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[escepticos] el Milagro de los tres soles



Hoy en astropix:

http://antwrp.gsfc.nasa.gov/apod/astropix.html
(enlace permanente: http://antwrp.gsfc.nasa.gov/apod/ap060613.html )


La Cueva del Beato y el Milagro de los tres soles


La Cueva del Beato posee un origen entre lo divino lo humano y lo anecdótico; 
la mañana del 3 de febrero de 1672, los habitantes del valle de Cifuentes 
pudieron observar un fenómeno extraño al que entonces se atribuyó un origen 
milagroso, y que quedó descrito como tal en las crónicas de la época. He aquí 
lo ocurrido:
“el 3 de febrero de 1671 aparecieron en el cielo tres grandes soles uno en 
medio y los otros a los lados, de cuyos rayos salían resplandores a modo de 
un arco iris y debajo se vieron en el aire dos medias lunas, durando esta 
maravilla prodigiosa desde el salir del sol hasta las diez del día, en cuyo 
tiempo personas curiosas dibujaron esta milagrosa visión" (Arch. Municipal).



	Aquella mañana del día de San Blas fue una de las más frías del invierno. En 
el cielo limpio del amanecer, y durante varias horas, los que miraron al 
sureste pudieron ver tres soles levantándose al unísono sobre el horizonte: 
el astro habitual y otros dos más, uno a cada lado. Para los agricultores y 
ganaderos que esa fría mañana salían hacia sus labores, el espectáculo debió 
resultar impresionante y difícil de olvidar. No es de extrañar que, dentro 
del contexto cultural y religioso de la época, el fenómeno fuera enseguida 
considerado como algo relacionado con la acción divina. De hecho, el llamado 
"milagro de los tres soles" llevó a la creación de la institución del 
Santuario de San Blas y Virgen del Oreto.

	Actualmente se sabe que este fenómeno es un proceso normal de óptica 
atmosférica que tiene lugar cuando la humedad de las capas bajas de la 
atmósfera se encuentra congelada en forma de multitud de cristalitos de 
hielo. Cuando la luz del sol incide sobre estos cristales, se refleja y se 
refracta, dando lugar a un efecto óptico de una belleza impresionante. Para 
ello, sólo hace falta que confluyan tres factores: (1) que las temperaturas 
se mantengan muy por debajo de 0ºC, (2) que haya suficientes cristales de 
hielo en la atmósfera, y por lo tanto suficiente humedad atmosférica (podría 
decirse que se trata de una nube congelada), y (3) que la luz del sol 
atraviese esta nube congelada una distancia suficiente hasta el observador 
(máxima cuando el sol está bajo, y mínima cuando el sol está alto). El halo 
de luz resultante adquiere diferentes geometrías según la forma de los 
cristales de hielo, que a su vez depende de otros factores como la 
temperatura, la humedad relativa, o las impurezas (polen, partículas de 
polvo, etc.).



	Los halos más frecuentes son los que se observan en lo cirros (nubes altas 
compuestas de cristales de hielo) y suelen ser circulares. En cuanto al 
fenómeno que se observó en Cifuentes, se denomina parhelio. Se caracteriza 
por un predominio, en las capas bajas de la atmósfera, de cristales de hielo 
con forma de prisma hexagonal aplanado. El resultado de la refracción de la 
luz del sol dentro de estos cristales es la proyección de dos soles 
aparentes, uno a cada lado del verdadero (concretamente a unos 22º). Los dos 
soles aparentes se caracterizan por tonalidades cromáticas irisadas debidas 
precisamente a esa refracción de la luz blanca del sol. El espectáculo dura 
sólo unas horas, mientras el sol está bajo y su luz atraviesa más cristales 
para llegar al observador. A partir de las 10 u 11 de la mañana, con el sol 
más alto, ya deja de verse.



	Este fenómeno atmosférico observado en Cifuentes es una más de las 
consecuencias de la "Pequeña Edad del Hielo", un periodo entre los siglos XVI 
y XVIII durante el cual bajaron las temperaturas medias en muchos lugares del 
mundo. Sin embargo, lo que entonces resultó sorprendente y milagroso a los 
Cifontinos, realmente es algo normal en latitudes altas (zonas próximas a los 
polos, como Escandinavia), donde la presencia de estos cristales de hielo en 
las capas bajas de la atmósfera es algo mucho más normal a lo largo del año.


Leonor Ana Hernández  (junio 2006)


Fuentes: http://www.acifuentes.com/