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[escepticos] Control alimentario y control nuclear



El problema de un control alimentario -al contrario de lo que sucede con el control de la seguridad nuclear- es la dispersión de factores. No es que en la seguridad nuclear no suceda (los puntos de generación de resíduos, por ejemplo, son incontables: baste con imaginarse las unidades de rayos X que hay por el país...), pero es que en materia agroalimentaria son infinitos puesto que aún estamos en una fase -ciertamente decadente- de pequeñas explotaciones y pequeñas empresas agrarias.

El proceso a través del cual un pollo llega a nuestros tenedores es complejísimo porque empieza en el primer factor de generación de su pienso (de ahí ha venido, por ejemplo y por cierto, el problema de las dioxinas). Por eso se incide sobre el control del producto final y se "aprieta" menos (MENOS, no "nada en absoluto") sobre otros factores; no obstante, el tema "piensos" y el tema "farmacología" son objeto de control cuidadoso. No siempre triunfante, como es notorio.

Sin embargo, la quiebra del sistema es ocasionalmente inevitable: ¿cuántas granjas avícolas hay en Europa? ¿Cuántos mataderos avícolas autorizados? En una época en que parece que un mayor número de funcionarios es síntoma de subdesarrollo, en plena furia recortadora de presupuestos públicos, la dotación de plazas de inspectores y de veterinarios suficientes para asegurar SÓLO EN UN 60 POR 100 la higiene alimentaria movería cifras de locura.

Por lo demás, y como en todos los delitos, "la ley y el orden" actúa siempre en desventaja, puesto que el delincuente es quien escoge el lugar y el momento tras una cuidadosa planificación; puede detenerse al asesino pero es muy difícil impedir el asesinato. Nos enteramos de que un tío vende piensos con dioxinas cuando salta la alarma al analizar un pollo en un control rutinario: a partir de ahí, todos los pollos en cuarentena pero... ¿cuántos se han distribuido para entonces?

Puede combatirse el fraude, puede ponérsele muy difícil al envenenador, pueden utilizarse duras medidas disuasorias, pero casos como el de las "vacas locas", de los "pollos dioxínicos" y otros similares, de un año para otro son inevitables. Pensemos, aparte de esto, en el factor político (sucio, indeseable, si se quiere, pero insoslayable): el pollo es un alimento de choque cuando los números de la inflación van mal y cuando esto pasa -como nos está pasando a nosotros y a media Europa- hay que poner pocas pegas a las toneladas. Puede parecer una tontería pero el Banco Central Europeo hubiera podido evitar lo de los pollos mucho mejor que todos los controles agroalimentarios y sanitarios del universo... con sólo bajar un poquito menos los tipos de interés.

Javier Cuchí
javiercuchi en latinmail.com
Barcelona-España-UE


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