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[escepticos] Lo mas triste del mundo



El sabado pasado, en su casa, en Buenos Aires, el doctor René Favaloro se
suicido con un disparo al corazon.
Mi madre hoy me trae las noticias de los entretelones de su muerte en ese
pais de mierda donde me toco nacer, donde los diarios llenan sus paginas con
el figuron de turno, el magufo de turno, el futbolista de turno. De ese pais
de mierda, repito, donde las autoridades y sus organismos de salud abandonan
a aquellos que se dedican a las vidas humanas (independientemente de la
capacidad financiera de cada una de esas vidas).
A mi mente llegan todos y cada uno de los que conozco a los que el
"bypass"(la tecnica por la que Favaloro es reconocido) salvo la vida.
Incontables son en mi mente todos aquellos a quienes su fundacion ayudo sin
preguntar si podian pagar o no. Aún mas inumerables si cabe, son los
millones que en el futuro deberan esa segunda oportunidad a la existencia de
alguien llamado René Favaloro.
Pero el mercado manda. Una clinica que primero opera y luego pregunta si el
paciente tiene cobertura o no, es un fracaso empresarial que se desprecia y
se abandona a su suerte...
A mi memoria llegan las viejas fotos de otro doctor, Leloir, en su
"laboratorio", su silla destartalada de paja, su guardapolvos
remendado...que sorprendio a todo el mundo cuando le dieron el Nobel porque,
por supuesto, nadie lo conocia, y quien despues de los cinco minutos de fama
mediatica paso a ser otro olvidado mas en favor de gente mucho mas
merecedora de reconocimiento como lo son las modelos, los charlatanes, los
futbolistas...
Nada mas, yo por hoy no tengo palabras para expresar la bronca y el asco.

Les copio aqui algo que aparece en la edicion de La Nacion del miercoles.
En ese mismo periodico pueden encontrar la carta que Favaloro remitió al
director del periodico en Junio describiendo la situacion que lo llevo
finalmente al suicidio.
"me he transformado en un mendigo" dice...
http://www.lanacion.com.ar/00/07/30/C06i1.htm

Sera hasta que me reponga del horror, gente. Creo que necesito unos dias de
vacaciones de este tipo de realidades.

_____________________________________________

Para mas datos
http://www.lanacion.com.ar/00/08/02/home.asp?pag=g01.htm&a=prem



La muerte del cardiocirujano
Más fundaciones en serias dificultades

Por Ricardo Quesada
De la Redacción de La Nación
Muchos institutos de salud e investigación podrían desaparecer por las
deudas
Dicen que si a Favaloro no lo atendían, ellos están aún más perdidos

El quirófano del Instituto Cardiovascular del Hospital Español pronto podría
dejar de funcionar


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"Si a René Favaloro no lo atendía nadie y su fundación está quebrada... ¿qué
nos espera a nosotros, que no somos tan famosos?" La frase resume la opinión
de directivos de importantes y reconocidos centros de salud de la ciudad de
Buenos Aires, que también se encuentran al borde del colapso.
La situación económica de varias fundaciones y sanatorios es desesperante
porque las obras sociales les adeudan cifras millonarias por las
prestaciones. Mientras tanto, las instituciones de salud deben hacer frente
a todos sus gastos.

El director del Instituto Cardiovascular del Hospital Español, Luis Alvarez,
afirmó que nadie les presta dinero, porque la sola posibilidad de tener que
ejecutar a un sanatorio o una clínica por falta de pago les provoca escozor.

"¿Se imagina usted qué pésima imagen sería ésa para un banco? Por eso, no
nos prestan ni a nosotros ni a los colegios. Una vez fui al Banco Nación
para pedir un crédito de 400.000 pesos. Me preguntaron qué podía ofrecer
como garantía y les ofrecí facturas del PAMI. ?¿¡Del PAMI!? ¡Olvidate!, no
aceptamos facturas del PAMI?, me dijeron. ¿¡Cómo puede ser que ni el Estado
confíe en el propio Estado!?", dijo con preocupación Alvarez.

Una alta fuente de la Superintendencia de Servicios de Salud, afirmó que ese
instituto del Hospital Español es una de las entidades en peor situación
económica. "Está igual o peor que la Fundación Favaloro", dijo la fuente.

El director de este instituto afirmó que a la entidad que conduce, que se
creó hace 23 años e hizo más de 100 transplantes desde 1995, las obras
sociales le deben siete millones de pesos.


Deudas millonarias

"Hay que aclarar que no todas las entidades sindicales están en la misma
situación, pero muchas nos deben desde hace dos años -dijo-. El PAMI, por
ejemplo, nos debe, desde los últimos cinco años, entre bonos y prestaciones,
1.042.000 pesos. Que quede claro que no le estoy echando la culpa a la
gestión actual, porque esto viene desde hace rato". Alvarez agregó que el
IMOS les debe 1.761.000 pesos y que, según lo que conoce del sector, "en la
Argentina es problema es gravísimo: de cada diez entidades de salud hay
nueve que tienen serios problemas".

En el Instituto trabajan más de 300 personas las 24 horas del día durante
todo el año. "Me vienen a ver los médicos, les explico los problemas que
tenemos, y me dicen: 'Está bien, te entiendo, pero yo no puedo seguir
trabajando gratis'. Nosotros tenemos, por lo general, unos 60 internados
constantes que están entre la vida y la muerte. ¿Qué voy a hacer?, ¿les voy
a decir 'No te enfermes tanto?'", dijo Alvarez.

"Yo creo que Favaloro había logrado asociar el futuro de su fundación con el
del país. Por eso ningún gobierno se animaba a dejarla caer. Si se llegó a
este punto, es porque estamos en el caos total", afirmó Reinaldo Daniel
Chacón, director médico del Instituto Alexander Fleming.

Según la Superintendencia de Sistemas de Salud, el Fleming es uno de los
tres centros médicos sindicados como los que tienen la situación económica
más crítica, junto con el Sanatorio Anchorena y el Instituto Cardiovascular
del Hospital Español.

"Nuestra situación es distinta. Nosotros no tenemos atrasos en los pagos de
las obras sociales, salvo en casos de alta complejidad como los trasplantes
de médula ósea. Sin embargo soy plenamente consciente de que la situación
del sistema de salud argentino no da para más", continuó Chacón.

El director del Fleming aseguró que este sistema está absolutamente
quebrado. "Ojalá que esto sirva para encontrar una solución. Honestamente,
yo no sabría cuál es", dijo Chacón.


La Fundación Campomar

"Nosotros recibíamos un subsidio del Ministerio de Economía de 500.000
pesos. Eso nos permitía el mantenimiento de ciertas estructuras que no son
subvencionadas por la UBA y por el Conicet", dijo el presidente de la
Fundación Campomar, Ricardo Wolosuk.

La Fundación Campomar es una institución dedicada a la investigación y
docencia superior. Fue creada en 1947 y dirigida durante 40 años por el
doctor Luis Federico Leloir, Premio Nobel de Química en 1970.

Desde el año último el Ministerio de Economía dejó de otorgar este tipo de
subvenciones. Como reemplazo, la Secretaría de Tecnologías, Ciencia e
Innovación Productiva organiza un concurso anual en el que se se decide qué
instituciones dedicadas a la investigación científicas recibirán subsidios
destinados a cubrir una parte de su funcionamiento.

La Fundación Campomar fue una de las 12 instituciones que el año último
recibió esta ayuda. Sin embargo, Wolosuk no está seguro de recibirlo
nuevamente el año próximo.

"Sin el subsidio nuestro futuro es incierto. Vamos a tener que seguir
recortando gastos hasta reducir completamente nuestra actividad. Los
subsidios deberían mantener una continuidad", contó a La Nación el titular
de la Fundación.

El Sanatorio Anchorena es un claro ejemplo de este estado de cosas. Hace
cinco años que está en quiebra, a la que fue arrastrado por el cierre de
APS, una obra social para personal jerárquico. "Nos debían 18 millones de
pesos. Inmediatamente después de que ellos se presentaran en quiebra,
tuvimos que hacerlo nosotros", dijo un directivo que no quiso ser
mencionado.


Un sistema desquiciado

De acuerdo con esa fuente, el sistema de seguridad social en la Argentina
quebró hace mucho tiempo.

"Acá tenemos un sistema altamente prostituido. Primero eran los retornos.
Después las gerenciadoras, que estaban en manos de los titulares de las
obras sociales. Estas empresas quebraban sistemáticamente cada dos años y
nunca le pagaron a nadie", explicó.

El doctor Mainetti, que fue maestro del cardiocirujano René Favaloro en la
Universidad Nacional de la Plata, afirma que las condiciones económicas de
las fundaciones médicas nacionales no han mejorado.

"Aún no se ha tomado conciencia de que necesitamos el aporte del Estado y la
sociedad", expresó.

"Tal vez para Favaloro, la cosa era peor, él atendía a quien cayera y
después averiguaba qué tipo de cobertura tenía", agregó por último el
directivo del Anchorena.


Colaboraron Francisco Olivera, Verónica Jordana y Natalia Usiew

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