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RE: [escepticos] comentarios sobre agnosticismo-ateismo



-----Mensaje original-----
De: Miguel Angel Ballester Oyarzun <mb11294 en zurron.upna.es>
Para: escepticos en ccdis.dis.ulpgc.es <escepticos en ccdis.dis.ulpgc.es>
Fecha: jueves, 16 de septiembre de 1999 5:13
Asunto: [escepticos] comentarios sobre agnosticismo-ateismo



> QUE DEFINICION DE DIOS ESTAIS DANDO?????????????????????????????????
>
>CUANDO ME LO ACLAREIS...PODREMOS SEGUIR HABLANDO...HASTA ENTONCES ESTAIS
>DISCUTIENDO COSAS SIN SENTIDO...PORQUE EL CONCEPTO DE DIOS DE ALGUNOS PUEDE
>SER TAN GENERAL COMO PARA INCLUIR LO QUE OTROS NO LLAMAN ASI.....
>
>


Al menos yo te daré mi definición: "Dios: entidad pre-existente al universo
y su creador conforme a un plan, en el que la humanidad ocupa un lugar
preferentísimo". Esta es, a mi juicio, la característica definitoria de la
divinidad porque expresa con rotundidad su carácter necesario en oposición
al contingente de toda su creación, y, también, afirma la naturaleza
trascendente de la existencia humana. Que luego se le quiera vestir con
características adicionales -omnisciencia, omnipotencia, etc.- o simplemente
se le contemple como el primer motor que puso todo esto en marcha y  ya no
interfiere en su evolución, es puramente anecdótico. Ahora bien, SEA CUAL
SEA EL CONCEPTO DE DIOS que utilicemos, y mientras no poseamos prueba alguna
que nos desdiga, sólo podemos inferir que se trata de un constructo de
nuestra mente, cimentado, cierto es, por siglos y siglos de tradición, cuyo
peso ha provocado que algún colistero vea diferencias entre dios y el
ratoncito pérez en tanto que invenciones de nuestra fantasía.
Por consiguiente, punto 1: Cualquiera que sea el concepto de dios que
barajemos, es forzoso admitir que se trata de un producto netamente humano.
La misma variablidad de dioses a lo largo de la historia y de las culturas
obra a favor de esta hipótesis.
Punto 2: Nunca se ha aportado una prueba a favor de su existencia. Tanto es
así, que los creyentes afirman con toda lógica que su creencia no se apoya
en la razón, sino en la fe (los designios del señor son inescrutables, ya se
sabe).
Punto 3: La fe de los que creen y la solera de una tradición milenaria (no
es posible que tantos se equivoquen durante tanto tiempo) pueden hacer dudar
a personas que, siendo en principio no creyentes dada su ausencia de fe,
adoptan una postura equidistante entre quien afirma y quien niega la
existencia de dios. Proclamando la incapacidad del hombre para adentrarse en
lo trascendente con su sola razón, suspenden el juicio sobre esta cuestión y
dan así por zanjado el asunto. En este caso se encuentran los agnósticos, si
alguno de los que hay en la lista no me desmiente. El problema -mejor dicho,
la trampa- surge cuando se hace descansar esta actitud, como se hace, en "la
imposibilidad del hombre para adentrarse en lo trascendente", sin percatarse
de que este "lo trascendente" es también un producto humano culturalmente
asentado, que sirve para explicar y justificar la idea de la divinidad
recurriendo a "misterios" que muchas veces son paradojas lógicas y otras
simples límites al conocimiento científico actual.
Punto 4: Por el contrario, si retomamos el problema desnudándolo de toda
tramoya, mito, tradición o liturgia, tenemos lo siguiente: a) Se afirma la
existencia de una entidad x cuyas características son variables en tiempo y
lugar; b) no se aporta ninguna prueba de esta afirmación, es más,
explícitamente se proclama que la razón no sirve para desentrañar la
revelación, sólo la fe; c) ante esto, ninguna persona razonable estaría
dispuesta a creer lo que se le ha presentado de forma tan irregular, y d)
concluye, por tanto, ante la ausencia de pruebas y lo extraordinario de la
aseveración, que la tal entidad no existe realmente y es sólo un producto de
la imaginación de quien la postula. Para llegar a esta conclusión no hace
falta una profesión de fe similar a la del individuo que afirma la
existencia de dios. Es más, aquí la fe no entra para nada, es una variable
que no se conjuga, se trató de principio a fin de un procedimiento pura y
exclusivamente racional. Afirmas algo, no puedes probarlo, por tanto no me
creo lo que afirmas y punto.

Debo confesar, por si no se ha notado ya suficientemente, que me considera
ateo, esto es, sin dios, no me hace falta para intentar ser razonablemente
feliz, y no creo que para llegar a esta postura haya hecho dejación de mi
racionalidad en forma de tacitas de fe antiexistencialista. No me siento
impelido a buscar pruebas de la inexistencia de dios porque ese no es mi
problema, como erróneamente concluyó un colistero. No tengo que hacer
absolutamente nada respecto a ese tema. Niego tajantemente que dios (o
cualquier otro producto de la imaginación) exista porque no se me demuestra
su existencia, solamente por eso. Y a otra cosa mariposa. Ni me traumatiza,
ni me como el coco con el asunto, que leyendo algunos de los mensajes
parecía que los ateos nos pasábamos el tiempo enrabietados por no encontrar
una prueba que acabara de una vez por todas con la idea de dios.

Desde el respeto a todas las personas y a muchas opiniones -no a todas-
también tengo claro que esta es una discusión típica en donde la gente queda
al salir exactamente con los mismos criterios que tenía al entrar, sin mover
un ápice su posición inicial. No es de extrañar -yo soy una de esas personas
que no cambió de parecer- que cuando la convicción está bien asentada sea
difícil, si no imposible, hacerla tambalear salvo con argumentos de tipo
científico, esto es, contrastables, lo cual no es el caso en este debate. Y
como de convicciones personales hablamos, me parece pueril establecer
distinciones tan arbitrarias como falaces entre agnósticos y ateos como las
que he leído en estos días; aparte de que ese tipo de aseveraciones pueden
distorsionar el debate y llevarlo por otros derroteros, tampoco es tan
gruesa la raya que separa a unos de otros como para haberse producido esa
identificación de grupo y el ataque al otro. Como nunca he considerado que
el "y tú más" sea una buena arma dialéctica, permítanme esta pequeña queja
aquí.

Por lo demás, disculpen por la extensión del mensaje, intentaré moderarme en
la próxima ocasión y dejar descansar más las teclas.

Un saludo


             José Alonso