http://www.facua.org/facuainforma/2001/10julio2001.htm
FACUA presenta un informe en el que alerta de los timos y abusos más frecuentes a través de líneas 906
La Federación denuncia la falta de control sobre estas irregularidades y demanda al Ministerio de Ciencia y Tecnología una norma que obligue a Telefónica a posibilitar la restricción del acceso a estas líneas
Falsas ofertas de trabajo, videntes, páginas web gratuitas que suponen más de 10.000 pesetas la hora de conexión a Internet, regalos que acaban costando menos que la llamada que hay que realizar para confirmarlos... Son algunos de los ocho tipos de fraudes y abusos de los que la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andalucía (FACUA) alerta en su informe Los timos del 906, que aparecerá en el próximo número de su revista Consumerismo.
FACUA
ha dirigido un escrito a la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, en
el que le demanda
la aprobación de una norma que obligue a Telefónica, el único operador a través
del cual se pueden realizar estas llamadas, a posibilitar que los usuarios que
no deseen tener acceso a líneas 906 o similares puedan exigir a la compañía que
les restrinja este tipo de llamadas. Hace años, se reguló de esta forma las
líneas 903, pero las empresas que las utilizaban se pasaron a las 906 sin que
desde el Gobierno se haya tomado una medida similar a la
anterior.
La
Federación denuncia la falta de control sobre los fraudes y abusos que se
cometen a través de este tipo de líneas por parte de las Administraciones de
Consumo de las Comunidades Autónomas y de los ministerios de Sanidad y Consumo y
de Ciencia y Tecnología.
Estos
son los ocho fraudes y abusos denunciados por FACUA en su informe.
Ofertas de
trabajo: Se
anuncian generalmente en las páginas de ofertas de empleo de los diarios. Los
teleoperadores realizan un largo cuestionario, prolongando al máximo la duración
de la llamada. En ocasiones, solicitan incluso una fotografía o un currículo por
escrito para dar una apariencia de credibilidad al timo. Pero en realidad, nunca
se recibe respuesta ya que los trabajos no existen.
Regalos y
premios: El
usuario recibe una llamada, una carta o un e-mail donde se le informa que ganado
un sorteo o que una empresa ha decidido hacerle un regalo. Para más información,
una línea 906. La llamada a este número puede tener varios resultados: una
convocatoria a una presentación comercial donde se intentará que el usuario
compre un producto, cuya asistencia es indispensable para recibir el regalo; la
explicación de que el regalo consiste en varias noches en un hotel o
apartamento, pero con la condición de abonar la comida o unos supuestos
gastos de gestión; la confirmación de un fantástico regalo, del
que únicamente habrá que pagar unos gastos de envío sospechosamente
altos; e incluso un largo mensaje grabado que avisa de que todas las líneas
están ocupadas.
‘Videntes’: Los que piensen que las artes
adivinatorias son un don propiedad de privilegiados están muy equivocados. Hoy
en día, cualquiera puede tener estos poderes. Y es que los supuestos adivinos,
astrólogos, brujos o futurólogos bendecidos por los medios de comunicación se
han visto tan desbordados de llamadas que no han tenido otro remedio que
contratar a equipos de adivinos para atender las consultas telefónicas.
¿Qué cualidades hay que reunir para ser vidente? Capacidad para retener
una llamada, inventiva y un poco de psicología barata.
Páginas web ‘gratuitas’:
Numerosas
páginas web que se anuncian como gratuitas condicionan su visionado a que el
usuario instale en su ordenador un programa, ocultando o disimulando que la
función del mismo es desconectar el modem para volverlo a conectar a Internet,
pero a través de líneas 906.
Estas
páginas web, de contenido generalmente erótico o pornográfico, suelen anunciarse
engañosamente como gratuitas o utilizar el reclamo "sin tarjeta de
crédito". El archivo que invitan a instalar es un programa marcador de
teléfono de cuyas condiciones sólo se informa, en letra pequeña, una vez que el
usuario lo ha grabado en su equipo.
E-mails que ‘confirman’ pedidos: El usuario recibe un e-mail de una empresa que le anuncia que en breve le cargará en su tarjeta de crédito una cantidad en concepto de una supuesta compra que en realidad no ha realizado.
La empresa facilita únicamente un teléfono 906 para solucionar las posibles dudas que tenga el cliente. Generalmente, el usuario se intenta poner en contacto con la empresa para anular el falso pedido a través de este teléfono, y en él un contestador retiene su llamada durante un largo rato, advirtiendo por ejemplo que las líneas están saturadas.
Concursos: En muchos casos, los cada vez
más frecuentes concursos de la televisión no informan del precio de la llamada o
se hace en letra pequeña. La llamada también puede prolongarse debido a mensajes
excesivamente largos que el usuario tiene que escuchar antes de dejar su
mensaje. En muchos casos, no se informa del tiempo que estará vigente el
concurso, por lo que el usuario desconoce las probabilidades que tiene de ganar
un premio que, generalmente, es de una cuantía ridícula en comparación con el
coste de la llamada y el número de usuarios que participan.
Líneas
eróticas: En
ocasiones, lo que se presenta como una conversación erótica se reduce a una
simple grabación. Asimismo, quienes atienden estos teléfonos hacen lo posible,
como en el resto de líneas 906, por prolongar al máximo las llamadas.
Consultorios: Psicólogos, sexólogos... Cada
vez más profesionales ofrecen sus servicios a través de líneas 906. El problema
es que, si bien la atención a través del teléfono deja mucho que desear en
comparación de una cita en persona, el usuario no tiene generalmente forma de
comprobar si la persona que está tras la línea tiene realmente la cualificación
profesional que anuncia o ésta es la misma que la de los equipos de videntes que
atienden otras líneas 906.
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