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[escepticos] Sobre armas biológicas



Un colega me ha mandado el siguiente artículo que sale publicado en la dirección http://www.terra.es/ciencia/articulo/html/cie5746.htm
 
 
EL FUTURO DE LAS ARMAS BIOLÓGICAS: LA INGENIERÍA GENÉTICA ENTRA EN JUEGO
El futuro de las armas biológicas pasa por la ingeniería genética.

En 1973, en la Universidad de Stanford en California, los biólogos Stanley Cohen y Herbert Boyer consiguieron transferir por primera vez genes ajenos al material hereditario de determinadas bacterias.

Este gran salto sobre los mecanismos de seguridad que protegen la materia hereditaria en las especies vivientes vino a reanimar la moribunda investigación en torno a las armas biológicas. Los microorganismos patógenos que antes eran difíciles de obtener y cuyo manejo exigía enormes precauciones podían desde ese momento ser diseñados de nuevo, adaptándolos a las necesidades militares. Con las nuevas técnicas de recombinación genética se abría para los expertos militares del Pentágono un abanico de posibilidades inimaginable dos años antes.

Una pregunta se impone: ¿cómo serían estas armas? ¿cuáles sus efectos?. Científicos que han trabajado en proyectos militares de este tipo, como el catedrático de biología molecular Doctor Michael Breindl, de la Universidad de San Diego, afirman lo siguiente: «Existen planes, por ejemplo, para recombinar genéticamente una bacteria de la flora intestinal inofensiva, la Escherichia coli, obteniendo un arma terrible. Para empezar, a través de genes de resistencia se le podría hacer inmune a la acción de los antibióticos; luego podría elevarse su resistencia contra los ácidos intestinales a fin de asegurar su libre circulación por todo el aparato digestivo, además se le podrían implantar genes de toxinas procedentes de otros organismos, como una toxina neural u otras que detuviesen la acción coagulante de la sangre. Finalmente, se le podría insertar un gen del tipo «invasor», que permitiría a la bacteria penetrar desde la pared del intestino en los tejidos interiores y las células del organismo. La bacteria así recombinada podría escaparse de la acción de defensa del organismo y verter sus toxinas directamente en los tejidos celulares».

Por lo que se conoce actualmente, los técnicos estadounidenses que trabajan para el estamento militar han conseguido secuenciar y clonificar los genes de diversos venenos biológicos. Ya se conocen las estructuras genéticas del ántrax, el botulismo, el cólera, la difteria, el tétanos y la toxina del veneno de determinadas serpientes. El conocimiento de las secuencias genéticas significa que en cualquier momento los científicos pueden producir de forma rápida, sencilla y barata enormes cantidades de estos venenos. En el proyecto USAMRIID de Fuerte Detrick se han empezado a insertar genes del veneno de serpiente en el DNA de colibacterias de tipo E. Por supuesto que la posición oficial ante estos experimentos es que se realizan con fines estrictamente médicos, en aras de obtener nuevas vacunas.

En Fuerte Detrick también se está trabajando en la obtención sintética de sustancias venenosas, como por ejemplo el veneno de un hongo llamado tricoteceno, asimismo conocido como «lluvia amarilla», un veneno trescientas veces más activo que los gases químicos convencionales que atacan al sistema nervioso central. Se tiene además conocimiento de que el Pentágono se ha gastado 1,3 millones de dólares en secuenciar el gen que codifica a la enzima acetilcolinesterasa. Esta enzima es fundamental para regular la acción de los neurotransmisores de determinadas funciones cerebrales.