Hola holita hola:
Aquí con mi nuevo traje de meapilas, intentando explicarme... Yo que he
sido un quema iglesias toda mi vida, en fin que no me veo...Si me viera mi
marido lo bajo que he caido...
El asunto no es para ponerse así hombre. Yo no pretendía divertir a nadie,
ni mucho menos aburrir. Lo siento. En todo caso pretendía divertirme yo y de
paso aprender. No me imaginaba que me iba a convertir en una trilladora lanzada
en la cruzada de convencer a los ateos de que su postura en el fondo es una
creencia. He oido muchos argumentos, incluso alguno ha sacado a relucir
groseramente el tamaño de sus epistemologías arrojando improperios con bastante
violencia, lo que me sirve para constatar que me he convertido tb en un toca
pelotas. Mi intención no era esa, pido perdón públicamente si alguien se sintió
ofendido.
Me ratifico en mi postura, a saber: "La cuestión de dios es indecidible.
Tanto afirmarla como negarla requieren un acto de fe". Desde mi posición la
carga de la prueba no está en mi tejado, sino en el de quien afirma saber.
Podría argumentar pero no quiero ser una trilladora pesada. Si alguien lo
requiriere, tampoco le haría feos ;-)
La cuestión de la dualidad me parece mucho más interesante, aunque parece
que con el escándalo ha quedado un poco diluida. Tampoco tengo claro si aquí
también ejerzo de trilladora. Agradeciere algún indicio razonable sobre si ésto
es así o no. En ese mundo mensurable que os es tan grato y tan familiar, para
vosotros, ¿qué lugar ocupan fenómenos como la conciencia, las imágenes, los
sentimientos, las sensaciones, los recuerdos, etc...?
En fin, que reitero mi petición de perdón público si alguien se sintió insultado. Admito que me pasé usando tono provocador, pero es que el corral estaba muy tranquilo. Lo que pasa es que no espabilo. A estas alturas debía saber que meterse con las creencias de la gente es un ejercicio arriesgado ;-)))) Saluditos del meapilas del Juanez P.D. para JM Bello: Si te apetece, me gustaría de verdad que me comentases en qué consiste ese truco conocido hasta la saciedad, y que yo desconozco, sobre las realidades diferentes del objeto representado y la representación. |