siquiera es original: anteayer, cuando lo volví a
oír después de tres años me recordó inmediatamente los casos de los cuadradores
de círculos y trisectores de ángulos y el triste tramo final de la vida del
brillante humanista Malthus (que a los cuarenta se metió a matemático y las
carcajadas y la vergüenza ajena que produjo entre la comunidad de matemáticos
aún se dejan sentir hoy).

 Podría incluirse en la entrada de "ciencia patológica" el ejemplo de Malthus
(que muchos conoceréis) y el de nuestro prohombre (¡que deseo que alguno
conozca y me ayude con los detalles!) como ilustración y ejemplo de lo que es y
de qué tipo de gente la hace.

Rafa.

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Anexo:
 En la entrevista que oí me llamó mucho la atención lo poco que ha leído
este hombre de ecología y en general de biología y física. Relataba la
experiencia de un secarral de su pueblo que tras las lluvias se convertía en
una explosión de vegetación "y vida" (como él apuntaba muy poéticamente). A
partir de aquí colegía que lo mismo había de pasar en el desierto.
Implícitamente hacía ver que el efecto de su proyecto sería algo parecido a lo
que observó pero con especies cultivables. En ningún momento habló del volumen
de agua necesario para provocar el florecimiento de las tierras de su pueblo,
tampoco de si, por mucho volumen de agua que pueda producir su proyecto (cosa
que dudo), podrán crecer especies vegetales útiles allí donde hacen falta.
También se dejó los detalles técnicos del proyecto y, naturalmente, no dijo ni
palabra de los (cero) científicos que avalaban sus planes. Eso sí, en la
entrevista había mucha poesía.
 
 Según la opinión de los expertos que pude escuchar (hace tres años) nuestro
escritor ha equivocado de medio a medio el valor del rendimiento de las bombas
que se han de utilizar para subir el agua y, peor, no pondera bien la capacidad
de las
membranas semipermeables empleadas para filtrar los millones de litros de
producción que anuncia su proyecto. Los costes que establece a partir de los
cálculos presentados en la memoria del proyecto no tienen nada que ver con la
realidad. Y tampoco se mencionaban o se mencionaban mal cuestiones sobre el 
mantenimiento de las membranas, vida útil, etc..

 De modo vergonzante, creo yo, en la entrevista de anteayer dijo que su método
era
"simplemente ósmosis inversa por acción de la gravedad", ahorrándose añadir lo
de la necesidad de las bombas para hacer subir el agua. El locutor expresó,
asombrado, lo rentable que parecía el proyecto. (Tal artimaña propagandística,
escamotear datos, es muy propia de los "fronterizos" que piensan que los demás
también les rebaten sus ideas del mismo modo y creen que disimular detalles
"secundarios" es frecuente en la práctica científica).

 Ahora recuerdo que en una revista salió el tema (fue en Interviú, creo).
Gracias a los dioses las ventas del semanario se hacen en base a polémicas
y que los periodistas (no todos son iguales) hicieron su trabajo y contrastaron
la opinión de los científicos críticos con el prohombre. El reportaje estaba
lleno de entrecomillados y tenía dibujos de la planta. El bueno del científico
entrevistado tuvo la santa paciencia de explicar los componentes de la planta e
indicar dónde estaban los fallos.
 En ese momento creí que todo no era más que el montaje de un charlatán. Pero
no. Hoy sé que ese hombre ama a la gente tan sinceramente como a su vanidad y
que sus móviles no son otros que ayudar a unos y halagar a otra.
 Lo peor es que los enemigos se los ganó a pulso porque acudió a una
universidad a pedir soporte técnico y ante la crítica no se le ocurrió otra
cosa que arremeter en ataques "ad hominem" contra los universitarios que
intentaron desalentarlo. Se puso a acusarlos de que el rechazo a su "ciencia"
se hacía con descalificaciones sin pruebas y por la sola razón de que el
proyecto era tan bueno que de llevarse a cabo los críticos quedarían
desprestigiados. La
cumplida respuesta que tuvo fue que los únicos experimentos que no se habían
hecho eran precisamente los que él proponía para su planta y que la literatura
sobre las bombas y la ósmosis estaba llena de descripciones de experimentos que
contradecían las bases mismas del proyecto... El asunto es casi un calco de los
ya conocidos en la historia de la ciencia y uno no deja de notar un tufillo a
rancio.

 Ya veis, una variedad dentro de la especie del Sr. X. Sin embargo es muchísimo
más interesante el de la ósmosis porque el personaje es notable y porque tiene
un infinitésimo más de probabilidad que el "tribulete" de dar con una carambola
cósmica del estilo de la que hizo Colón.

R.

P.S. Mi mujer viene en auxilio de mi memoria y me comenta que el tal escritor
es seguramente Alberto Vázquez-Figueroa.