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[escepticos] memory.htm



recuerdo, recuerdo reprimido y falso recuerdo

Recuerdo es la retención y colección de experiencias. Recuerdo reprimido
es el que se dice que es retenido en la supuesta mente inconsciente,
donde puede afectar al pensamiento y la acción incluso aunque uno haya
olvidado aparentemente la experiencia en la que se basan los recuerdos.
Un falso recuerdo es un recuerdo que se basa en el rumor o la sugestión.
Los recuerdos falsos difieren de los recuerdos erróneos. Estos últimos
se basan en experiencias reales que son recordadas incorrectamente. Los
recuerdos falsos son recuerdos de haber experimentado cosas que uno
jamás ha experimentado. 
¿Cuan exacta y de fiar es la memoria? A menudo nos equivocamos al pensar
que recordamos las cosas con exactitud. Estudios sobre la memoria han
mostrado que a menudo construimos nuestros recuerdos después de los
hechos, que somos susceptibles a sugerencias de otros que nos ayudan a
rellenar los huecos que tienen nuestros recuerdos de ciertos sucesos.
Esta es la razón de por qué, por ejemplo, un policía que investiga un
crimen no enseñará la fotografía de un único individuo a la víctima,
preguntándole si reconoce al agresor. Si a la víctima se le presenta una
fila de personas y señala al individuo cuya fotografía se le ha
mostrado, no hay manera de saber si la víctima está recordando al
agresor o a su fotografía. 

Otro hecho interesante sobre la memoria es que los estudios han mostrado
que no hay correlación significativa entre la sensación subjetiva de
certidumbre que una persona tiene sobre un recuerdo y la exactitud de
ese recuerdo. Tampoco, contrariamente a lo que mucha gente cree, la
hipnosis beneficia a la exactitud del recuerdo. Debido a que las
personas son extremadamente sugestionables mientras están hipnotizadas,
muchos estados no admiten como evidencia en un juicio un testimonio
llevado a cabo bajo hipnosis.1 Es posible crear recuerdos falsos en la
mente de las personas mediante sugestión, incluso recuerdos de vidas
anteriores que nunca han vivido. Tavris resume las investigaciones
actuales sobre la memoria: 

La mente no registra todos los detalles de un suceso, sino sólo unos
cuantos aspectos; completamos el resto basándonos en lo que "debería
haber sido". Para hacer que un suceso quede en el almacenamiento a largo
plazo, la persona ha de darse cuenta de él, codificarlo y ponerlo a
prueba --hablar de él-- o  se desmorona. (Este parece ser el principal
mecanismo que opera detrás de la amnesia infantil, el hecho de que los
niños no desarrollen la memoria a largo plazo hasta más o menos los 3
años.) En otro caso, han descubierto las investigaciones, incluso las
experiencias conmovedoras que estamos seguros que nunca olvidaremos --el
asesinato de Kennedy, la explosión del Challenger-- se extinguirán en la
memoria, y el error entrará sigilosamente en lo que quede.2
Tavris también relata una historia de Jean Piaget, el gran psicólogo
infantil. Piaget afirmaba que su más temprano recuerdo era el de estar a
punto de ser raptado a la edad de dos años. Recordaba detalles tales
como el estar sentado en su cochecito, el observar a la niñera
defenderse del raptor, los arañazos en la cara de la niñera, y a un
policía con una capa corta y una porra blanca ahuyentando al raptor. La
historia estaba fundamentada por la niñera, la familia y otros que
habían oído la historia. Piaget estaba convencido de que recordaba el
suceso. Sin embargo, nunca ocurrió. Treinta años más tarde del supuesto
rapto, la antigua niñera de Piaget escribió a sus padres confesando que
se había inventado toda la historia. Piaget escribió más tarde: "Por
tanto debí haber oído, cuando niño, el relato de esta historia... y lo
proyecté en el pasado en la forma de recuerdos visuales, que eran el
recuerdo de un recuerdo, pero falso." Bien dicho. 

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No sabemos exactamente cómo funciona la memoria, sin embargo hay muchos
modelos explicativos de la memoria. Algunos de esos modelos identifican
la memoria con funciones cerebrales. En este modelo, por ejemplo, la
memoria disminuye con la edad debido a que las neuronas mueren conforme
envejecemos. Sólo hay tres modos de superar este hecho natural: 1.
explicarse la manera de detener la muerte de las neuronas; 2. explicarse
la manera de estimular el crecimiento de nuevas neuronas; o 3.
explicarse la manera de mantener a las neuronas que queden funcionando
más eficientemente mientras se va mejorando la parte menos activa. Hasta
ahora, parece que las opciones 2 y 3 son las más prometedoras. Sin
embargo, se ha informado de algunos resultados positivos en cuanto al
estimulo del crecimiento de nuevas células cerebrales mediante implantes
fetales. Y el Salk Institute ha informado de que las recientes
investigaciones en neurogénesis son alentadoras. Han observado el
crecimiento de neuronas en el área del hipocampo en ratones a los que se
situó en un ambiente estimulante. La investigación neurológica también
ha tenido cierto éxito haciendo que las neuronas funcionen mejor
mediante ampacinas, compuestos químicos llamados en ocasiones "drogas de
la memoria." Los primeros ensayos con humanos muestran excelentes
resultados, pero las muestras eran demasiado pequeñas como para
justificar que se saque conclusión alguna excepto la de que se necesitan
más estudios. Para aquellos que piensan que la memoria es una función de
alguna realidad no física, tales resultados pueden originar alguna
reflexión, aunque dudo de que un modelo no físico de la mente conduzca a
ninguna investigación significativa que beneficie a la humanidad. Para
aquellos que postulan que la memoria es una función cerebral, no hay una
única dirección la seguir para las investigaciones, pero espero que haya
éxito en descubrir algo verdaderamente útil. 

Por otra parte, uno de los más cuestionables modelos de memoria es el
que supone que toda experiencia que tienen las personas se "registra" en
la memoria y que algunos de nuestros recuerdos son de sucesos
traumáticos, demasiado horribles como para quererlos recordar. Estos
horribles recuerdos están encerrados en la supuesta "mente
inconsciente," es decir, reprimidos, sólo serán recordados en la madurez
cuando un suceso detonante le abre la puerta a la mente inconsciente.
Tanto antes como después de la evocación del recuerdo reprimido, este
produce trastornos físicos y psíquicos en las personas. 

Este modelo de memoria es discutible porque supone que uno está teniendo
problemas para funcionar como ser humano saludable debido a traumas
infantiles reprimidos, y supone que si uno recuerda repentinamente un
trauma de la niñez, este debe ser exacto. La razón de que este modelo
sea discutible no es porque la gente no tenga experiencias desagradables
y penosas. Tampoco es erróneo afirmar que a menudo los niños
experimentan tanto cosas maravillosas como brutales para las que no
tienen recursos conceptuales ni lingüísticos. Como niños son a menudo
incapaces de entender qué están experimentando. Como adultos, pueden
llegar a entender lo que les ocurrió de niños. Los niños a menudo sufren
de abusos; reprimen la experiencia y más tarde en su vida los recuerdan.
No hay fantasía en eso. 

Sin embargo, no hay evidencia que apoye la afirmación de que recordamos
todo lo que experimentamos. De hecho, hay abundante evidencia que apoya
la afirmación de que nos es imposible incluso prestar atención a todos
los elementos perceptuales de una experiencia dada, mucho menos
recordarlos todos. No hay evidencia que apoye la afirmación de que todos
los recuerdos de sucesos pasaran como como se recuerda que pasaron ni
incluso que pasaran. Y no hay evidencia que apoye la afirmación de que
la certeza subjetiva sobre la exactitud de los recuerdos o lo vívido de
los mismos se correlacione significativamente con su exactitud. Por
último, la afirmación de una conexión causal entre los abusos y la salud
o la conducta no garantiza la conclusión de que la salud y la
enfermedad, mentales o físicas, es un "signo" de haber sufrido abusos. 

El mayor divulgador de este mito sobre la memoria fue Sigmund Freud,
quien aparentemente sabía que era un mito. El mito se amplió con la
Dianética de L. Ron Hubbard, a quien aparentemente no importó si era o
no un mito aunque les echaba la culpa de todos los trastornos físicos y
psíquicos a las experiencias prenatales o de la niñez más temprana,
experiencias que posiblemente no podían ser "registradas" por la mente
consciente ya que la mayoría de ellas sucedían antes de que el cerebro o
la mente o el lenguaje existieran en la persona. 

Este mito es la base de cierto número de trabajos psudocientíficos
llevados a cabo por los autoproclamados expertos tales como Ellen Bass,
Laura Davis, Wendy Maltz, Beverly Holman, Beverly Engel, Mary Jane
Williams and E. Sue Blume.3 Durante los refuerzos comunitarios muchas
opiniones sin fundamento, que incluyen la afirmación de que
aproximadamente la mitad de las mujeres han sufrido abusos sexuales, son
aceptadas como `hechos´ por muchas personas. Carol Tavris escribe 

En lo que sólo puede denominarse como un acuerdo incestuoso, los autores
de estos libros dependen cada uno de los trabajos de los demás porque
son la evidencia que apoya el propio; se respaldan unos a otros y
recomiendan los libros de los demás a  sus lectores. Si uno de ellos se
presenta con una estadística inventada --tal como "más de la mitad de
las mujeres son supervivientes de un trauma sexual infantil"-- se
intercambian las cifras como los cromos, reimpresas en cada libro y por
fin sacralizadas como hechos. De ese modo el ciclo de desinformación,
estadísticas defectuosas y afirmaciones invalidadas se automantiene.4
Una diferencia significativa entre este grupo de expertos y, digamos, un
grupo de físicos es que los expertos en abuso de niños han logrado su
status de autoridades no por formación científica sino bien por (a)
experiencia [han sido víctimas de abusos cuando niños o tratan a
víctimas de abusos infantiles en su calidad de trabajadores sociales],
bien por (b) han escrito un libro sobre abuso infantil. Los expertos en
abuso infantil no están formados para la investigación científica, lo
que, observa Tavris, "no es una murmuración sobre su talento para
escribir sobre terapia o para practicarla, sino que parece ser una causa
de su analfabetismo científico." 
He aquí algunas de las nociones acientíficamente fundamentadas y no
probadas que están poniendo en circulación estos expertos en abuso
infantil: (1) Si no estás seguro de que sufrieras abusos de niño o te
parece que pueden ser imaginaciones tuyas, eso es un signo de "síndrome
postincesto" [Blume]. (2) Si no eres capaz de recordar ningún ejemplo
preciso de haber sufrido abusos, pero aún así tienes una sensación de
que algo ofensivo te ha ocurrido, "probablemente te ocurrió" [Bass and
Davis]. (3) Cuando cualquier persona es incapaz de recordar su niñez o
sus recuerdos son muy borrosos "puede considerarse el incesto como una
posibilidad" [Maltz and Holman]. Y, (4) "Si después de todo tienes
alguna sospecha, algún recuerdo, no importa lo vago que sea,
probablemente ocurrió en realidad. Lo más probable es, con mucho, que
estés bloqueando los recuerdos, negando que ocurriera."  [Engel] 

Se han desarrollado industrias enteras a la sombra de la histeria que
acompaña inevitablemente a las acusaciones de abuso infantil. Los
excesivamente entusiastas acusadores contratan a los excesivamente
entusiastas terapeutas para que documenten los abusos. A los terapeutas,
que normalmente trabajan con niños para recuperarlos del trauma que les
produjo un abuso, se los contrata para que interroguen a niños y
averigüen si sufrieron abusos. Parece importar poco a los acusadores que
el terapeuta pueda presuponer que el niño han sufrido abusos. A pesar
todo demasiado a menudo el terapeuta o el acusador sugieren el abuso al
niño y este no sólo empieza a "recordar", sino que comienza a fantasear
y a fabular para complacer al interrogador. El niño puede no creerse que
ninguno de los sucesos de los que da testimonio realmente ocurriera,
pero de buena gana dará testimonio de las más terribles escenas de abuso
involucrando a padres, abuelos, maestros, vecinos, amigos e incluso a
absolutos desconocidos la primera vez que se los señalen. Si un niño
llega a creer que realmente ha experimentado los sucesos relatados
aunque estén inculcados en su mente por las sugerencias e incitaciones
de los terapeutas y acusadores, entonces el niño posee un recuerdo
falso. Nadie imparcial declararía culpable a un padre o a un tutor sobre
la base de tan contaminado testimonio.5 

No sólo se ha acusado de inculcar recuerdos falsos a los terapeutas que
trabajan con niños, sino también a los que trabajan con adultos. Los
terapeutas que usan hipnoterapia para estimular a sus pacientes a
"recordar" sucesos de la niñez (e incluso de vidas pasadas) son
especialmente vulnerables a la acusación de que sugieren recuerdos
falsos a sus clientes. 

Desde Marzo de 1992, la False Memory Syndrome (FMS) Foundation de
Filadelfia ha reunido más de 2.700 casos de padres que informan de las
falsas acusaciones resultantes de "recuerdos" recuperados durante un
tratamiento.6 La FMS Foundation afirma que estos casos incluyen unas 400
familias que han sido demandadas o amenazadas con demandas por abuso de
niños.7 Víctimas de adultos ilusos los niños que falsamente acusan a sus
padres o a otras personas de haberlos sometido a abusos sexuales se
están defendiendo. Laura Pasley, que trabaja en el departamento de
policía de Dallas, acudió a un terapeuta en 1985 a por un tratamiento
contra la bulimia. Actualmente ha demandado al terapeuta que la
convenció de que había sufrido abusos cuando niña. El terapeuta le
habría dicho que había sufrido abusos y entonces, cuando rechazó
creérselo, aquel le habría dicho que ella no deseaba en realidad ponerse
bien. Ella dijo que deseaba ponerse bien "por encima de todo" y de ese
modo siguió con el terapeuta. Al final, sin embargo, dice que "mandé a
la basura todo de mi terapia."  La historia de Ms. Pasley se está
repitiendo en los juzgados de todo el país. 

Los peligros de esta fantasía sobre la memoria son manifiestos: no sólo
los recuerdos falsos son tratados como recuerdos reales, sino que
recuerdos reales de abuso real pueden tratarse como recuerdos falsos y
pueden proporcionar a culpables auténticos una defensa creíble. Después
de todo, a nadie beneficia animar a que en la memoria haya una creencia
que sea falsa. Cualquier teoría de la memoria de la que uno sea
partidario, si no trae consigo el comprobar la evidencia corroboradora
ni el intentar verificar de modo independiente las afirmaciones del
abuso recordado, es una teoría en peligro de producir más daño que
alivio. 



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Una variante de la memoria de lo no experimentado es la idea de que
cualquier persona puede recordar experiencias de vidas pasadas. Esta
fantasía la han perpetuado principalmente los informes de personas que,
en sueños o bajo hipnosis, recuerdan experiencias de gente que vivió en
tiempos pasados. Un caso típico de regresión a vidas pasadas es el de
Bridie Murphy, de quien ya hemos dicho bastante en otro lugar. 



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Así pues, ¿se deben descartar de antemano los informes sobre recuerdos
reprimidos? ¡Por supuesto que no! Sin embargo, tendría que haber
intentos de corroborar tales recuerdos mediante testimonios y evidencias
independientes antes de extraer conclusiones sobre experiencias reales,
en particular de abusos y crímenes. Tales informes tendrían que ser
tomados en serio así como examinados críticamente, prestándoles toda la
atención y el análisis investigador que le daríamos a cualquier alegato
criminal. Sin embargo no debemos apresurarnos al juzgar la exactitud de
los recuerdos ni la conexión causal entre las experiencias del pasado y
los problemas del presente. Los recuerdos reprimidos durante años que de
repente se recuerdan no se deben rechazar como falsos automáticamente.
Tampoco esos recuerdo se deben aceptar como verdaderos automáticamente.
En términos de verificación de su exactitud, esos recuerdos, no se deben
tratar de modo diferente que cualquier otro tipo de recuerdo. 

Véanse también las voces relacionadas en: Bridie Murphy, dianética,
hipnosis, mente, reencarnación, terapia del recuerdo reprimido, y
terapia de la búsqueda de traumas. 



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Notas 

Véase Elizabeth Loftus, Eyewitness Testimony, Harvard University Press,
1980. Véanse también dos artículos en la Skeptical Inquirer, Vol. XII
No. 2, Invierno de 1987-88: "The Power of Suggestion on Memory" por
Robert A. Baker y "Fantasizing Under Hypnosis: Some Experimental
Evidence" por Peter J. Reveen. Tres testigos de un atraco a mano armada
organizado fueron hipnotizados por Reveen. Sus informes fueron muy
detallados, pero ninguno concordaba con el de los demás y ninguno se
acercó a los hechos reales del suceso. 
Carol Tavris, "Hysteria and the incest-survivor machine," Sacramento
Bee, Forum section, January 17, 1993, p. 1. Tavris es el autor de varias
obras sobre psychology, incluyendo The Mismeasure of Woman (New York:
Simon & Schuster, 1992). También es la editora de Every Woman's
Emotional Well-being (Garden City, N.Y. : Doubleday, 1986). 
ibid. 
ibid. 
Sí, ha ocurrido. En una versión moderna de la caza de brujas de Salem,
el caso del parvulario McMartin ejemplifica lo peor de la justicia
institucionalizada en cuanto a la caza de corruptores de menores. Véanse
Mary Ann Mason, "The McMartin case revisited: the conflict between
social work and criminal justice," [on evaluating the credibility of
children as witnesses in sexual abuse cases] Social Work, v. 36, no. 5
(Sept, 1991), pp. 391-396, y Marion Zenn Goldberg, "Child witnesses:
lessons learned from the McMartin trials," Trial, v. 26, no. 10 (Oct,
1990), pp. 86-88. Véanse también Richard Lacayo, "The longest mistrial;
the McMartin Pre-School case ends at last," Time (August 6, 1990), p.
28; Frank McConnell, "The trials of television: the McMartin case,"
Commonweal (March 23, 1990), pp. 189-190; Douglas J. Besharov,
"Protecting the innocent," National Review (Feb 19, 1990), pp. 44-46;
Margaret Carlson, "Six years of trial by torture: children, defendants,
jurors and judge were all abused in the wasteful McMartin case," Time
(Jan 29, 1990), pp. 26-28; y "The child-abuse trial that left a national
legacy," U.S. News & World Report (Jan 29, 1990), p. 8. 
"`Trauma searches' plant the seed of imagined misery," Joseph de Rivera,
The Sacramento Bee, May 18, 1993. De Rivera es profesor de psicología en
la Clark University de Worcester, Massachusetts, y es asesor de la False
Memory Syndrome Foundation. 
The Sacramento Bee, 18 de Marzo de 1993, p. B4. El artículo,
"Represed-memory lawsuits spur backlash from accused," de Claire Cooper
bosqueja el campo de batalla legal donde el hijo y la hija demandan al
padre y a la madre que demandan a sus hijos y a los terapeutas de sus
hijos. 
ibid. 

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lecturas recomendadas 

La página web de la False Memory Syndrome Foundation 
Recovered Memories or Modern Witch Hunt? de Douglas E. Hill 
Información sobre el caso de Paul Ingram (de Olympia, Washington) 
Recovered Memory Therapy and False Memory Syndrome de John Hochman, M.D. 
Clinicans' Experiences Regarding Recovery of Sexual Abuse Memories 
Página de información sobre la caza de brujas 
Análisis del Searching for Memory de Daniel Schacter 
Mapa de carreteras de la mente 
Neurociencias en Internet 
Journals from Cold Spring Harbor Laboratory Press on Learning and Memory 
Recovered Memories of Sexual Abuse: Scientific Research & Scholarly
Resources de Jim Hopper, M.A. 
La manzana de Newton: ¡memoria para niños de todas las edades! 
Baker, Robert A. Hidden Memories: Voices and Visions From Within
(Buffalo, N.Y. : Prometheus Books, 1992.) 
Loftus, Elizabeth F. Memory, Surprising New Insights Into How We
Remember and Why We Forget (Reading, Mass.: Addison-Wesley Pub. Co.,
1980). 

Loftus, Elizabeth F. Eyewitness Testimony (Cambridge, Mass.: Harvard
University Press, 1979). 

Loftus, Elizabeth F. and James M.Doyle. Eyewitness Testimony: Civil and
Criminal (New York, N.Y.: Kluwer Law Book Publishers, 1987). 

Loftus, Elizabeth and Katherine Ketcham. Witness for the Defense : The
Accused, the Eyewitness, and the Expert Who Puts Memory on Trial (New
York: St. Martin's Press, 1991). 

Loftus, Elizabeth. The Myth of Repressed Memory (New York: St. Martin's,
1994). 

Ofshe, Richard and Ethan Watters. Making Monsters: False Memories,
Psychotherapy, and Sexual Hysteria (New York: Scribner's, 1994). 

Schacter, Daniel L. Searching for Memory - the brain, the mind, and the
past (New York: Basic Books, 1996). 

Wakefield, Hollida and Ralph Underwager. Return of the Furies - An
Investigation into Recovered Memory Therapy (Peru, Illinois: Open Court
Publishing Co., 1994).  


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