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[escepticos] comunicado de arp-sapc sobre el programa "Planeta Encantado"



Durante la noche del pasado jueves, ARP-Sociedad para el Avance del
Pensamiento Crítico remitió al Ilmo. Sr. Director General del Ente
Público RTVE, con copia a diversas personalidades del Ente, partidos
políticos y medios de comunicación, el siguiente comunicado:

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COMUNICADO DE ARP-SOCIEDAD PARA EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
SOBRE LA EMISIÓN DEL PROGRAMA "PLANETA ENCANTADO"

El 13 de febrero de 1983, el programa de RTVE "La puerta del misterio"
emitió un reportaje titulado "Alternativa 3". El documental narraba,
con todo lujo de detalles, que ante el riesgo de una catástrofe global
las grandes potencias estaban construyendo una gran base en Marte para
que sirviera de refugio a las elites mundiales; un proyecto
ultrasecreto para el que se empleaba a miles de seres humanos que,
tras ser secuestrados, eran utilizados como esclavos en la cara oculta
de la Luna. Una revelación terrible, pero probablemente lo más
escalofriante del reportaje fue precisamente lo que no se reveló: y es
que, si bien el presentador del programa aseguró que se trataba de un
reportaje real, en realidad se trataba de una filmación producida por
Anglia TV para el 1 de abril de 1977, el día de los inocentes de los
países anglosajones.

Cuando se descubrió el engaño -pues engaño era- el programa fue
fulminantemente suprimido y su responsable cesado. De hecho, no ha
vuelto a producir ningún programa para RTVE.

Sin duda se trató de una reacción ejemplar. RTVE era y sigue siendo un
servicio público, una institución del Estado sujeta a unos principios
legales y éticos que le impiden servir de plataforma para este tipo de
fraudes. Y, sin embargo, más de veinte años después todo parece
indicar que hemos asistido a una nueva reedición del engaño de
"Alternativa 3", esta vez bajo el título "El Mirlo Rojo" y dentro del
programa "Planeta Encantado".

Con "Planeta Encantado", el escritor y novelista Juan José Benítez
ofrece cada semana una ración de sus pintorescas teorías sobre los
misterios, reales e imaginarios, que constituyen el universo peculiar
de este ufólogo. En cada episodio Benítez hace pasar sus
"investigaciones" por serios desafíos a los conocimientos científicos
ya establecidos, hasta tal punto que más de trescientas personas,
muchas de ellas arqueólogos, historiadores, astrónomos o físicos, han
suscrito un manifiesto en el que se pide la retirada del programa o,
cuanto menos, que se emita con la previa advertencia de que su
contenido responde sólo a la imaginación de su autor, cuyas
conclusiones no solamente no cuentan con aval científico alguno, sino
que con frecuencia han sido total y absolutamente refutadas. Hasta
ahora, RTVE ha dado la callada por respuesta a este manifiesto, quizá
porque Benítez ha jugado con maestría con la ambigüedad, cuidándose
muy bien de presentar sus afirmaciones como poco más que "su opinión".

Pero la situación cambió radicalmente con "El Mirlo Rojo", el episodio
emitido el pasado 11 de enero. El argumento de "El Mirlo Rojo" es una
historia ya muy conocida entre los creyentes en la ufología: que la
NASA, en sus viajes a la Luna, encontró ruinas que evidenciaban la
existencia de civilizaciones extraterrestres, y procedió a su
destrucción para ocultar al gran público tan sensacional hallazgo. La
eficacia con que la agencia espacial norteamericana, con la
colaboración de los servicios secretos, destruyó toda prueba del
descubrimiento fue tan grande que hasta la fecha la única evidencia
sobre estos hechos se encontraba en las declaraciones de ufólogos,
"contactados" y supuestos ex espías que llevan años gritando a los
cuatro vientos lo mucho que peligra su vida por hacernos partícipes de
tan escalofriante secreto.

Hasta la fecha. Porque lo que nos ofreció J. J. Benítez en "El Mirlo
Rojo" fue precisamente eso: una prueba irrefutable de la existencia de
las ruinas lunares. Con el rótulo de "imágenes inéditas", el programa
emitió una apasionante filmación de varios minutos de duración en la
que pueden apreciarse los paseos que los astronautas del Apollo XI
realizaron por dichas ruinas, describiéndolas con todo lujo de
detalles. Una revelación, en fin, de tal magnitud que podría haber
sacudido los cimientos de los conocimientos científicos generalmente
admitidos. Una revelación que J. J. Benítez promete ampliar en un
futuro "si sigue vivo", como indicó a una sin duda aterrorizada
audiencia.


Desde su creación, la asociación ARP-Sociedad para el Avance del
Pensamiento Crítico ha alertado repetidamente del peligro que supone
para nuestra sociedad el avance de la irracionalidad. La mayoría de
las personas carecen de la preparación, la información o el sentido
crítico necesarios para poner en duda las afirmaciones que escuchan en
este tipo de programas, y estas carencias, unidas a su buena fe, las
hace especialmente vulnerables frente a los engaños. Las majaderías
más inverosímiles dichas por ufólogos, astrólogos, sanadores o
"investigadores de lo paranormal" son aceptadas sin la menor
vacilación o, cuanto menos, puestas en pie de igualdad con la
información que proviene de la ciencia y la investigación rigurosa, y
la consecuencia inevitable es que muchas personas acaban siendo
víctimas de curanderos, adivinadores, videntes y demás vendedores de
milagros. Y si en muchos casos el perjuicio de estas pobres víctimas
de la credulidad es solo económico y moral, son también muchas las
ocasiones en las que al ponerse en manos de estos farsantes arriesgan
su estabilidad emocional, su salud e incluso su vida.

La televisión, como reflejo de nuestra sociedad, no es inmune a este
mal, y es frecuente encontrarnos con reportajes dedicados a terapias
"alternativas" de lo más extravagante, entrevistas a "misteriólogos"
que nos presentan toda clase de disparates, o incluso la presencia de
adivinadores, echadores de cartas, astrólogos y brujos, que amenizan
muchos programas con sus estrafalarias predicciones. En general, todo
esto no pasa de ser un mero divertimento, e incluso en los programas
que algunas cadenas de TV han dedicado o dedican a lo paranormal hay
pocas posibilidades de engaño: todo el mundo tiene derecho a creer en
lo que quiera, aunque sea en tonterías, y no hay por qué negar a nadie
la posibilidad de hablar públicamente de esas tonterías.

"Planeta Encantado", sin embargo, ha supuesto un paso más. Su emisión
en "La Primera" de RTVE, su formato de documental, sus cuidados
montaje, ambientación y estructura... todo parece dedicado a buscar el
equívoco, a aparentar una seriedad y un rigor que está muy lejos de
tener. Una ambigüedad que es además fomentada por la propia RTVE, que
presenta el programa diciendo que "Juan José Benítez presenta y dirige
esta nueva serie documental donde se interroga sobre aquellos enigmas
que encierran apasionantes misterios para la ciencia". Y
consecuentemente, hasta ahora domingo a domingo J. J. Benítez nos ha
obsequiado con todo tipo de afirmaciones sobre "enigmas" que, si bien
para la ciencia ya no lo son, tras el tamiz de "Planeta Encantado"
probablemente lo sean para muchos espectadores. Al fin y al cabo, un
enigma no solo es algo cuya explicación real no se conoce; también es
aquello cuya explicación real deja de conocerse, y quien haya visto el
programa con un poco de sentido crítico habrá observado que ese es
precisamente su objetivo: sustituir las explicaciones científicas,
rigurosas y racionales, por afirmaciones extravagantes, disparatadas y
a veces incluso ridículas.

Esta fue la línea de "El Mirlo Rojo": en lugar de mostrarnos la
realidad, J. J. Benítez prefirió contarnos una de esas historias sobre
conspiraciones judeomasónico-alienígenas que tanto gustan en la
ufología. Sería muy sencillo rebatir el cuento; tanto como las
"imágenes inéditas" que lo documentaban, y que no resisten el más
mínimo análisis: el lugar donde supuestamente se filmaron se
encontraba a más de 45 Km del verdadero lugar de alunizaje del Apollo
XI, los astroautas no llevaban cámara de vídeo (recordemos que
hablamos de 1969) o cine, y en todo caso la duración de la filmación
supera con creces la de los cartuchos de película cinematográfica; los
movimientos tanto de la cámara como de los astronautas resultan
patéticos, y hasta los trajes de estos aparecen deshinchados, a pesar
de que la nula presión atmosférica lunar los inflaba de tal manera que
resultaron ser un verdadero problema para la NASA. Y, en fin,
podríamos seguir, pero no es preciso: la chapuza es tan evidente que
incluso muchos seguidores de J. J. Benítez han lamentado en diversos
foros de Internet el "error" de haber emitido una filmación tan
claramente fraudulenta, y alguien, presentándose como responsable de
documentación de "Planeta Encantado", ha tenido que aclarar que se
trataba tan solo de una "representación" o "dramatización".
Advertencia que, de haberse realizado antes de la emisión del
programa, hubiese tenido alguna validez como disculpa, pero que en
estas circunstancias sólo puede entenderse como una forma de intentar
salvar la escasa credibilidad que puede quedarle a la serie.


En vista de lo sucedido, desde ARP-SAPC hacemos una nueva llamada a la
sensatez de RTVE. Las razones para no haber emitido "Planeta
Encantado" son muchas: su contenido y su formato, deliberadamente
ambiguo, no parecen encajar en la labor de un ente público cuyos
principios rectores, como indica la Ley del Estatuto de la Radio y
Televisión, son "la objetividad, veracidad e imparcialidad de las
informaciones". Episodio tras episodio, el programa ha dado muestras
de no respetar esta exigencia.

Pero lo sucedido el pasado domingo ha llegado aún más lejos. Si hasta
ahora podría haberse disculpado la emisión de un programa de este tipo
apelando a la libertad de expresión o a que tan solo expone las
opiniones de sus responsables, la inclusión en "El Mirlo Rojo" de una
filmación presentada como real pero que tan solo es una
"representación" o "dramatización" excede esos límites. La emisión de
una obra de ficción como si fuese real, con ánimo de avalar con
"pruebas" esas opiniones no está amparada por la libertad de
expresión: se trata ni más ni menos que de un engaño al espectador.

Por lo tanto, desde nuestra asociación solicitamos a RTVE que realice
las investigaciones necesarias para comprobar la veracidad o no de las
imágenes emitidas y, en caso de resultar una "dramatización"
presentada como una filmación real, proceda a la inmediata supresión
de la emisión de "Planeta Encantado". Igualmente solicitamos que se
informe de esta circunstancia a los espectadores que hayan podido
resultar engañados por el reportaje, emitiendo la oportuna nota
aclaratoria y de rectificación el mismo día y a la misma hora en que
estaba prevista la emisión del próximo episodio de la serie.

Hasta ahora, todo indica que nos encontramos ante un nuevo caso
"Alternativa 3", un nuevo engaño. Y creemos sinceramente que RTVE no
puede ni debe ser cómplice de ese engaño.
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Saludos

JM