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[escepticos] El azar de los notarios
Hola a todos,
Resulta curioso cómo se realizan algunos sorteos y lo incompetentes que
son algunos notarios. Y, peor aún, cómo se justifican cuando se denuncia
su incompetencia.
Saludos
Manuel de Frutos
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EL PAÍS, 16/05/2004
El azar de los notarios
El Colegio de Madrid justifica que se utilice el método de pensar
números para adjudicar los premios de un sorteo.
Malen Ruiz de Elvira. Madrid.
Si al poner la televisión un día para contemplar la retransmisión de un
sorteo del cupón de la ONCE o de la Lotería Nacional apareciera un señor
que fuera diciendo números a medida que se le ocurrieran y a esos
números se les adjudicaran los premios en juego, es casi seguro que
ambas organizaciones no sobrevivirían a tan curioso y antimatemático
método de sorteo. Sin embargo, así se realizan algunos sorteos, en cuyas
bases figuran las palabras mágicas "ante notario", según la contestación
enviada a una profesora de matemáticas que se quejó ante el Ilustre
Colegio Notarial de Madrid por el método empleado en un sorteo. Para
este sorteo, de ámbito nacional, convocado por Vajes Halcón, se habían
distribuido nueve millones menos una de papeletas entre los alumnos que
contrataron viajes de estudio en el curso 2002-2003.
Los premios consistieron en 21 viajes para dos personas a distintos
destinos, de mayor a menor coste. [Los dos primeros premios eran a Cuba,
y los últimos, a Mallorca]. Para efectuar el sorteo, el notario, en su
propio despacho y en presencia de una representante de la agencia de
viajes citada, acotó mentalmente los números por millones y fue diciendo
los que se le ocurrían, hasta llegar a 21 números, según informó él
mismo a su colegio y recoge el texto del acuerdo de éste, de fecha 21 de
octubre de 2003, en el que se archiva el expediente relacionado con la
queja por no haberse apreciado "indicio alguno de que el notario no haya
obrado con absoluta imparcialidad".
El resultado es muy curioso, como resalta la quejosa, María Jesús
Rodríguez Marín, profesora de matemáticas en La Laguna. El primer número
obtenido fue el 1 y, el último, el 8.999.999, es decir, el primero y
último posibles. Además, todos los números van en orden ascendente, por
lo que los números más altos perdieron de antemano toda posibilidad de
obtener los mejores viajes. El segundo número es igual al tercero pero
dado la vuelta, y algunos dígitos y repeticiones -de dos en dos o de
tres en tres- salieron mucho más que otros.
Rodríguez Marín no cree que en este sorteo haya existido ninguna
irregularidad voluntaria por parte de la empresa ni del notario, pero se
lleva las manos a la cabeza ante la incultura científica que subyace en
todo el proceso. En cualquier sorteo aleatorio, explica, todas las
papeletas deben estar presentes y tener igual probabilidad de salir
premiadas, y debe de haber un protocolo que garantice que el sorteo se
realiza mediante un mecanismo ajeno a la voluntad humana.
El académico de Ciencias y matemático Ildefonso Díaz cree que es grave
que pasen estas cosas, porque indica un desconocimiento básico por parte
de la sociedad española. "Un sorteo implica azar, y azar implica
igualdad de oportunidades", explica. "No se puede emplear un método que
favorezca unos números respecto a otros. Si las posibilidades no son las
mismas para cada número en juego, eso no es un sorteo". Díaz recuerda
además que, por ejemplo, el cero es un número del que una persona -que
no una máquina- tiende a huir como primer recurso, porque no lleva
aparejada una representación mental. También recuerda un caso mucho más
grave, el de un sorteo efectuado hace años por el Ministerio de Defensa
para enviar reclutas a Bosnia, que se hizo en condiciones de desigualdad
de oportunidades por falta de consulta del Gobierno a científicos
competentes. Ese tema llegó al Parlamento.
El azar, sin embargo, sí figuraba en las bases del sorteo de los viajes,
pero no se especificaba el método a utilizar, y también es curiosa la
razón dada por el notario para decantarse por el de pensar números, que,
además, le convierten en arte y parte del proceso: "Justifica el método
empleado en el hecho de la dificultad de emplear otros debido a la falta
de medios facilitados por la empresa requiriente", explica el Ilustre
Colegio Notarial. El notario, por su parte, cree haber cumplido todos
los requisitos de un sorteo al afirmar que, "a la vista de los medios de
que disponía, la elección aleatoria (sic) de los números por el propio
notario reviste todos los requisitos de imparcialidad precisos para
justificar la aleatoriedad (sic) del resultado".