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[escepticos] **Verguenzas Aragonesas y nacionales



 Hace poco hable yo aqui del llamado que hizo el PP (a traves de su sede en
Argentina) para ofrecer trabajo y residencia a varias familias argentinas.
El clarin publica esto acerca del resultado del asunto.
Y yo me pregunto, con la cantidad de inmigrantes en Almeria tratando de
regularizar su situacion. Que necesidad habia de importar inmigrantes de la
Argentina?
A mi me suena a racismo de la peor calaña, y de paso un abuso para los miles
que arriesgan su vida dia a dia para llegar a España y encontrar una puerta
en las narices.
No era que le sacarian el trabajo a otros? Por que no hacer la convocatoria
entre los miles de indocumentados que existen hoy en dia en España y se
hacinan en trabajos que los esclavizan?
Seria tan acogedor el recibimiento si estas familias fueran algunas de las
familias africanas, o pakistanies, hindúes, etc.?
Me imagino en que se transformarian las sonrisas complacientes de la maestra
si las caras de sus alumnos no fueran tan blanquitas en este pais donde el
racismo y la xenofobia no existen.
Despues de la ignominiosa ley de extranjeria, recien impuesta, aqui va otro
clavo para el ataud!

Marcela

Fuente; Diario Clarín, Buenos Aires, Argentina.
SOCIEDAD: ARGENTINOS EN AGUAVIVA
La nueva vida de 10 familias en un pueblito español

Se fueron por la crisis · Respondieron a una propuesta que tuvo 5.000 intere
sados · Dicen que recuperaron la ilusión · Y hacen proyectos.


Son treinta y cinco argentinos de entre 2 y 18 años, veinte padres y madres
y una abuela que cambiaron la vida y las esperanzas de este pueblo aragonés
de 667 habitantes que no se resignó a extinguirse por la despoblación.

Desde setiembre comenzaron a llegar a Aguaviva primero los cabezas de famili
a y después las mujeres con los chicos, en el marco del plan para repoblar p
uesto en marcha por el alcalde, el doctor Luis Bricio. En Aguaviva, cuya sup
erficie abarca apenas 42 kilómetros cuadrados, la mitad de la población es m
ayor de 55 años. El pueblo está a menos de 100 kilómetros de la costa medite
rránea.

La convocatoria la hizo el pueblo español situado en la región de Aragón. Re
spondieron al llamado unas 5.000 familias argentinas interesadas en 13 puest
os de trabajo que se ofrecían. La propuesta era para matrimonios con integra
ntes menores de 40 años, de ascendencia española y con un mínimo de dos hijo
s en edad escolar. Finalmente se radicaron diez familias.

"La experiencia resultó muy positiva. Claro que hay algunos problemas de ada
ptación, pero los que han venido están muy contentos", afirma Bricio, satisf
echo.

Las consecuencias de la llegada de tanta gente para Aguaviva se hacen ver y
oír en las calles y en la Plaza España, donde la gritería del piberío españo
l y argentino aumenta su estrépito. El grupo de inmigrantes está reforzado p
or dos familias uruguayas. "Hablan igual y les gusta mucho el fútbol", expli
ca una españolita que aún no sabe distinguir a los nuevos.

"Dábamos clase para 47 alumnos y ahora tenemos casi treinta más. Por eso hem
os tenido que contratar a otra profesora y planeamos construir otra aula. Ad
emás, teníamos que juntar niños de varios pueblos para formar un equipo de f
útbol y ahora, con los argentinos y los uruguayos, vamos primeros en el camp
eonato", informan orgullosas las maestras.

Por todos lados corretean las "niñas y niños" con los "pibes y pibas". "Al p
rincipio había expresiones que, mutuamente, no entendíamos. Había palabras n
uestras, españolas, que los asustaban como el verbo coger, que los españoles
utilizamos mucho en nuestro lenguaje", explica María Isabel Sánchez.

La palabra, y son sólo cinco letras, desata algunas risitas y no pocos codaz
os entre los nuevos. "Ya se acostumbrarán", sonríe la maestra.

El momento culminante del encuentro entre españoles y argentinos se produjo
cuando jugaron Boca y Real Madrid en Tokio, por la Copa Intercontinental. "L
os chicos vinieron con la camiseta de Boca y hasta algunos que eran de Rive
 ?parece que es el gran equipo rival? se probaron la insignia. Los españoles
, claro, estaban con el Real Madrid y hubo mucho alboroto en todo el pueblo.
Pero todo fue muy amistoso, sin peleas ni discusiones", recuerda Pilar, otra
de las maestras.

"No sabés lo bien que nos han recibido. La solidaridad de la gente es maravi
llosa. Con mi mujer estamos encantados porque nos han traído desde un cargam
ento de alimentos y ropas por la Cruz Roja hasta armarios y cualquier cosa q
ue necesitábamos los vecinos."

Jorge Alejandro López y María Cristina tienen veinte años de casados y ocho
hijos en escalera. Acaban de llegar y Jorge trabaja en una fábrica de aceite
. Gana entre 600 y 700 dólares, "lo suficiente para ir arreglándonos porque
las cosas son baratas", explica Cristina. "Estamos seguros de que ganaremos
más y yo pienso ayudar."

Pagan doscientos dólares de alquiler por una casa muy amplia y explican entu
siasmados que ya han visto los planos de otra con seis habitaciones, comedor
y baños, que comprarán con un sistema de préstamos oficiales. Está ubicada j
unto al polideportivo, que ahora no parece tan vacío porque sobran los chico
s que usan las instalaciones.

"Ahora queremos comprarnos un coche. Aquí son baratos, pero la Guardia Civil
no deja que viajen más de cinco personas en un auto y nosotros somos el dobl
e. Así que tendrá que ser una camioneta. Usada, claro."

¿Por qué se fueron? Esta es la pregunta que Clarín formuló en el primer viaj
e a Aguaviva ?hace poco más de tres meses? y ahora repitió a los recién lleg
ados. La demanda convocaba la tristeza y, en no pocos casos, las lágrimas. E
l cronista vio llorar a un padre delante de sus hijos.

Jorge y María Cristina piensan que van a extrañar mucho en las Fiestas, pero
no hay lágrimas en sus ojos aunque sí estupor y rabia por haberse tenido que
ir. "Yo dije que no nos fuimos sino que nos echaron. Soy electrotécnico y ce
rró la compañía norteamericana para la que trabajaba. No pude volver a encon
trar trabajo. Me ofrecían pagarme por tres hijos, y no por los ocho, y despu
és no conseguía nada porque tengo más de cuarenta años", cuenta Jorge.

"Mirá, ya no vivíamos, sufríamos. Si pagabas la luz no podías pagar el teléf
ono o los impuestos. Nos preguntamos muchas veces, siempre con pena: ¿por qu
é pasa esto en un país como el nuestro que parece tenerlo todo?", pregunta M
aría Cristina, una mujer de aspecto juvenil a la que es bastante difícil ima
ginar como madre de ocho hijos.

"Aquí hemos vuelto a tener esperanzas. El colegio de los chicos no se puede
creer. Tiene de todo. Hay diez alumnos por maestro, computadoras y las aulas
son cálidas, muy agradables. La atención médica no sólo es gratuita sino tam
bién de un nivel extraordinario en Aguaviva y en los centros de salud y hosp
itales de la zona", añade Jorge.

Romina López, 16 años, explica que en el pueblo "se puede andar en bicicleta
a cualquier hora o pasear y no te pasa nada". La madre aclara que donde viví
an, en Pilar, los asaltaron dos veces. "Además había chicos que nos robaban
las zapatillas o las camperas", dice su hermano Emanuel, de 14, convertido e
n la estrella del club de fútbol de Aguaviva.

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