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Neurotransmisores (era RE: [escepticos] Aviso para navegantes... por Internet)
Hola:
Julio preguntaba:
> PD: Catalá, ¿serías tan amable de explicarme eso de que "porque una
adiccion (fisica o psicologica) tiene un transfondo de bailoteo de
neurotransmisores de ni te menees."? Gracias in advantage.
La historia parece que va sobre los circuitos neuronales "de recompensa" dos
regiones situadas en el hipotálamo y el área tegmental ventral o ATV, dichas
áreas intervienen muy activamente en funciones como el hambre, la sed o la
sexualidad.
Las neuronas del ATV sintetizan la dopamina (de dihidroxifenilalanina y no
del ingles dope) y la liberan a distancia en áreas cerebrales conocidas como
reguladoras de la emotividad: septum, amígdala y núcleo accumbens.
Ahora bien, drogas como la cocaína, el éxtasis, tabaco, alcohol, morfina, y
los derivados de estas ..., todos estos productos que en el ser humano
producen dependencia tienen en común una propiedad, aumentan la cantidad de
dopamina disponible en una zona del "circuito de recompensa" del cerebro,
bien impidiendo la recaptura de la dopamina (cocaína y derivados y
anfetaminas) bien impidiendo su degradación (nicotina, alcohol), aumentando
su producción (nicotina y opiaceos), aumentando su liberación (anfetaminas),
o manteniéndola a un nivel muy alto como en muchas adicciones psicológicas.
La dopamina tiene un papel más complejo que el de un simple mensajero del
placer. Su liberación (natural) puede deberse a la sola presencia de la
recompensa, por inacesible que sea, y el entorno en la que esta se
encuentra.
Por ejemplo, un lapiz de labios evocará la boca de una mujer, asociada a su
vez a una satisfación física, etc... Al principio, las neuronas que liberan
dopamina son activadas por las características primarias de la recompensa,
como el olor, la forma, la textura. Estos diversos rasgos se asocian
progresivamente a ciertas señales del ENTORNO. Despues del aprendizaje, la
sóla presencia de estas señales activa la liberación de dopamina que, a su
vez, provoca el COMPORTAMIENTO MAS IDONEO PARA LA OBTENCIÓN DE LA
RECOMPENSA. De esta forma, los animales, incluido el ser humano, aprenden
que en distintos entornos hay recompensas, comida, bebida, sexo...
Las drogas, al activar la liberación de dopamina, informan de la existencia
de una recompensa, este efecto se refuerza con cada toma produciendose una
tolerancia inversa o sensibilización comportamental. En experimentos con
animales esta reación sólo aparece si el animal recibe su dosis en un
entorno no cambiado, y, sobre todo, si se mantiene varios meses después de
la última toma (en el ser humano, con su capacidad de aprendizaje muy
superior al de los animales, este tiempo se puede medir en años). Asi pues,
parece que la droga pone de relieve, sobre todo, el ambiente asociado a la
recompensa. Habría que disociar la busqueda de la droga (que está bajo el
control de las neuronas que liberan dopamina) de la satisfación que esta
produce.
Respecto a esto último existe el caso de los soldados norteamericanos en la
guerra de Vietnam, el la cual había un porcentaje de heroinómanos
elevadísimo y se previó la preparación de un programa expecial de
desintoxicación, afortunadamente, al cambiar el ambiente, el nivel de
toxicómanos descendió hasta un nivel apenas superior al de la población
general.
En una situación normal, la fluctuación de la actividad de las neuronas que
liberan dopamina dura de uno a dos segundos, las drogas actuan directamente
sobre estas neuronas, haciendo que dicha fluctuación dure decenas de
minutos. Todos los elementos del ambiente, así como las sensaciones físicas,
sin discriminación, pueden estar asociados a la recompensa, La dependencia
se mantiene durante años, incluso en ausencia de la droga.
El umbral a cuyo alrededor fluctúa la actividad de las neuronas liberadoras
de dopamina es fundamental en la actitud ante las drogas. En función de este
umbral, el cerebro busca la recompensa y siente satisfacción o carencia,
según se encuentre por encima o por debajo de aquel "nivel tímico".
El nivel tímico de un individuo dependería, entre otras cosas, de la
integración de las actividades de las neuronas liberadoras de dopamina en
las horas, los días e incluso los años precedentes. La base de este umbral
propio se formaría durante los primeros años del desarrollo. Pero luego
sería modelado permanentemente por todos los parámetros internos y externos
a los que está sometido el individuo. Cualquier situación, cualquier
pensamiento consciente o incosciente, que hace que el sistema se situe por
debajo de este umbral provocaría, por una parte, una sensación de malestar,
y por otra, una actividad destinada a alcanzar un nivel aceptable. Para que
la sensación desagradable desaparezca, se debe alcanzar y, eventualmente,
sobrepasar el umbral, y lo que es mas: todo comportamiento que rebase
demasiado ese umbral tiene como consecuencia el aumentarlo, por lo que para
obtener nuevas satisfacciones se necesita un esfuerzo más importante. Las
drogas aumentan ese umbral y dicho aumento crónico hace que, a medio plazo,
aumente la probabilidad de encontrarse por debajo de dicho umbral.
El estres provoca la liberación de dopamina y el estres crónico también
eleva dicho umbral y la reactividad de las neuronas frente a las drogas, por
lo que vivir en un ambiente marginal, tener una infancia poco feliz, y miles
de situaciones de estres crónico pueden hacer a un individuo mucho más
receptivo a las drogas.
Toda esta chapa es un resumen de un artículo sobre "Drogas, dopamina y
placer" de Mundo Científico (abril 1998) y alguna otra cosilla, y en el
Txori Herri Medical Healt aparecía esta noticia breve:
La Dopamina parece que no es la fuente del Placer. La tradicional asociación
entre dopamina y centros del placer y recompensa del cerebro se tambalea
tras nuevos estudios realizados con sofisticados microsensores que miden
cómo interactúan los neurotransmisores en el cerebro en tiempo real (en
ratones, claro) y se ha visto que cuando se estimulan desde fuera los
centros del placer sí aparece la dopamina pero no cuando el propio ratón lo
hace. Otros neurotransmisores (serotonina seguramente) serían el verdadero
punto final (no nos sorprende...)
http://www.sciencedaily.com/releases/1999/03/990304052313.htm
La nota de prensa original en:
http://www.unc.edu/news/newsserv/research/wightman.htm
Un saludo
Arturo Ríos
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Para mi lo inverosimil e increible no es el azar
sino el determinismo. (A. Mont)
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