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EL AMOR EXCESIVO A LA CIENCIA



                        


EL AMOR EXCESIVO A LA CIENCIA

Seguramente a alguno le extranyara este *excesivo*.
?Es que puede algo bueno y deseable ser adjetivado de excesivo?
Ciertamente se puede y se debe  ; no en vano en el templo de
Delfos figuraba la inscripcion *de nada demasiado*.
La cuestion es dar una interpretacion, tal vez no
desde la ciencia misma, sino desde otro lugar.
Esbozo solo unas líneas.

Si la ciencia no puede interpretar  la conducta, y
maneras (y en esto me acuerdo de algunas buhhadas
leidas) exhibida por estos cientifilicos habra que
acudir a otros saberes-disciplinas-artes en
general. Todo sea por no usar la voz ciencia en
vano. A mi se me ocurre hacer algo desde el lugar
del psicoanalisis.

El amor desmedido a la ciencia es un sintoma; como
es un sintoma complejo lo podriamos llamar
sindrome. Como psicoanalista no voy a buscar la
causa de esta manifiestacion patologica en lo que los afectados o
actores digan de si mismos o de sus actos .Seria
un craso error: ellos no solo no saben sino que no
querran saber. Es un mecanismo de defensa
generalizado, no  hay que ser muy listo para darse
cuenta de la cantidad de cosas de las que no
queremos saber nada y que denegamos por mil
medios. La mas prototipica es la muerte.

?Que tapona el amor infinito a la ciencia estricta?

La ciencia *compensa*; y no lo digo porque permita
vivir en sentido economico de ella. La ciencia es
algo ideal, al menos es algo que no se hace por el
comun de los mortales ; es un atributo del *yo ideal*. Por ello se
puede vivir para la ciencia; en el polo opuesto
estarían actividades como cobrador de tikets en un
garage . Si comparamos estas dos actividades
ambas son muy empíricas pero a la segunda le falta
el lado ideal que tienen las actividades prestigiadas
en nuestra cultura. Por ello ese amor infinito a la
ciencia (como todo amor, excluyente) es rentable en
más de un sentido.

Cada uno nos forjamos a traves de un proceso de
identificaciones y contrastes un *yo ideal* que
alimenta nuestras fantasias. Ser heroe es uno de los
mas tipicos. Otras figuras las rechazamos y
repudiamos influyendo tambien en nuestra
personalidad.

Una vez superada la infancia psiquica los heroes
dejan de ser los que dominan las circunstancias
mediante la fuerza fisica; comprendemos que el
mundo es mas complejo y que no basta con tener un
torax musculoso para ser alguien.

 Ser cientifico en cierto modo es una manera, entre
otras posibles, de reaccionar al mundo en que
estamos  ; por una parte se supone que exige unas
cualidades especiales y por otra satisface las
necesidades de pertenencia a un grupo de
referencia elevado. Satisface pues necesidades narcisistas y
sociales; algo que pocas actividades pueden
conseguir como ya sabemos; ser socio del Betis
satisface las segundas pero no las primeras, escribir
poesías secretas lo opuesto..... No excluyo que
internet pueda tener en el presente-futuro esas
mismas dimensiones.

Pero lo interesante para el psicoanalista es que esos
*yoes ideales* no tienen que ver con la realidad del
sujeto mas que como factor patogeno. Esa
incoincidencia provoca sindromes que pueden elevar
al yo (inflarlo) o bien reducirlo (deflactarlo). En
ambos casos se producen derivaciones no ajustadas
a la empiria.

La ciencia es ideal en cuanto no parte ni integra al
sujeto de deseos y miserias, cosa que si hace la
religion por ejemplo.Ese agujero se tapona apelando
al ideal de objetividad que en su desarrollo practico
puede conducir  a la aplicacion de la hija de la
ciencia contra el hombre.

Volvamos a lo concreto.
Normalmente la realidad es mas baja; el individuo X
(por lo demás inteligente y voluntarioso)
tiene deficits anatomicos , funcionales y relacionales
y se vuelca en una actividad superior. Para
encontrar esa actividad superior un individuo del
siglo XVI tendria sin duda que poner todas sus
energias en ese modo de busqueda de
reconocimiento y prestigio que era la religion. Pero a partir de
la constitucion de la ciencia moderna surge la via
regia para realizarse como mentalmente superior y
compensar, u obturar todas esas pequeñas miserias,
que parafraseando el titulo de Nietzsche son
*humanas, demasiado humanas*.

Pero todo tiene su trampa y el individuo que
aprende el mecanismo de obtener prestigio utilizando
su mente (tenacidad...) para obtener de los otros
cosas se encuentra que le falta capacidad
para hacer el gran descubrimiento . ?Que hacer,
renunciar a hacer ciencia y deprimirse
regresivamente ? No, ambas opciones  no son muy agradables.

Como tarea sustitutoria de la verdadera del
cientifico se encuentra la de ser apologeta del
modelo de racionalidad. Eso implica tomar decisiones
sobre la *aceptabilidad* de otras  epistemes
mediante  comparacion con *el* modelo. De ese
modo fija una frontera imaginaria entre el
conocimiento valido y el no valido. Este rigorismo
acaba en una paradoja que ya
he apuntado otras veces. Lo más racional se convierte
en imaginario.

?No seria mas facil dejar al psicoanalisis 
como un saber valido; no empeñarse en cerrarle la puerta
de entrada a la casa *comun*del conocimiento que
merece la pena?.

Quien lea *La interpretacion de los sueños* y las modernas
 investigaciones  sobre el sueño basadas en los procesos
 quimico-electricos medidos mediante sofisticado instrumental
 se dara cuenta de que ambos abordajes no se quitan nada uno 
al otro, sino que son cualitativamente diferentes.

Seria, en mi modesta opinion, mas
democratico dejar a todos los saberes en pie de
igualdad y que el hombre tome de cada uno lo que
en realidad necesita sin tratar de reducir todos al
patron de uno solo.

Saludos desde Sevilla.
Manuel Nogales
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cazalla en arrakis.es