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Re: [escepticos] pena de muerte



Buenas,

La cárcel es evidentemente un castigo, pero pienso que la pena de
reclusión orientada a la reinserción social es lo ideal, ya que confío
en la profesionalidad de especialistas que estudiarían cada caso
individualmente, puesto que cada caso es distinto. Queda en manos de
esos especialistas evitar en lo posible que un criminal vuelva a
cometer el delito: si no es reinsertable, que se pudra en la trena.
Seguro que hay mucha gente reinsertada que lleva una vida normal
respetando las normas de convivencia, y eso me parece positivo.

El problema es que hay delitos y delitos. Yo conozco el caso de un
niñato puesto hasta arriba de todo que entró a robar a una casa y mató
a la anciana que la habitaba a golpes con su bacín. El tío estaba
arrepentido, se enamoró de su abogada, estudió derecho en la cárcel y
está en la calle ejerciendo esa profesión y casado con ella, eso sí,
desterrado del pueblo. Ha pedido perdón públicamente (aunque eso no
baste a la familia, claro). Soy un buen amigo de un nieto de esa
anciana y me hacía muy poca gracia que esté en la calle. Apostaría que
no volverá a hacerlo, pero me hubiese gustado que se pudriese en la
cárcel. ¿Qué hacemos, reinsertamos a los chorizos y a los asesinos
no?. Hay que estudiar cada caso individualmente. Esa experiencia me
dice que todos podemos cometer un error y mercemos una oportunidad si
demostramos que realmente nos arrepentimos y realmente la queremos.

Saludos.


El 13/12/05, Francisco Mercader<fmercader2002@xxxxxxxx> escribió:
> [Mercader]
> ¡Por fin! Alguien dice algo razonable.
> Desde el principio de los tiempos se viene entendiendo la Justicia como
> una herramienta de venganza, por más que se le añadan argumentos de
> 'reparación', 'inserción' y otros  añadidos biensonantes, ingenuos y
> políticamente correctos.  La demostración es que, incluso hoy y aquí
> seguimos leyendo la palabra 'castigo' referida a los delitos. Creo que
> desde Hammurabi hasta ahora sólo han cambiado un poco las formas
> externas de la Justicia. Mi visión del tema es que la sociedad tiene
> todo el derecho del mundo a defenderse —por los medios más eficaces— del
> delito y de los delincuentes, sin que eso legitime a hacerles a  ellos
> lo mismo que a nosotros nos disgusta.
> Y al hablar del delito habría que extenderse: los que tenemos del ser
> humano una visión meramente zoológica no podemos ver en el robo, en la
> violación, en la esclavitud y en la estafa más que versiones
> humanizadas de lo que se puede ver en la vida natural sin que nos
> extrañemos demasiado. Inventar una ética  de cáracter meramente cultural
> para otorgar a aquellos comportamientos un cariz punible es un proceso
> meramente humano, producto de un acuerdo social y no deberíamos buscar
> trascendencia donde, a mi juicio, no la hay. Casi cuarenta años en un
> oficio parecido al de juzgador me han facilitado el no ver a un
> delincuente como merecedor de mi venganza pero sí a querer verlo lo más
> lejos posible de mí y de los míos.
> Así que no se asusten: yo no propongo para los delincuentes ningún trato
> de favor como el que actualmente dispensan las sociedades democráticas
> esperando ingenuamente que, después de un tiempo prudencial,  se habrán
> rehabilitado  y podrán circular otra vez libremente cerca de nuestros
> monederos o de nuestras hijas pequeñas.  Yo propondría, como utopía
> menos mala, apartar a los que delinquen del resto de la sociedad y que
> se entendiesen entre ellos. La pena de muerte tiene el tremendo
> inconveniente de la posibilidad de error como algunos ya han apuntado y
> eso ya bastaría para descartarla. Pero no quisiera a mi lado a quien
> haya delinquido, por ejemplo, más de una vez. Se puede argüir el enorme
> costo de mantener lejos de nosotros a los delincuentes  pero hacemos
> algo parecido con los inmigrantes que intentan pasar sobre nuestras
> alambradas, sin que parezca molestarnos. A los delincuentes se les
> dejaría al otro lado de la raya —fuera de un territorio en el que no
> saben estar sin quebrar sus normas— y que se buscaran la vida. Recuperar
> el destierro como medida de defensa social (vean que no he utilizado el
> término 'pena') sería mi propuesta. Sus Derechos Humanos se verían
> suspendidos en alguno de sus aspectos no irreversibles pero los Derechos
> Humanos de los demás se verían satisfechos y todos seríamos felices y
> comeríamos perdices.
> Saludos.
> ==================================
> Mis residuos mentales, en:
> http://www.telefonica.net/web/fmercaderr
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