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Rama y el Halley
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De: Joaquin Franco <joaquin en interec.com>
A: Escepticos. <escepticos en correo.dis.ulpgc.es>
Asunto: Re: Saludos a Iker
Fecha: jueves 6 de marzo de 1997 4:31
RAMA no hablo nunca de colision con Halley, sino desde el principio
en el cambio de inclinacion del eje terrestre, el efecto de peonza
que hace la tierra y que cada unos 20000 años oscila ( si no me
equivoco en la cifra, no recuerdo la ultima vez, cre que aun
no habia nacido ).
Eso estaba cifrado para el entorno del 2000, lo que provocaria
la subida de los mares, que cubririan gran parte de Espana, dejando
al aire solo parte de la cordillera pirenaica y parte de la zona
norte.
Rama dijo que el paso del Halley comenzaría con el principio del fin. Para
los interesados, incluyo una cosa que escribí hace años sobre las andanzas
de estos iluminados.
Saludos,
Luis Alfonso
RAMA Y EL HALLEY
Si Adamski fue el contactado de los años 50 y Siragusa, el de los 60; en
los años 70, el protagonismo correspondió al IPRI. Las andanzas de este
grupo de fanáticos habrían pasado desapercibidas de no ser por el interés
que suscitaron entre los responsables del rotativo bilbaíno La Gaceta del
Norte. Hasta tierras sudamericanas, viajó en 1974 como enviado especial
Juan José Benítez, que se cayó del caballo de la incredulidad después de
ver dos naves de Ganímedes en pleno desierto peruano, «y un profundo miedo
y una profunda alegría y una profunda angustia llenaron todo mi ser».
El periodista recogió su odisea peruana en un descabellado e inverosímil
libro, Ovnis: SOS a la humanidad (1975). La obra presenta un sistema solar
colonizado por seres procedentes de lugares tan cercanos como Alfa Centauro
¾estrella situada a 4,4 años-luz¾ y tan lejanos como la nebulosa de
Andrómeda ¾una galaxia situada a más de 2,2 millones de años-luz¾, e
incluye un auténtico muestrario de los diferentes tipos de platillos
volantes y de los dos principales biotipos alienígenas. Así, el lector
puede aprender a diferenciar a los habitantes de Apu, de 2,5 metros de
altura, de los de Ganímedes, que son más bajos. Por desgracia para los
fabuladores peruanos, las sondas automáticas de exploración han demostrado
que no existen colonias extraterrestres en Io, Ganímedes, Calixto y Europa.
O mintieron los alienígenas o lo hicieron los miembros del IPRI.
Todas las razas extraterrestres tenían en común una organización política
propia de la mala ciencia ficción y una filosofía de saldo. El Gobierno
galáctico estaba en manos de un consejo formado por veinticuatro ancianos,
y la divinidad universal respondía al nombre de El Profundo, «aquello que
no comprendes y que está más allá en bondad y positivismo», según Sixto
Paz, líder del movimiento. Aunque sólo faltaba Darth Vader, el mensaje de
fondo era el mismo de Adamski y Siragusa. «Ellos nos han dicho que en breve
se precipitarán los acontecimientos ¾explicaba Sixto Paz a Benítez en
1975¾. Y la constante amenaza de una guerra atómica pasará pronto a
convertirse en un holocausto vertiginoso y sangriento. Todo ello, además,
coincidirá con el paso del cometa Halley, que influirá decisivamente en el
cambio de posición del eje de la Tierra. Y desaparecerán los actuales
polos. Y nuestro planeta verá oscilar su eje, quedando perpendicular al
plano de la órbita. Y eso traerá consigo nuevas convulsiones en el
planeta».
El Halley pasó por las inmediaciones de la Tierra en 1986 y, como era de
esperar, no ocurrió nada de lo predicho por el IPRI y sus amigos de otros
mundos. Sin embargo, aquel mismo año, Sixto Paz, que acababa de abandonar
su trabajo y quería vivir de los ovnis, hizo una gira triunfal por España,
en la que, entre otras cosas, dijo que los seres humanos «descendemos de
una mezcla de terrestres y extraterrestres» y que los alienígenas «son
vegetarianos y comunistas».
La tácita complicidad de la mayoría de los ufólogos ha servido para que la
operación de salvación promovida por el IPRI en previsión de la cacareada
catástrofe, la llamada Misión Rama, haya gozado de buena salud hasta 1991,
cuando Paz la reconvirtió en Misión Humanidad. Durante más de tres lustros,
cientos de personas han creído contactar mentalmente con extraterrestres y
han seguido las enseñanzas del avispado peruano. Muchos españoles han leído
el libro de Benítez y algunos han visto platillos volantes en el cielo
nocturno; pero, por fortuna, sólo unos pocos han estado cara a cara con los
alienígenas y acabado en la consulta del psiquiatra. Lo digo con
conocimiento de causa. Hace años, me presentaron a un miembro de la Misión
Rama que mantenía habituales encuentros con los extraterrestres. El último
lo tuvo poco antes de ingresar en un centro psiquiátrico. Tenía sólo 17
años.