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Enigmas sin resolver



El Dr. D. H., un filósofo escocés asiduo seguidor de esa lista de
correos, con el que me une eterna amistad personal y hondas
disidencias intelectuales, me ha comentado que en los últimos días mi
nombre y mi obra vienen siendo utilizados como objeto arrojadizo
entre aquellos a los que la lectura de mi *Teatro crítico universal*
les ha servido de utilidad según el justo fin con el que lo escribí y
aquellos otros que aspiran a una fútil gloria humana sin otro mérito
que el de su desvergüenza en la apropiación y deturpación de mi
"Discurso VIII", precisamente aquel en el que mayor cuidado tuve en
la sensata elección de mis palabras y mayor prudencia puse en la
claridad de mi elocuencia dado que de por medio del asunto andaba el
Santo Oficio sevillano, bien poco dado a sutilezas retóricas y, por
ende, al que este modesto monje nunca resultó cómodo; motivo por el
que opté por no concluir cosa fuerte en el caso del Hombre y Pez de
Liérnagues para no incomodar a los irascibles sucesores del Rvdo. P.
Domingo de la Cantolla O.S.D., secretario que fue del Santo Oficio
sevillano a quien correspondieron las diligencias habidas en el caso
del infortunado mozo santanderino Francisco de la Vega, cuya
profesión era la que modernamente se denomina "buceador" y cuyo
desvarío mental llevó a personas poco juiciosas y reflexivas a
identificar con una nueva rama del árbol taxonómico de mi eterno
amigo el Dr. Carl von Linneo, de naturaleza sueca pero universal de
espíritu quien se ha reído no poco con la grotesca historia divulgada
por una revista conocida entre ustedes con el burlesco nombre de
lavativa.

De vivir en mi época el escribidor que tanto empeño ha puesto en
deturpar mi "Discurso VIII", bien es verdad que de buena gana escrito
hubiera yo un nuevo discurso suplementario a los que incluí en mi
"Teatro Crítico" puesto que el solo ha dado lugar a muchos y bien
divertidos enigmas irresolutos cuales son el de la milagrosa curación
de la quijada de un visionario avistador de carruajes extraterrenas;
el descubrimiento de una nueva geometría en la que los triángulos
tienen un número variable de lados pero siempre diverso de tres; la
confusión entre un bólido que cruzó el cielo de mi querida tierra
gallega y uno de esos carruajes que avista el propietario de la
quijada portentosa; la violación de la severa clausura de la Orden
Segunda de nuestro padre seráfico San Francisco y su publicidad sin
que ello suponga ofensa al pudor y dignidad de las hermanas de Santa
Clara allí acogidas; el descubrimiento de que las actas baptismales
de los señores curas párrocos son para uso y abuso de espurios
intereses de escribidores pobres de gramática y de seso pero atentos
siempre a la que salta (y perdone el sabio foro epistolar que acuda
en este caso al gracioso dicho popular); y así aún siguiendo casos
citar podría que provocar habrían el hastío e indiferencia de tan
noble y pluritópica tertulia.

Transmítoles los saludos de mi eterno amigo el Dr. D.H. quien se
muestra muy satisfecho por el fracaso de los torys en sus altas
tierras de Escocia y ambos recordamos la violenta disolución del
parlamento escocés en el año del señor de 1707 por los antecesores
del señor Portillo.
Brindo con él con un vaso del noble aguardiente de su tierra y
ofrezco a la digna audiencia mis más humildes respetos.

Jerónimo Benito Feijoo O.S.B.
<jbfeijoo en osb.eterna.com>