[escepticos] Curiosa entrevista publicada hoy en La Vanguardia

["C. Mario del Río" <cdelrioc@...>]

    ¿Religioso? ¿Hereje? ¿Científico? ¿Magufo? Elegid vosotros mismos

    Saludos

    Mario

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    "And you stare at me / in your Jesus Christ pose.
     Arms held out / like you've been carrying a load"

    SOUNDGARDEN "Jesus Christ Pose" (1991)

    http://www.geocities.com/rocaandroll/

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LA CONTRA


ENRIQUE MIRET MAGDALENA: "Lo de Fátima es parapsicología"

YOGA Y ZEN

Miret Magdalena es un señor singular: teólogo y padre de siete hijos,
católico y de ideas socialistas, químico de profesión y místico de
vocación... En la guerra, ni con unos ni con otros: de la tercera España,
que diría Paul Preston. Inconformista ante la ortodoxia eclesiástica,
independiente ante las organizaciones políticas... Un ave rara: misa
dominical, yoga matutino y meditación zen. Me recibe en su casa después de
comer, bien trajeado, y me habla con suave amabilidad. Su aspecto y viveza
son impropios de su edad. Asoma su mujer -hacen yoga juntos-, con la que ha
tenido siete hijos y también está espléndida (¿será el yoga, será la fe?).
Pregunto a Miret sobre el aborto: apoya los supuestos de la ley, pero no el
aborto libre: "Es pasarse de la raya"


-¿Qué le ha parecido lo de Fátima?

-Soy escéptico con eso. Son fenómenos de parapsicología.

-Pues el Papa cree en ellos...

-Yo estoy con san Juan de la Cruz: leer el Evangelio es más seguro, decía,
pues las revelaciones son dudosas y no aportan nada al Evangelio.

-El teólogo George Weigel me dijo que Juan Pablo II será santo. ¿Sí?

-No creo: demasiada mezcla de errores con aciertos. Otro Papa sí lo
merecería.

-¿Qué Papa?

-Juan XXIII. Era muy humano, se sabía imperfecto, huyó del aura de
superpoderoso y se entregó del todo a los demás.

-Le cae mejor que el Papa actual, veo.

-Estuve en una audiencia y le estreché la mano. Me pareció demasiado
teatral.

-Era actor, sí, pero luchó con coraje contra el nazismo y contra el
comunismo.

-Sí, y es crítico con las injusticias del capitalismo: en lo social está
bien. Pero le preocupa obsesivamente toda disensión doctrinal.

-Lógico: para evitar cismas y separaciones.

-Pero eso es un error. Yo, en eso, estoy con los autores católicos antiguos.

-¿Y qué decían?

-Lea el decreto de Graciano, esencia del derecho canónico: "Los fieles no
deben ser demasiado obedientes, no vaya a ser que con eso perjudiquen a la
Iglesia haciéndole creer que nunca se equivoca".

-O sea, que la crítica es saludable.

-¡Siempre! En el siglo XVI, volvía a decirlo así el padre Vitoria: "El Papa
puede equivocarse, y el buen cristiano, ayudarle".

-Hace bien la Iglesia en pedir perdón, pues, por lo de Galileo, la
Inquisición...

-Sí, pero el verdadero arrepentimiento consiste en no cometer hoy los mismos
errores..., para no volver a pedir perdón otra vez dentro de 500 años. Y hay
demasiados teólogos perseguidos: Leonardo Boff, Haring...

-¿Debería también pedir perdón la Iglesia católica por su actuación en la
Guerra Civil?

-Los obispos españoles no estuvieron a la altura de las circunstancias: con
la guerra, se hicieron franquistas.

-¿Todos?

-Vidal i Barraquer mantuvo una postura equilibrada. Y el primado Gomà, al
que Serrano Súñer censuró dos cartas pastorales.

-¿Qué decía Gomà en ellas?

-Que los católicos podían tener diversas posiciones políticas. Ya ve.

-Muy subversivo, claro.

-¡Ningún obispo le apoyó! Fueron poco valientes, insisto.

-Es que la España roja les asesinaba...

-Lo sé. Hacerse franquista fue una reacción humana..., pero poco cristiana.

-Y Franco, ¿no mató curas, también?

-Sí: sacerdotes vascos, porque pensaban de distinta manera. El primado Pla i
Deniel, que era franquista, dijo a Franco que cortase eso o la Iglesia se le
opondría. Y se cortó.

-Total, que hubo mártires católicos en ambos bandos.

-Sí, y por eso me parece mal que el Vaticano canonice sólo a los de un
bando.

-¿Y a quién canonizaría usted del bando antifranquista, si pudiera?

-A Manuel Carrasco i Formiguera. Su conciencia le dictaba seguir la
legalidad republicana y era un católico superconvencido.

-Pero no era un religioso, era seglar...

-¡Habría que canonizar a más seglares!: el 99% de los católicos es seglar,
¿no?

-¿Y nunca pensó usted en ser sacerdote?

-Sí; estaba a punto de hacerme jesuita cuando estalló la guerra. Como yo era
de la Juventud Católica, unos amigos me refugiaron en la embajada de
Paraguay en Madrid.

-¿Allí pasó la guerra?

-Sí. Yo no quería matar a nadie. Allí dentro había otros católicos, pero
ellos pasaban todo el tiempo pensando en cómo matar a los rojos, al enemigo.
¡Y a mí me parecía absurdo matar a media España!

-Y tuvo una crisis de fe.

-No, no, seguí siendo católico, pero sí decidí no hacerme religioso. Decidí
que sería un seglar comprometido.

-¿Se podía ser católico antifranquista?

-Yo lo era, pero hasta los años 50 no encontré a nadie con quien confiarme.
¡Todos mis amigos católicos se habían hecho franquistas, nacional-católicos!
Fue la época de mi vida en que más solitario me he sentido.

-¿Va usted a misa?

-De joven iba cada día, pero luego decidí que ir tanto desmerecía la propia
práctica. Ahora voy los domingos y festivos..., me guste o no lo que el
sacerdote dice.

-¿No le gusta?

-Suelo no coincidir con las ideas del sacerdote o su forma de expresar su
fe. ¡Pero compartimos fe, y yo creo que un cristiano debe estar con su
comunidad!

-¿Reza usted?

-Medito. Practico la meditación del budismo zen desde hace treinta años.
Cada mañana hago una hora de yoga y meditación en la postura del loto.

-Qué católico tan atípico es usted...

-Pues esta era la forma de meditar de los cristianos de los primeros siglos,
la de los grandes místicos. Lo describían así: "Uno se hace nada". Es en ese
momento cuando aflora la gracia, que está en el fondo de tu ser.

-Muy místico..., ¡pero usted es químico!

-Sí, pero la hipótesis de Dios es la más plausible: hay una exigencia moral
y de absoluto que está en nosotros. ¿De dónde proviene, siendo seres tan
limitados? ¡De Dios!

-Ahora toca hacer la declaración de renta. ¿Dónde pone la "x": Iglesia o
Estado?

-Iglesia. Critico mucho a la Iglesia, sí, pero la ayudo, porque estoy en
ella. Y yo sigo..., mientras no me echen.