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[escepticos] RE:[escepticos] Organismos transgénicos



Hola a todos.Despues de un periodo de ausencia por motivos familiares que coincidieron con el vendaval que paso por   esta lista , pues eso... ¡que gusto volver a leer vuestros mensajes otra vez!.

Hoy ha aparecido en el Diario Medico una entrevista relacionada con los transgenicos.Os mando la direccion y la copia de la entrevista.

Saludos renovados

Julio Valer

juliov en teleline.es

 

 

http://www.diariomedico.com/foros/220300.html

Miércoles, 22/3/00

Francisco García Olmedo, catedrático de Biología Molecular de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos
"El debate ideológico aplasta a los transgénicos"

Francisco García Olmedo, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular del Departamento de Biotecnología de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos, en Madrid, reclama un debate plagado de razones y no de frases hechas invocadas por el miedo o por los intereses creados. El autor del libro La tercera revolución verde advierte que la naturaleza no es sinónimo de inocuidad y que llevamos miles de años rehaciéndola para que sea más compatible con nosotros.

Los alimentos transgénicos están instalados en el incómodo reinado de los titulares. Escaparates para la libre interpretación. Estas frases relampagueantes, que entran por los sentidos sin el consentimiento de la razón, delinean el camino de un debate taladrado por el miedo. Una lluvia ácida de sobrenombres, como el de comida Frankenstein, estrecha más la delgada línea que hay entre la consigna y el argumento. Muchos pelean con las palabras por dar formar a la verdad de los alimentos genéticamente modificados.

P.-¿Los transgénicos son tan subversivos como parecen o es que hay muchos que se están empeñando en forjarles una falsa imagen de revolucionarios?
R.-Sí que son revolucionarios. Hablar genéricamente de los peligros de los transgénicos es tan descabellado como hablar de los peligros del acero. Se pueden diseñar alimentos transgénicos perversos, pero también se pueden obtener alimentos peligrosos con las tecnologías tradicionales. El Pittbull Terrier es producto de la manipulación genética del hombre sin intervención de la transgénesis y dificilmente se puede crear un animal más agresivo. El procedimiento de aprobación es el más severo que se ha aplicado a una innovación, ni en aviación se tomaron tantas precauciones. Si se sometiera a todos los alimentos a los criterios de control que han superado los transgénicos aprobados tendríamos que vaciar los supermercados. No pasarían la prueba ni la pimienta ni el azucar del café. Eso no quiere decir que los transgénicos no tengan riesgo. El riesgo nulo no existe.

P.-¿Por qué la biotecnología no termina de desprenderse de ese halo de tecnología monstruosa y antinatural que amenaza la estabilidad humana?
R.-- La gente acepta las aplicaciones de la biotecnología como el que lava. Sin embargo, su aplicación a la alimentación se ha mezclado con el rechazo a la globalización, que es un debate real, y con otros acontecimientos que nada tienen que ver con los transgénicos, como las vacas locas, la dioxina o la biopiratería. Esta mezcla resulta muy productiva para un tipo de campaña ideológica contra Estados Unidos, el capitalismo y la globalización. Los transgénicos han sido aplastados por esta maquinaria, pero no hay ningún fundamento para esa descalificación. A los alimentos genéticamente modificados hay que considerarlos caso por caso y hay que ver qué problemas plantean y contrastarlos con los problemas que acarrearía el no utilizar esta tecnología.

P.-Cree que se piensa demasiado en clave de Stephen King. ¿Somos demasiado apocalípticos?
R.- Sí. Stephen King no es popular por azar, sino porque pone en el mercado un producto del que hay mucha demanda. No hay ninguna demanda para lo que tiene que decir el científico. Me parece trágico que se le dé el mismo peso a alguien que lleva 35 años trabajando en un tema, que a otro que no se ha molestado ni en enterarse.

P.-En las grandes avenidas hay policías que se ocupan de dirigir el tráfico. ¿Cree que en ciencia debería haber científicos que supieran dirigir bien los miedos?
R.- El científico es un hombre que se dedica a hacer avanzar el conocimiento. Entre sus funciones nunca ha estado tradicionalmente la de ser comunicador, lo que ocurre es que, al final, se topa con la necesidad de explicarse, pero se encuentra con que no hay demanda por informarse y con un debate que no parte de los hechos, sino de la ficción. Pasamos a un debate ideológico en el que si alguien dice blanco, el otro tiene que decir negro. Esto no es constructivo.

P.-El silencio no siempre es virtud. ¿Qué opina de los científicos que no se atreven a pronunciarse sobre los transgénicos por tener pánico al error, a que la historia les haga desdecirse?
R.- No es cierto, el científico vive de ser contradicho. Si envío un trabajo a Nature lo mandan a evaluadores anónimos que son mis peores enemigos. Y a la vista de su dictamente me lo aceptan o me lo rechazan en Nature o en cualquier otra revista. El científico vive de acercarse a la verdad, de que sus hipótesis sean derrotadas para que tengan que renacer y puedan ser reformuladas.

P.-¿Se utilizará al Tercer Mundo como conejillo de indias para preservar la salud del Primer Mundo?

R.- No. Gracias a los avances en la producción agrícola, China ha pasado de producir 11.000 toneladas de trigo a 63.000, lo que supone la alimentación de 400 millones de personas. Ahora viene Greenpeace y acusa de perversa a la India por exportar trigo por 300.000 millones de pesetas cuando produce este cereal por valor de miles de millones de dolares. Estas sociedades no son modélicas en la distribución de alimentos y hay hambre, pero la que habría de no haber aumentado su producción sería varias veces más.
Además, en contra de la creencia popular, Estados Unidos es el país pionero en legislación de seguridad biológica. Hay que ser muy ingenuos para pensar que en una sociedad tan alerta, que tiene organismos con credibilidad social para el control, se va a consentir caer en el riesgo de consumir hasta la mitad de la cosecha transgénica que siembran. La caricatura de que los cultivan para los demás es una tontería. Se producen 40 millones de hectareas de alimentos genéticamente modificados y, no hay ninguna acusación concreta que se tenga en pie.

P.-Una cuestión de perspectiva. ¿Los alimentos genéticamente modificados liman las imperfecciones de la naturaleza o profanan sus principios más sagrados?
R.- La naturaleza no es perfecta ni imperfecta, lo que está claro es que prácticamente nada está en la naturaleza para que nosotros lo comamos. Hemos modificado los alimentos para hacerlos más compatibles con nosotros.

P.-El progreso es inexorable, pero ¿no puede ocurrir que la ética científica, por la presión de tener que quemar etapas de progreso rápidamente, se vuelva más laxa, con todo los riesgos que eso comporta?
R.- No estoy de acuerdo. Se habla de la ética como algo nebuloso y es algo muy sencillo. La ética que se aplica es la misma que se utiliza al conducir automóviles o al uso de armas. Lo transgénico, por mucho que se tergiverse, es menos peligroso que las armas. El único principio ético que opera es el de no causar daños a terceros. Lo demás ya serían principios religiosos basados en considerar que sólo Dios puede tocar la genética de los organismos, pero eso ya llega tarde porque llevamos 10.000 años cambiándolo todo.

P.-¿Le sentaría mal una mariscada debatiendo sobre transgénicos con los responsables de Greenpeace?

R.- Eso sí que me parece poco ético. Prefiero tomar la mariscada y debatir después. Con Greenpeace he discutido ya 27 veces; sería como una obra de teatro. La última vez le decía a Ricardo Aguilar -director de campañas de Greenpeace-: somos como Nuria Espert y Rafael Alberti cuando leían poemas juntos; ya sabemos lo que va a recitar cada uno.

J. C. San Deogracias