Otra bomba-lapa y dos defensores de nuestras
libertades democráticas (guardias civiles, una joven y un joven)
asesinados.
Ha ocurrido en pleno Pirineo Aragonés, en Sallent
de Gállego, a 30 km de donde resido que cuyo alcalde es un amigo personal de la
infancia y, aprovechando los asesinos que la población se quintupica en verano y
se produce un enorme movimiento de veraneantes transeuntes que disfrutan de sus
vacaciones.
¿Es que van a poder con los demócratas que somos
muchos más?
Aquí, mi repugnancia.
Arturo Bosque
|