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LOS GUARDIANES DE LA PUERTA




LOS GUARDIANES DE LA PUERTA

Me he quedado asombrado de que algunos colisteros se sientan legitimados,
cual porteros de discotecas, para discriminar, seleccionando negativamente,
quienes entran en el templo del cual se han irrogado las funciones de
guardianes. Leo cosas  que interpreto delirantemente__no sé si el delirio
está en ellos o en mí__ como "si lleva usted calcetines blancos cómo va a
querer codearse con la crème de la crème!", o sease, si usted no me falsa
sus asertos del modo en que yo me figuro que quiso indicar Popper usted no
entra. ¡Vaya, que en vez de jueces del gusto *in* son jueces de la ciencia
*out*!

La audacia de estos Cancerberos no me deja de impresionar como estudioso de
las actitudes humanas en esta selva de los símbolos, como diría Cassirer.

Como le indiqué a un escéptico el otro día, Popper tenía un fondo de
conocimiento el cual no tienen por qué compartir necesariamente sus
epígonos, y yo por supuesto, que no soy más que mero lector suyo. No me
estrañaría que declarase "yo no soy popperiano", al igual que seguidores del
tipo de Pedro Torrealba hicieron, a su pesar, exclamar al Marx anciano "ya
no soy marxista".

Muy triste, precisamente porque a esa puerta(la de la ciencia que se toma en
serio las cosas, no la que detenta el único método verdadero) no irán los
ufólogos, ni los adivinadores del futuro. ?Por qué? Precisamente porque
ellos, no son tan tontos mis "pobre cabecitas huecas", ellos saben que ese
no es su público.

Las disciplinas al límite (marxismo, y psicoanálisis) se llevan las iras del
sacerdote que excomulga al más mínimo desviacionista. Ese tipo de sacerdote
que interpreta la escritura literalmente y no en su espíritu; ése que piensa
que la filosofía no es más que juegos de palabras ingeniosos propio de  los
afectados de "pedantitis" y una pérdida de tiempo para el amante de la
ciencia.  No me canso de repetir que usar de martillo el "método científico"
no es precisamente sabiduría. 

No he podido dejar de relacionar lo anterior con la escena de los Hermanos
Karamazov, en la que el Gran Inquisidor, ante la presencia del real
Jesucristo, en su nombre, lo condena. Para los que leen avidamente MUY
INTERESANTES, y se olvidan un poco de los Dukheim y de la historia, les
advierto que la ciencia tiene sus orígenes, y eso no deja de notarse, en la
religión en sentido amplio.

En fin, observo con atención a estos guardianes del templo del método
científico. A estas alturas-bajuras, mi interés es ya más fenomenológico que
teórico.


Saludos desde Sevilla
Manuel Nogales
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cazalla en arrakis.es