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[escepticos] * La "tercera vía" de Tony Blair
[Mig]
Talvez como dijo el gran filosofo y pensador F. Mercader, haya al
fin y al cabo una "mecanica cuantica" de la felicidad, o sea, no se
puede conseguir que dos particulas sean total y perfectamente felices,
pues al aumentar la felicidad de una, aumenta la infelicidad de la
otra.
Si este es el caso, tendremos pensadores al estilo de Einstein que se
opondran tenazmente a esta idea.
[Mercader]
No me tomes el pelo. Lo que sí es verdad es que expresas mis ideas
mejor que yo mismo.
[Mig]
A mi me atrae justamente la hipotesis cuantica de la felicidad, o sino
seria universo muy aburrido, pero pensemos, al comer un bife nos
sentimos felices, solo que habra alguna vaca infeliz que pago el pato,
consegui un empleo, pero habra un infeliz al que le he robado el
lugar,
el sindicato consiguio un aumento brutal en el salario de sus
asociados
atraves de una huelga triunfadora, pero el resto de la sociedad
tendran
que pagar este salario, consegui un buen descuento en la compra de una
camisa, malo para el vendedor que se ha quedado sin el lucro, y asi
vamos ad infinitum.
[Mercader]
Podríamos conceder media parte de la razón a los partidarios tipo
Einstein, concediendo que la tasa de felicidad subjetiva depende
enteramente del estado anterior del que provenga el sujeto. La
felicidad obtenida por un hambriento al encontrar un mendrugo de pan
podría ser comparable a la de mi vecino del ático que, por fin, ha
podido cambiar su Harley Davidson 1200 por un Ferrari Testarossa de 12
cilindros.
[Mig]
Es posible que la raza humana como un todo consiga mas "felicidad"
disminuyendo un poco su entropia (o sea, extrayendo orden del resto
del
planeta), pero al fin y al cabo el planeta tierra paga el pato como un
todo con la contaminacion, la extincion de especies animales y todo
eso,
en fin, que parece que nada es gratis.
[Mercader]
Eso ya lo veo más discutible. Si experimentamos (como el noventa por
ciento de los humanos) la felicidad como un estado de presente, una
sensación circunstancial y momentánea, no veo cómo la disminución de
la entropía, rebajando su nivel de confort, proporcionará más
felicidad al común de los mortales. Tenemos, al parecer, una curiosa
tendencia a la imprevisión, agotando los recursos sin acordarnos del
futuro inmediato por evidente que se nos presente la hecatombe final.
Parece que la predisposición general, es la de velar por nosotros y,
como mucho, por nuestros allegados inmediatos. Que alguien me
explique, si no, han de superar tantas resistencias o, incluso, por
qué caen en saco roto las advertencias de quienes ven los peligros
del agotamiento de los recursos.
Saludos.