Javier, desengáñate.
Sólo por este tipo de hechos aislados no conseguiremos librar a la humanidad del
peor lastre de su historia: la religión. Hacen falta medidas de mayor calado
porque si no, al final, dentro de un par de semanas habremos olvidado todos la
noticia. Hay que tomar medidas concretas, cada uno a su alcance. Os propongo
varias:
-Procurar que nuestros hijos no acudan a ceremonias religiosas, previa
explicación de las perniciosas consecuecias psicológicas que
conlleva.
-No
apuntarlos a clases de religión alguna.
-No
hacer la primera comunión, confirmación, etc.
-Procurar eliminar todo lo posible la presencia de la Iglesia en las escuelas a
las que van nuestro hijos. La escuela es para aprender ciencia y humanidades
pero no pueden convertirla en su lugar favorito de proselitismo.
-Educarlos en el espíritu crítico, escéptico y científico.
-Ser
militantes, en nuestro lugar de trabajo y en la sociedad contra los perjuicios
que conlleva la religión.
-No
callar nunca y decir lo que uno piensa cuando surjan conversaciones o
discusiones sociales sobre temas religiosos, sin miedo al "qué dirán" o a que
nos señalen.
Y así
podría continuar "ad infinitum", pero que cada uno piense qué más podría
hacer.
Es mi
opinión.
Carlos
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