[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]

[escepticos] El increíble caso del colistero con halitosis.



Vengo observando con creciente asombro el desarrollo de una curiosa
enfermedad o dolencia, no reconocida hasta ahora en los vademecums de
medicina, la halitosis virtual.

 Desde hace un tiempo, un colistero viene ejerciendo de extraño
moderador o anómalo moralista, reconveniendo a derecha e izquierda los
malos modos de unos y otros en base a emplear él mismo los malos modos.
Esos son los síntomas de la halitosis virtual, los malos modos, las
descalificaciones y las tergiversaciones de las palabras de otros
colisteros. No causa enfado, al igual que la halitosis real, sino una
seria sensación de incomodidad cuando se habla con el afectado. Este
caso no sería especialmente remarcable, dado que es muy posible que haya
muchos aquí que poseamos tal defecto, si no se combinara con una
extraordinaria capacidad para no darse cuenta de la fetidez que exhala
su aliento. Obsérvese el siguiente párrafo, ilustrativo de estos
extemos:

> En vez de hablar del ÚNICO, yo hablaría de los TRES ÚNICOS: Bello, por lo
> que respecta a la parte de Héctor (descalificando pero sin llegar ya al
> insulto personal, todo hay que decirlo); luego estaría el hombrecillo que se
> crece cada vez que me insulta a mí sin venir a cuento; y por último, el
> corralero de allende los mares que ha sentado cátedra con la asombrosa
> doctrina de que llamar "subnormal" a alguien no es un insulto (se supone, si
> lo hace él).

 Párrafo lleno de descalificaciones de fétido hedor ¡pero toda la
exhalación volcada hacia los demás colisteros, sin quedarsee para sí ni
una sola vaharada! No hay que pensar que cuando habla de esas tres
personas, que poseen tal vez también mal aliento pero que son sin duda
pobres víctimas de la halitosis de este enfermo, se refiere con
alguna al personaje mal pagador, bizco y rencoroso que él es sino a
otros.

 Hasta hoy pensaba yo que el sujeto de estudio se había embarcado en una
"sutil" estrategia de las que (para más asombro por mi parte, dicen que
hay por aquí), pero debo reconocer tras una alucinante serie de mensajes
suyos que va en serio, que realmente y a pesar de que así se lo han
intentado explicar otros colisteros no se da cuenta de que la fetidez
virtual ambiental tiene una parte alícuota muy importante de su propio
desarreglo estomacal virtual. No es la ley del embudo lo que aplica, no
porque no llega a tanto, es que está demencialmente convencido de que
los demás tomamos sus adjetivos "allende los mares" como una lección de
don Menéndez Pidal desde su cátedra y no como una enorme y vomitiva
fumigación de vapores digestivos que es.

 El peligro de replicarle es que parece ser que el horrible sabor a ajo
que caracteriza esta suerte de desarreglos parece encantarle, sabiéndole
mal el olor a cebolla de los que sin estar enfermos como él estilan
cierto tipo de gastronomía. Amenaza con lanzarnos más vapores al
intentar explicarnos otra vez por qué los demás tienen un aliento
horrible.

 Saludos.