|
|
J. Manuel Durán Martínez
El mundo del Misterio padece un actual estancamiento que realmente comienza a preocuparme porque puede ser considerado peligroso. El ambiente que se respira en el mundillo apesta a basura. Eso lo sé yo, lo saben ellos y ahora lo sabrás tú. Admito que no son buenos tiempos para la Parapsicología. En absoluto. No son buenos tiempos para la Ufología. De ningún modo. ¿Por qué?. Vamos a buscar los motivos y si nos es posible corregiremos errores, pero ¿Acaso interesa solucionar los problemas que están perjudicando gravemente el Mundo del Misterio?. Me temo que nadie, absolutamente nadie, tiene el valor suficiente para plantar cara al mayor de los virus que ha contaminado (con su hipocresía) este fétido ambiente, antes, en un pasado, bello y hermoso.
LA PLAGA
Como seguramente habrás escuchado en alguna ocasión, los investigadores tienden a mencionar habitualmente la existencia de Falsos Videntes, Fraudes y Errores. Y es cierto. El Mundillo de lo Insólito está sobresaturado de una Feria de Embusteros y Tramposos. Podemos verlos en los anuncios publicitarios, podemos escucharlos en la Radio o en programas de Televisión: Echadores de Cartas de pacotilla, Curanderos que sin capacidad paranormal alguna se aprovechan de la enfermedad de los crédulos para sacarles un buen puñado de euros. Sí, los famosos investigadores hablan de la vil existencia de Sectas destructivas, presuntos Reencarnados que buscan popularidad, acorde con las ocultas intenciones de la mayoría de las Apariciones Marianas. Menuda estirpe de gentuza indeseable que se ha convertido en una maldita plaga que viola con descaro la virginidad del enigma. Sí, es interesante hablar del lado oscuro de lo paranormal, que de la voz de los investigadores salgan historias de fraudes y estafas, que colaboren con la Policía en casos de Satanismo, Brujería y Fraudes. Pero no seamos estúpidos, la mayoría de los investigadores hablan de este aspecto áspero de la Parapsicología porque así sus argumentos parecen solidificados por la decencia y la honestidad. Tras hablar de lo mal que se encuentra el mundillo se exponen otras investigaciones. Muchas veces el propio lector es engañado por la facilidad de "conducirle" a través de un texto o un discurso. La práctica es bien sencilla: Se habla de casos fraudulentos, se lamenta uno públicamente de los fraudes y las estafas y seguidamente se divulgan otros casos, ya habremos sembrado un lícito ambiente para encandilar a nuestros oyentes y hacerles ver que somos personas respetables y honestas. Y yo sonrío porque..., habitualmente no es así, sino todo lo contrario.
¿Crees que la plaga real de nuestro mundillo se reduce meramente al canto de los bufones de turno?. ¿Aceptas sin más que la penuria que se respira en cada faceta de lo paranormal es a causa de la existencia de los Videntillos y Curanderos, expertos en el arte del engaño?. ¡En absoluto!, pese a tratarse de un factor muy destacable no es el problema más relevante que deberíamos solventar. Esta Plaga de Farsantes dañan seriamente la salud del Misterio, pero desgraciadamente no son su principal enfermedad. De ella nadie quiere hablar. Pero hoy lo haré yo, sin pudor, sin miedo...
CABEZAS DE TURCO
Habrás notado también que un buen número de investigadores arremeten duramente contra los Canales de Televisión, acusándolos de ser los máximos responsables de la mala fama que sobre estos temas ha salpicado a la Sociedad, gracias a los programas de debates que emiten, donde la falta de respeto, la irresponsabilidad y el ridículo pastan ante los ojos del divertido espectador. Y es cierto. En el Terreno del Espectáculo poco podemos esperar dado que lo que se busca es simplemente obtener beneficios tras generar una nutrida audiencia. La imagen pública daña duramente y de forma irreversible la salud del Misterio, por esta razón cuando algún programa habla de lo paranormal, del mundillo OVNI, notamos como todos los que se interesan por estas cuestiones salen perjudicados. El espectador recibe simplemente lo que se le arroja, es decir, un violento tortazo de pésima información, una información saturada de falsedades e incongruencias. En estos espacios televisivos, algún que otro charlatán hace el rol del Bufón de turno y las chorradas van brotando mezclándose con la paranoia, el afán de protagonismo y el cinismo. El nulo rigor con que se realizan estos programas se burla con descaro de nuestro mundillo y de todos y cada uno de los que se interesan por estas temáticas.
Sabrás que muchos investigadores se quejan de todo esto y critican con dureza la situación descrita, eludiendo una responsabilidad que les pertenece y adoptando la actitud más cobarde jamás representada. Los Medios de Comunicación son una cabeza de turco para intentar justificar la pésima situación en la que Misterio se encuentra pero en absoluto es la máxime culpable de toda esta historia. Criticar este punto y quedarse de brazos cruzados es un cómodo error.
Otro de los fieros ataques que los investigadores utilizan (utilizamos) con (en mi opinión) la única intención de seguir eludiendo la admisión de culpabilidad, tiene como objetivo a los muchachos de la Alternativa Racional a las Pseudociencias (A.R.P.) (o Sociedad para El Avance del Pensamiento Crítico). Este grupo reúne a una serie de personas (habitualmente médicos, científicos, periodistas, historiadores...) que suelen gozar de un puesto de lujo en periódicos, universidades, televisiones, etc..., y que se dedican más que a dudar de cualquier fenomenología paranormal a negarla sin más.
La lucha contra estos escépticos (que no es necesaria ni obligatoria tal y como he podido demostrar personalmente a lo largo de estos años...) ha logrado que algunos recalcitrantes investigadores adquieran traumas y paranoias tremendas, llegando a molestar telefónicamente a la familia de escépticos a altísimas horas de la madrugada. En esta lucha sin cuartel (tanto de un lado como del otro) se han mordisqueado con acusaciones privadas y personales, por ejemplo, las desviaciones sexuales de una persona, su infidelidad conyugal, hábitos, vicios, facturas, etc, se hacen de dominio público con la única intención de ridiculizar y poner en evidencia a los involucrados, con los problemas que ello conlleva. Para los investigadores la gentuza (término que yo no comparto) de la ARP son una panda de quisquillosos que solamente dañan con sus mentiras la imagen pura del Misterio. Para los Arpios (como coloquialmente se les conoce en el mundillo) los investigadores son (somos) una pandilla de embaucadores mentirosos. A mi juicio ni los unos ni los otros tienen toda la razón..., pero parte sí.
Pero no, buscar más Cabezas de Turco (la Feria de Farsantes, los Canales de Televisión, la Alternativa...) no es más que una excusa para no ver (para no querer ver) las auténtica enfermedad que padece el agonizante mundo del Misterio, y estoy empezando a pensar que muchos realmente se han percatado de esta enfermedad y con sus actos (que hemos descrito) simplemente pretenden que el resto del público (tú, querido lector, atenta lectora) no se dé cuenta de lo que realmente está ocurriendo.
Pero eso ha llegado a su fin...
EL VIRUS
La gran mayoría de los investigadores lo saben, pero hasta los más honestos prefieren callar, guardan el más cobarde de los silencios. El mundo del Misterio está azotado por un malvado Virus, y todos saben qué forma tiene este Mal. Hace tiempo, mucho tiempo, que quien esto escribe se dio cuenta de que el principal Cáncer de la Parapsicología, el Tumor de la Ufología, no es ni más ni menos que el colectivo de investigadores al que quizá tú no pertenezcas pero del que sin duda yo soy miembro.
Podemos reconocerlo y admitirlo o continuar estancados, como marionetas inertes, con los ojos de cartón ocultos tras una venda y los oídos taponados. Ciegos y sordos podemos seguir avanzando en pos de lo Insólito, podemos seguir actuando como niños, ocultarnos infantilmente o..., despertar. Va siendo hora de ir cambiando las cosas, poco a poco, ha llegado la hora de colocar los puntos sobre cada í, momento de barrer la basura que arruga nuestro olfato, y cada investigador debe empezar barriendo su propia casa, quien crea que no la tiene sucia del Virus..., simplemente miente como un bellaco.
Nosotros los investigadores somos los principales responsables del estancamiento actual que sufre el mundillo. Todos y cada uno de los que nos dedicamos a estas cuestiones misteriosas somos una auténtica decepción. Así de claro, así de preciso. Veamos:
¿Existe (o interesa que haya) una red de Colaboración entre los investigadores?.
¿Realmente nos importa el Misterio o nosotros mismos?.
¿Hacemos algo para colocar lo Paranormal en el lugar que debería corresponderle?.
No existe esa Red ni interesa que se cree.
Generalmente nos importamos nosotros mismos, ¿Acaso conoces algún humano que no sea egoísta?. Evidentemente no luchamos con fe en este mundillo.
El ambiente que se respira en el seno de la investigación es grosero, ruin y miserable, triste, aburrido y ridículo, cada uno subsiste como buenamente puede y desgraciadamente la mayoría cree que se trata simplemente de eso, de sobrevivir. Se equivocan.
En realidad, es tan duro dedicarse a estas cuestiones que todos nos hemos vuelto muy cómodos. Existen varias revistas "grandes" en el mercado, ENIGMAS, MAS ALLA, AÑO/CERO, FENOMENO OVNI..., En todas ellas trabajan afamados periodistas, reporteros de lo insólito, investigadores, corresponsales (a cada uno le gusta denominarse de una forma distinta, como si de una fauna se tratara...). ¿Cuál es el problema?. La competitividad. Evidentemente cada una de ellas debe ser la mejor del mes y eso es tarea difícil, muy difícil. Es muy lógico que existan disputas entre ellas, investigadores que guardan celosamente una noticia para publicarla en su revista y que sea un gran bombazo (lo que conlleva algunos beneficios lucrativos y personales). Es normal, pero dada la excesiva disputa que se saborea en el ambiente interno del Misterio este mundillo "no va más". Existen envidias, rencillas, zancadillas,
mentiras, trampas, arrogancia, prepotencia, humillación y me importa un pimiento que me digas, amigo, amiga, que estos jaleos ocurren en todas las profesiones..., al diablo todo lo demás, esto ES lo que en realidad me importa, donde yo estoy metido hasta el cuello, lo quiera o no, entrego mi vida por unos temas que me apasionan y no voy a permitir que "colegas, amigos y conocidos" continúen mamando para consumir lo poco de decente que debe quedar en alguna parte.
Recuerdo una "profunda" frase de un conocido divulgador de lo paranormal que decía que "había que separar lo profesional de lo personal", que aunque alguien nos cayera mal o tuviéramos algún problemilla personal eso no evitaba que cuando surgían estos temas se olvidaran las rencillas o al revés, que las disputas profesionales, la competencia, la lucha por el prestigio nunca afectarán las relaciones personales, las amistades..., ¡Falso! ¡Mentira!. He visto como grandes amistades, noviazgos, etc..., se han evaporado bajo la discordia de la disputa paranormal y, además, todos los investigadores tenemos grandes contactos en diferentes ciudades, poblaciones e incluso naciones con los que nos carteamos y estamos en contacto, pero lo hacemos de forma interesada, muy interesada, buscamos lo que queremos para engrandecer nuestro trabajo y damos lo que nos apetece y, por si lo ignoras, nos importa un bledo la vida personal de "esos amigos", sus problemas, sus ambiciones, sus errores. ¿Quién puede negar esto?. Es muy fácil hacerlo pero no hemos nacido ayer, todos sabemos que esto es una realidad que puede ser camuflada muy sencillamente..., solamente hay que tener el valor necesario para decirlo y más aún para admitirlo.
LA CONDICION HUMANA
Aquel que sostenga que no hay envidias entre investigadores es tan ingenuo como el que defiende con garbo que en este mundillo no hay negocio. Vaya si lo hay. Algún día se arrojarán datos a la luz del conocimiento público y más de uno temblará de pavor ante los mordiscos que se pueden producir. Personalmente he conocido a afamados profesionales del Misterio y he trabajado en algunas revistas, sé perfectamente de lo que hablo, y tú también, pero nunca has querido hablar de esto...
Pero sí, existen envidias, celos y una falta de tacto y respeto que por cierto ya ha dejado de preocuparme. Lo he visto, lo he sentido y por ello lo digo.
En este mundillo hay investigadores muy veteranos que al no haber podido hacerse un hueco en el escalafón público (y no tener acceso a los medios de comunicación donde enseñar sus trabajos y su cara) sienten una maligna envidia por aquellos famosos jóvenes que publican cada mes en varias revistas y aparecen de vez en cuando en la Televisión. Y los atacan, pero ordinariamente no lo hacen de frente con la valentía requerida sino por la espalda, procurando captar "otros adeptos" que conspiren contra los famosos.
En el otro lado, los jóvencitos investigadores con nombre o sin nombre en las ya polvorientas vitrinas del Misterio, se burlan de los que llevan en esto toda la vida y, además, cuidan de su vera para que no se acerquen "otros" desconocidos buscadores de lo Insólito que pueden depositar su culo sobre el trono que creen les pertenece.
Como sabrás, hay muchos programas de radio dedicados a estos temas, donde buenos y mediocres profesionales manejan todo el cotarro..., hasta tal punto que he tenido conocimiento de luchas absurdas, batallas estúpidas y he olido la basura que se esparce también por estos lares. Tengo en mi poder tenebrosos datos donde se ha intentado (y a veces logrado) destrozar literalmente a la competencia, robando locutores de otras emisoras, arrebatando impunemente periodistas e incluso contratando a algunos gorilas para que amenacen y propinen una paliza a quien no pasa por el aro. No me vengas entonces con chorradas de que este mundillo es maravilloso cuando nosotros los investigadores lo hemos traicionado. Así nos va.
Sin embargo yo comprendo que esta situación no se sale de lo normal. Comprendo que recientemente se hayan movido hilos para ocupar el lugar de otros ingenuos a costa de generar traiciones y disputas. Comprendo incluso que un investigador que tenga un caso de gran relevancia lo quiera hacer público a pesar de que su informador le haya pedido, suplicado, que no permita que salga a la luz. Comprendo que para algunos no publicar cada mes es un pequeño fracaso porque ni tu nombre sale ni te llevas algunos euros para el bolsillo. Sé, y lo sé muy bien, que cuando no hay nada de qué escribir uno se lo inventa, sale publicado y logras mantenerte en la brecha. Sí, lo he visto hacer decenas de veces y hoy he aprendido que dependiendo de qué investigador firma un artículo en una gran revista..., tiene mayor o menor credibilidad, porque sabes cómo trabajan, sabes bien de qué pié cojea y reconoces las exageraciones, las mentiras o los añadidos en sus escritos. Pero todo esto tiene una sencilla explicación, no es que los investigadores seamos una pandilla de sinvergüenzas (aunque hay de todo, la verdad) pero estamos en una sociedad puramente materialista, competitiva, miserable, y provocar un cambio es cuando menos imposible, sobre todo porque en el tema que nos ocupa, el colectivo de investigadores no tiene ninguna intención de que ese cambio se produzca. Así nos va francamente bien.
Querido amigo, si me permites algunos consejos, te diré que nunca te fíes de los titulares de las revistas dado que se hacen para capturar la atención reflejando rara vez la estricta realidad. Mucho cuidado con los artículos que lees, en muchas ocasiones son piezas destrozadas de un magnífico puzzle que el autor ha mandado con toda la ilusión y que se queda con esa ilusión destrozada y cara de estúpido cuando lo ve publicado, con los recortes, cambios y añadidos que "alguien" de la revista ha colocado a su gusto y antojo, muchas veces modificando por completo la intención inicial del autor.
Mucha precaución con las noticias que aparecen en las revistas, al margen de que habitualmente no están confirmadas ( cuando lo son y se descubre que no hay Misterio alguno se omite esta información) se utiliza un vocabulario distinto que a pesar de que no se aleja de la realidad provoca equívocas impresiones en su lectura, confundiendo y conduciendo al lector a través del texto.
De todos modos reconozco que en la actualidad estos problemas han pasado a un segundo plano, los investigadores se han vuelto (nos hemos vuelto) tan cómodos que ya incluso sólo nos importa estar, permanecer. Y así nos va, porque parece que todos y cada uno de nosotros se ha vuelto tremendamente vago y cualquier cosa que requiera de un esfuerzo nuestro es rechazada. Apenas surgen iniciativas, apenas hay comunicación, no hay entusiasmo ni ganas y eso está hundiendo toda la pasión que en su día pusimos en estos temas. En nuestra mano está la de reaccionar e intentar luchar con sinceridad en pos del Misterio, pero esta idea aparte de ser una utopía es una completa estupidez. A nadie le interesa.
Olvidémonos de los programas de Televisión, que traten los temas como les de la gana; dejemos tranquilos a los Arpíos, que hagan su trabajo que en absoluto perjudica el Misterio, al contrario. Sigamos denunciando la actividad de los Falsos Videntes y Estafadores, pero no nos olvidemos (otra vez) de nosotros mismos. La competencia, las envidias..., todo ello es desagradable, indigno, el trabajo a favor de lo misterioso es completamente nulo. Nos hemos acostumbrado a alimentar a las revistas, los boletines, los periódicos, las emisoras, las Televisiones; no dejamos de contar hechos extraños que al parecer están ocurriendo. Muy bien, todo esto está muy pero que muy bien, es excelente hacer el rol de cronistas, contadores de historias, relatos y experiencias. Es agradable trabajar como periodistas y publicar lo que se dice ha tenido lugar, es una labor que se necesita, pero no nos estanquemos en ello. Es hora de sacar conclusiones, de ver de qué va realmente todo este embrollo del Misterio o seguiremos siendo los mismos perdedores de siempre, haciendo cada año el ridículo con mayor vergüenza. OVNIs, Poltergeist, Brujería, Fantasmas, Parapsicología..., todo un mundo fascinante, amplio y variado, pero carente de pruebas. Así nos va. No va más.
LA RED
¿Cuál es la razón por la cuál grandes expertos en determinados campos del Misterio no aúnan sus conocimientos para comprender y explicar mejor el fenómeno?. La respuesta es obvia, este mundillo motiva a la competición y en un alarde de orgullo estúpido e incomprensible, cada investigador se lanza al ruedo con la pretensión de llegar el primero y demostrar que es el mejor.
Sé que este artículo se va a convertir en una soga que apretará mi cuello con violencia y estoy convencido de que voy a recibir duras críticas (la mayoría de ellas serán comentarios cobardes que nadie tendrá la valentía de enviarme a la cara) pero cuento con ello.
La razón de este texto no tiene nada que ver con la ARP (lo digo por las sospechas que hay sobre mí, donde se dice que yo soy en realidad un Arpío camuflado...).
Algunos pensarán que estoy quemado pero no es así, simplemente harto, sí, harto de ver el egocentrismo de algunos personajes que necesitan ser el centro de atención de todas las miradas, harto de ver trampas y zancadillas, malas tretas, intrigas, que por miedo a perder algo se llevan a cabo ruin y miserablemente. Harto de ver a jóvenes investigadores (e incluso veteranos) que se retiran desencantados por la situación que vivimos, y todo esto me pone triste.
He cogido el toro por los cuernos y sé que estaré solo en esta cruzada, sé que nadie, ningún otro investigador tendrá la hombría de lanzar piedras sobre su propio tejado, porque de hacerlo no publicará en las revistas, no tendrá la condescendencia de los "grandes", quienes están acostumbrados que los "niños" les hagan reverencias.
Ojalá se pudiera estar dentro de este mundillo sin hipocresía, con sinceridad; sin avaricia, con humildad; sin recelos ni envidias, con honestidad; sin mentiras ni codicia, con sencillez. Pero no, admito que es imposible, tal idea es ardua, complicada, improbable porque es imposible cambiar la condición humana. Sé que perderé contactos y amistades por todo lo que has leído, sé que voy a crearme un buen número de enemigos y que muchas puertas se van a cerrar ante mis propias narices, pero después de leer nuevamente este artículo puedo decirte una cosa con el corazón en la mano:
"No cambio ni una sola coma de todo lo que acabo de escribir".1
J. Manuel Durán Martínez