[escepticos] Ensaladas marcianas, Perrillos Lechales y Sukalki de Felis Catus

["Pedro Luis Gomez Barrondo" <gargantua@...>]

    ¡Qué casualidades tiene la vida!
    Resulta que el sábado pasado fuimos a pasar el día a Murgía (estupendo y
recomendable pueblo alavés lleno por cierto de babasoros, que es como
realmente llamamos los megabilbaínos "de toda la vida" a los vitorianos) y a
la hora de sentarnos a la mesa, en el Restaurante Izarra (que conste que no
es propaganda publicitaria) pues en la carta, entre las carnes, venían unos
medallones de avestruz en salsa que llamaron poderosamente mi atención.
Total que nuevamente debo confesar que la carne es débil y, a pesar de haber
estado dudando entre un hermoso entrecot a la pimienta verde con patatas
fritas y guarnición de pimientos del piquillo y los medallones de solomillo
de avestruz, finalmente me decidí por hincarle el diente al gigantesco pollo
(esto es por quienes decían que todo sabe a pollo), que para mi sorpresa
resultó tener un sabor excelente, efectivamente parecido, como afirmaba
Peregrin, a la carne roja de vacuno. A mi entender el secreto de saber
presentarla estriba en asarla a fuergo fuerte, muy poco hecha por dentro
(sangrante aún) y un poco churruscada por fuera (como el magret fresco de
pato por ejemplo). Vamos que no tengo nada que decir en su contra a no ser
que para salir de dudas sobre si había acertado en la elección tuve también
que comerme posteriormente el riquísimo y jugosísimo entrecot a la pimienta
verde que abundantemente guarnecido resultó ser un inmejorable complemento.
    Lo acompañamos con chorizo de jabalí y con lomo embutido de ciervo
(estupendos ambos) y generosamente regado todo ello con un vino tinto de
rioja de crianza Viña Cumbrero que servido a su justa temperatura nos sirvió
para, junto con un Valenciano de postre, iniciar el relax o sopor presesteo
debajo del emparrado de árboles
    Del fabuloso sabor de la ballena desgraciadamente no puedo dar una
opinión propia pero si sé por terceros que su carne debe ser fabulosa tal y
como afirmaba el Sr. Mercader:"Una carne tierna, con una textura exquisita y
un leve deje a pescado azul".
    En cuanto al viaje de Elisenda me ha recordado a uno que realizamos por
el Atlas y por Marruecos en el que los marroquís (sobre todo los niños) se
abalanzaban a pellizcar las piernas de las chicas que iban en pantalón
corto. Cuando veían a una mujer fumando enseguida pensaban que se trataba de
una prostituta y se abalanzaban sobre ella (sacamos la conclusión de que en
Marruecos las putas debían ser gratuitas y escasas a tenor del
comportamiento observado). Ahora bromas aparte, en la plaza de Marraquex
vimos a una prostituta que iba cubierta de pies a cabeza. Lo único que se
podía vislumbrar eran los ojos (una mirada que no olvidaré facilmente) y una
pierna, que en cuclillas mostraba "impúdicamente" descubierta. Lo primero
que pensé, debo ser sincero, fue en cómo era posible que un hombre se fuese
con una mujer a la que no se veían más que los ojos  y aquella pierna
churretosa.
    De cualquier modo Elisenda, no sé de qué te extrañas, pues pasearse por
el moro una pollita (nótese el simil gastronómico relacionado con lo de que
todo sabe a pollo) de 26 años, en minifalda y ¡ENCIMA PECOSA! ¡eso si que no
hay Moro ni Cristiano que se lo salte!

Saludos escépticos desde Bilbao.-((:-)))))
P.Dateando: Hace ya doce años vimos un par de Manatis en aguas cubanas,
plácidamente nadando y paciendo algas. Eran unos enormes bichos que de vez
en cuando afloraban a la superficie para indolentemente volver a sumergirse
y continuar comiendo. Junto a nosotros estaba un Guajiro cubano ya bastante
mayor (de los que hicieron la revolusión compañero) quien al preguntarle
sobre el sabor que podía tener aquel animal nos dijo sin
pestañear:"¡Buenísimo chico!, como un cochinillo un poco salao pero mucho má
mantecoso. Lo malo (añadió) es que ya naide puede hincarle diente compañero,
estuvieron a punto de desaparecé y ¡ahora están protegios chico!".
    Conclusión: Los excesos gastronómicos son malos... sobre todos para los
manatis.

    Acaban de pasarme en documento Word el DIRECTORIO DE BODEGAS EN ESPAÑA.
Si a algún corralero vitivinícola le interesase hagamelo saber y tendre el
sumo gusto de remitírselo.

    Y para finalizar una pregunta ¿Qué pensais de las criadillas de torete?

    -----Mensaje original-----
De: Elisenda Font <elisendafont en mx3.redestb.es>
Para: escepticos en CCDIS.dis.ulpgc.es <escepticos en CCDIS.dis.ulpgc.es>
Fecha: martes 21 de julio de 1998 20:11
Asunto: Re: [escepticos] RE: **** Ensaladas marcianas, Perrillos Lechales y
Sukalki de Felis Catus


Francisco Mercader Rubio escribió:
>
> [Ernesto]
> > Aprovecho también para preguntar a los colisteros gastronómicos si han
> > probado ya la carne de dinosaurio (perdón, de avestruz. No,
> > Marmi, no es
> > para picarte). ¿A qué sabe el único terópodo de tamaño
> > decente que queda en
> > este mundo?
>
> [Mercader]
> Tentado por esa manía de ir delante en todo lo que pueda, me gasté el
> sueldo de media semana en un filete de avestruz y, sea por falta de
> instrucciones específicas, sea por mi paladar inexperto, sea porque el
> terópodo en cuestión era, en realidad un auténtico dinosaurio fosilizado
> y todo,  el tal filete se convirtió, al cocinarlo, en una inmunda
> piltrafa correosa con sabor a cordero pasado de fecha, visto lo cual me
> declaré enemigo irreconciliable  de futuros experimentos con bichos
> desconocidos.
> Sin embargo, juro que una experiencia a los quince o dieciseis años con
> un filete de ballena (cuando se vendía en los mercados de Madrid en los
> años cincuenta) me dejó una gratísima impresión. Una carne tierna, con
> una textura exquisita y un leve deje a pescado azul en el sabor, dejó un
> recuerdo que, todavía, no se me ha borrado de la memoria. No suena a
> ecológico pero entiendo a los japoneses y nórdicos que quieren acabar
> con todas las que puedan.
> Saludos.

  Carne de avestruz: Desconocida para mi
  Carne de ballena: Coincido con Mercader: magnifica
  Carne de camello : Manjar de dioses. Y si es de camella joven...Non
plus ultra. La comí en una visita turistica al Sahara español en 1968,
viaje en el cual (excesiva juventud por mi parte, tenia 26 años)
sabiendo que haria calor me lleve "ropa ligera" toda ella a base de
minifaldas... y creo que se enteraron todos los habitantes del
territorio (y parte del extranjero) de mi presencia, por ser la única
mujer que vestia así. Alli no se atrevian a llevar minifalda ni las
putas. De todos modos he de decir que me hicieron sentir peor las
miradas de los militares que las de los saharauis, mucho mas respetuosos
conmigo;  muy bien organizado el viaje por un buen conocedor del
territorio, tuve acceso a casas particulares que me invitaron a comer
sus guisos, y las mujeres saharauis pretendian ademas regalarme medio
ajuar en cada visita: para que no se ofendieran por mi rechazo tenia que
decir que a mi regreso Iberia no me permitiria tanto peso de equipaje.
  Saludos
  Elisenda