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[escepticos] El chocolate del Loro



    Bueno pues vaya ahí otra noticia curiosona.
    A mí lo que más me maravilla de todo el experimento es la enorme
paciencia que ha tenido la tal Irene para tirarse dos décadas hablando
con el loro.
    No se por qué pero a mí este experimento me recuerda
particularmente a los realizados con primates y en los que se demostró
que estos respondían más a las expectativas gestuales de sus
"entrenadores" que a una real capacidad de comprensión del significado
de las palabras o del signo (de la relación entre significados y
significantes).
    ¿Qué opináis los etólogos de la corrala? ¿Os parece plausible que
un loro sea capaz de saber realmente lo que le trasmite su entrenador
solamente mediante la audición de su voz y sin que este acompañe
gestualmente sus mensajes?
    Bueno pues eso que ya podéis tener cuidado con los loros y sobre
todo con las loras que luego van y lo cotorrean todo.

Saludos escépticos desde Bilbao.-((;.¬D))))
P.Lorata: Hace unos años (demasiados ya para mi gusto) hubo una
muchacha de servicio que fue despedida de la casa en la que trabajaba
por envenenar al loro con perejil.
    La mujer culpabilizada por su acción se fue a la parroquia y
decidió confesarse de su tremendo pecado. El cura confesor le impùso
como penitencia el ir a donde su señora (es que en los años sesenta
este tipo de expresiones eran bastante habituales) y confesarle su
fechoría.
    Total que la mujer lo hizo y automáticamente fue despedida con
viento fresco.
    Cuando la señora le preguntó el motivo de su loritocidio ella le
contestó "es que cuando me veía trabajar siempre me decía
¡Paquitaaarrrrrrr! ¡a trrrrabajar cochina, a trrrrrrabajar!"


Un loro demuestra por primera vez que es capaz de entender lo que dice

'Alex' forma parte de un experimento, que ya dura dos décadas, sobre
los mecanismos de la comunicación verbal

j. c. pérez cobo vitoria


Que un loro imite el sonido de las palabras no es noticia. Sin
embargo, Alex no se limita a esto, sino que, literalmente, habla. El
ave pertenece a Irene Pepperberg, de la Universidad de Arizona, y
desde hace más de veinte años está sometido a un intenso entrenamiento
dentro de un experimento sobre los mecanismos de la comunicación y del
lenguaje.

Muchos inconvenientes tuvo que sufrir Irene Pepperberg para que
alguien se tomara en serio su trabajo. No conseguía becas ni fondos de
investigación porque los correspondientes comités no se tomaban en
serio su propuesta. Poco a poco, los datos que obtenía con su loro
fueron dándole la razón y, ahora, Alex es una especie de estrella en
su universidad. La investigadora acaba de publicar un libro en el que
demuestra que el animal hace un uso intencionado de las palabras.
Parece que comprende su significado.

Alex es capaz de responder a mandatos, expresadas con palabras, que
suponen relaciones de segundo o tercer orden. Esto es, el entrenador
dice «Alex, trae la pieza roja de madera con forma triangular que está
encima de la mesa»; y el loro obedece.

Forma, material y color

Responder adecuadamente a una orden de este tipo supone mucho más que
una asociación simple. Irene Pepperberg explicaba en la revista 'New
Scientist' esta idea: «Si yo le pregunto a Alex por el color de un
objeto determinado y él me contesta rojo, se puede argumentar que el
loro ha establecido -gracias al entrenamiento- una relación simple».
Pero cuando se mezclan ideas distintas -como forma, color y material
del que está hecho el objeto-, «Alex tiene que pensar. Algunos
psicólogos dicen que esto no es más que una serie de asociaciones
simples, una detrás de otra, pero esto es muy parecido a lo que
hacemos los humanos cuando pensamos: una asociación compleja es la
suma de varias simples.

Alex tiene un vocabulario muy amplio que utiliza con corrección.
Cuando pide algo, es que lo quiere. Los investigadores que participan
en este experimento deben tener grandes dosis de paciencia porque el
loro es exigente: durante las horas de trabajo les impone su voluntad.
Y, cuando no quiere participar en los experimentos, resulta casi
imposible conseguir que colabore.

Alex, además, inventa palabras. Al mostrarle y probar una manzana
roja -objeto del que desconocía el nombre- el loro inventó el término
'banerry', mezcla de 'banana' (plátano) y 'cherry' (cereza). Algunos
especialistas sólo ven en esto un magnífico ejemplo de domesticación.
Pero si lo que hace Alex no es utilizar el lenguaje, entonces ¿qué es
hablar?

Datos de la prueba

F El sujeto: un loro gris de Guinea, adquirido en una tienda normal.

F Habilidades intelectuales: similares a las de los delfines o
chimpancés.

F Paralelismo humano: emocionalmente, comparable a un niño de dos
años.

F Tests de inteligencia: Alex está al nivel de un niño de cinco años.