La intención que llevó Leivobici a realizar ese estudio ha sido
frecuentemente mal interpretada. La conclusión de que la oración puede tener
efectos retroactivos no se sostiene y él no puede dejar de darse cuenta.
Otro artículo suyo, también publicado en el BMJ puede ayudar a aclararlo:
http://bmj.com/cgi/content/full/319/7225/1629
En él se explica cómo, si no tenemos en cuenta lo que llama "un modelo
profundo" del mundo para seleccionar qué hipótesis merecen ser contrastadas,
la sola evidencia experimental puede conducir a conclusiones absurdas.