[escepticos] Re[2]: [escepticos] Re[2]: [escepticos] Re[2]: [escepticos] Re: [escepticos] Re: [escepticos] �

[jmbello <jmbello@xxxxxx>]

Hello Tenebris,

Saturday, February 4, 2006, 1:51:21 PM, you wrote:

T> ¿Qué es lo que hace que a unos comportamientos totalitarios se
T> losdefina coloquialmente como fascistas y se adscriban a esta
T> ideologíasin mayor análisis?

Me parece muy acertado lo que apuntas.

Me da que lo que dices es un fenómeno propio de España. Nuestra
historia más o menos reciente nos influye hasta el punto de viciar el
vocabulario y el análisis. Dos apuntes:

1) Durante la guerra civil, como siempre ocurre cuando la diversidad
se divide en dos bloques, cada uno de los bandos en contienda estaba
formados por un conjunto de grupos que, fuera de esa situación
concreta, presentaban bastante heterogeneidad. Esa diversidad queda
ocultada por los nombres que cada grupo dio al contrario, nombres que
todavía perviven. Los rebeldes llamaron "rojos" a todos los que
permanecieron fieles al orden constitucional (incluyendo, por ejemplo,
a los republicanos de derechas bajo esa denominación); éstos, a su
vez, emplearon la voz "fascistas" para calificar a los rebeldes,
aunque entre éstos estuviesen los carlistas de Dios, Patria y Rey.
Y eso perdura. En tiempos del Innombrable eran "rojos" desde Carrillo
y Líster hasta Jordi Pujol. Y ahora siguen siendo "fascistas" los
herederos del régimen. Jodido, porque no facilita el análisis, pero
cierto.

2) Para colmo, mientras en casi toda Europa se gestaban gobiernos
democráticos tras el final de la 2ª Guerra Mundial, aquí gozamos de
unas décadas de nacionalcatolicismo. Eso creó, en la mentalidad
colectiva, un "pack" en el que iban juntas, de un modo que se nos
antoja indisoluble, todos los elementos rancios y casposos que pueda
uno imaginar. Un nacionalcatólico, es decir, un "fascista", era un
señor más bien gordito, calvo por la parte superior del coco, con
bigotillo, que se fumaba un puro en el fútbol y en los toros (ambos a
las cinco de la tarde), iba a misa y en el mejor de los casos era
miembro de Adoración Nocturna, mantenía a su señora y a un par de
queridas, era autoritario y muchas veces "fascista" (es decir,
afiliado a Falange, al Frente de Juventudes, a Excombatientes de la
Guerra Civil, o a cualquiera de las asociaciones herederas del
Movimiento Nacional), lucía una profunda homofobia así como un odio a
los sindicalistas que se apartaban de la vertical, a los melenudos, a
los hippies y sus sucesores, a los curas obreros, a los republicanos,
a los demócratas, a los catalanes-vascos-gallegos separatistas todos,
a las mujeres que quieren ser hombres y trabajar, votar, decidir,
panda de machorras tortilleras, en fin, a los "rojos".

Ese prototipo aunaba en una sola persona lo más reaccionario en todos
los aspectos: era reaccionario en lo religioso, era reaccionario en lo
político, era  reaccionario en lo social, era reaccionario en los usos
y costumbres. Era, en suma, un "fascista", un producto típico del
régimen nacionalcatólico.

En el resto del mundo la cosa era y es más variopinta, y así una
persona muy religiosa podía estar a la vanguardia de los movimientos
de liberación social, un rico capitalista podía ser progresista en lo
político, y un homosexual podía ser líder de un partido de extrema
derecha.

Yo creo que estos prototipos del "fascista" (afortunadamente la voz
"facha" se usa más, y ya no se vincula tanto al fascismo primigenio
como a ese subproducto nacional de la posguerra) y del "rojo" (en su
versión actual o subactual, un tipo melenudo y mal vestido que fuma
porros, insulta al PP y folla mucho, lo cual cabrea profundamente a
los "fachas) o su variante actual de "progre".

"Facha" y "progre" ya no tienen tantas connotaciones con el fascismo y
el comunismo como "fascista" y "rojo", pero siguen siendo estereotipos
totalizantes que ocultan la enorme variedad de combinaciones posibles.
Prototipos que dificultan el análisis y que convendría desterrar.

No seré yo quien tire la primera piedra por considerarme libre de
pecado.

Saludos

JM