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[escepticos] Fwd: ciencia, razon, falsa conciencia (fwd: de Symploké )



>Date: Tue, 01 Jun 1999 12:20:30 +0100
>From: Pedro Santana Martinez <pedro.santana en dfm.unirioja.es>
>Subject: ciencia, razon, falsa conciencia
>X-Sender: psantana en pop.unirioja.es
>To: symploke-list en listas.uniovi.es
>Reply-to: listasf en si.uniovi.es
>Comments: mas informacion en: http://www.uniovi.es/~filesp/grupos.htm
>
>Queridos contertulios:
>
>Después de algún tiempo ausente, por diversas razones, de la lista, las
>intervenciones últimas me han despertado el interés por intervenir en el
>debate, suscitado, entre otros, por José Biedma. Lo que digo se ha de
>entender contra sus últimos mensajes.
>El problema no es si hay física fuera del _Manual de Física_ de la última
>edición.
>Que la hay, lo admite cualquiera. Como podemos admitir que no sabemos
>demasiado acerca del manual de dentro de, por ejemplo, cincuenta años,
>aunque sea posible conjeturarlo y aunque algunos pretendan saberlo. Lo
>inadmisible es igualar y asimilar las llamémoslas, por llamarlas de algún
>modo, diversas formas de conocimiento.
>Sin embargo, el de todas ellas es el tribunal de la razón y este tribunal
>ha de reconocer la peculiaridad de las ciencias con respecto al mito, la
>ideología, etc.
>Esta afirmación me parece una conclusión apagógica. El tribunal ha de ser
>el de la razón porque no hay otro. O, más bien, el otro tribunal será
>siempre el de un poder concreto, que no tenemos por qué identificarlo
>precisamente con la razón, y tal cosa es racionalmente inadmisible. Además,
>una cosa es la razón y otra la ciencia. El citado (por José) Feyerabend
>parte en general de una identificación entre ambas de considerable éxito
>popular. Sobre esto, quizá valiera la pena no confundirse. Y es que el
>descrédito de la razón y de la ciencia promovido por Feyerabend no surge de
>la constatación de Auschwitz. Sale de la derrota de Alemania en 1918, pero
>en fin, esto es otra historia. Cosa distinta es que luego se aproveche de
>(y critique con acierto) las simplificaciones de las teorías de la ciencia
>con las que el susodicho se encontró tras la II Guerra Mundial.
>Los límites de las ciencias, y los del conocimiento racional en general, no
>son descubrimientos sorprendentes hechos en nombre del mito o de la
>religión. Son constataciones racionales muchas veces hechas en nombre de
>una ciencia frente a otra y otras veces consecuencia del desarrollo de la
>propia ciencia particular. Alguien puede legítimamente señalar un problema
>no resuelto de una disciplina determinada, pero al hacerlo ya se estará
>movimiendo dentro del dominio de esa disciplina. Añadiría que es admisible
>subrayar el papel psicológico, por ejemplo, de la constatación de las zonas
>de sombra, pero eso no quitaría un ápice a la racionalidad y a la necesidad
>(en un sentido que luego aclaro) del conocimiento científico. Ni tampoco
>serviría para hacer pasar por ciencia lo que no lo es. En ese sentido, si
>decimos que una oblea de pan ácimo, son tales y tales moleculas, o si
>decimos que es un bien tasado en el mercado en 0,00045 euros, estamos
>categorizando algo de diversas maneras posiblemente científicas que no son
>compatibles con la idea de transustanciación, porque las ideas implícitas
>en este proceso son incompatibles con lo que sabemos acerca de la materia
>(Y acerca de la economía; si fuera verdad, ya se iban a vender tan baratas
>*nota&). Si alguien mantiene ambas cosas a la vez, allá él. Si se me dice
>que ese lo "que sabemos" es falible, la única respuesta es la del "bueno y
>qué!". La situación planteada históricamente en este caso concreto no es el
>de la coexistencia de dos planos, uno científico y otro teológico o
>fideístico, sino la de la imposibilidad de la misma, porque lo cierto es
>que el de la transustanciación es un teorema que compromete a varias ideas
>filosóficas que, a su vez, pueden estar conectadas con posibles conceptos.
>En ese sentido si el conocimiento científico sobre la oblea (junto con el
>conocimiento científico sobre muchas otras cosas) niega el fundamento de
>tales ideas se hace imposible el mantener ambas tesis a la vez. Mal
>misterio sería, entonces el que quedase en mera curiosidad psicológica de
>algunos sujetos. Triste misterio el de los contenidos de la falsa
>conciencia.
>Naturalmente, diversas teologías pueden venir al rescate en este caso
>concreto, pero sólo al precio de desconectar la consagración del proceso
>transustancional.
>Sería interesante comprobar entonces que diversas nociones de signo (y
>otras cercanas como, precisamente, la de imagen) concurrirían en tal
>concepción, como de hecho ha sido el caso no pocas veces.
>La necesidad, en consecuencia, de los conocimientos científicos de la que
>hablé, debe entenderse en el contexto de la mutua imbricación de las
>diversas formas de conocimiento, la cual no debe dejar vivir en paz a
>ninguna de ellas. Esa necesidad debe entenderse, dejando de lado ahora
>otros sentidos, en el de su inevitabilidad, en el de la impertinencia de la
>exclusión u olvido de la ciencia en nombre de una comunidad democrática de
>formas de conocimiento, un relativismo que sólo oculta el ejercicio de un
>poder al que convienen las sombras.
>Si la razón es sobre todo práctica, los que promueven saberes alternativos
>hacen bien en aplicarse, con su propio dinero,las correspondientes
>tecnologías. No se trata (como parece que una vez contestó Feyerabend) de
>volar en escobas si se supiera cómo, sino de lanzarse al vacío sobre una
>para demostrar apodícticamente que las escobas son como los aviones o, por
>el contrario, callarse. También es cierto que no se excluye que haya quien
>pretenda barrer con aviones. Los hay también que pretenden barrer con el
>pensamiento. Suele pasar que tras acabar la sesión de meditación, otro ha
>barrido. Ante las pretensiones de que tal cosa se ha producido precisamente
>porque meditaban (o, por ejemplo, rezaban), cabe contestar con una huelga,
>a ver si la pretensión meditabunda se sigue formulando de manera igualmente
>animosa.
>
>*nota& Alguien señalará, con razón, que el valor añadido lo pone la mano de
>obra sacramental. En efecto, el precio de la hostia consagrada sería
>infinito, por lo tanto ésta no estaría sujeta a la condición de bien o
>mercancía, pero entonces el coste del factor citado sería también infinito.
>No se comprende bien entonces cómo se calcula el salario (que sale del
>presupuesto público) de una mano de obra que debiera ser no altamente, sino
>infinitamente, cotizada por su productividad, la cual alcanza escalas
>fractales, como es sabido en el caso en cuestión: todo el producto en
>cualquier ínfima parte de los factores no fijos (la inversión inicial en
>planta (de cruz) e utillaje, así como los salarios,  excluidos). Nótese que
>la demanda altamente inelástica de factores de origen agrario se compensa
>con la divisibilidad infinita de las unidades con que se opera, lo que
>permite disminuir los costes en ese capítulo tanto como sea menester. Por
>eso mismo, lo que en otro proceso de producción serían restos perdidos
>inevitablemente por fricción, no computables en la partida de activos, son
>aquí bienes preciosísimos.
>
>Como los bienes de los que se trata, en cualquier caso, son de precio
>infinito, nos escapamos de la economía, pero también del raciocinio. La
>apuesta de Pascal se basaba precisamente en el valor infinito de un bien,
>el cual, según él, bastaba para hacer racional la apuesta por la Fe. Más
>bien habría que decir que la tasación de un valor infinito (al menos frente
>a los demás finitos) haría imposible la aplicación del cálculo. Quizá la
>renuncia a la geometría hace pensar que este análisis ludita lo hacía el
>francés a beneficio de inventario, pero algunos ya hemos dicho en esta
>lista que fuera del cálculo no hay finesse.
>
>No pretendo molestar a ningún suscriptor, economista o religioso, con este
>mínimo análisis. Se trata de mostrar qué diría la ciencia económica ante
>este asunto tratado con sus categorías. Nos encontraríamos con dificultades
>aún mayores que en el caso del análisis físico-químico. No hará falta decir
>que un análisis económico de las instituciones religiosas habría de ir por
>caminos muy distintos.
>
>Un saludo cordial
>
>Pedro Santana Martínez
>dfm
>UR
>