¡¡¡¡¡¡HOLA!!!!!!!
Acabo de venir de Zaragoza, de asistir a la estupenda conferencia internacional
sobre evolucionismo y racionalismo (mil gracias a Eustoquio Molina).
(Saludos a Diana. No me la espantéis, jolines, que yo le noto buenas
vibraciones)
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[Jesús Cancillo] Oye, Ernesto: cuéntanos este asunto de la represión en la
facultad. Que los cotilleos universitarios siempre suelen ser muy sabrosos.
¿en que consiste?
[Ernesto] Atención, esto da dolor de cabeza. No lo leáis.
Bueno, fue una situación muy complicada. Cada vez pienso más que
fuimos los alumnos quienes tuvimos la culpa... por haber aguantado como tontos
hasta quinto y luego "explotar", provocando el desconcierto y el cierre en
banda de los jerifaltes y los profesores.
Lo que ocurre es que fuimos las cobayas del nuevo, y terriblemente denso, plan
de estudios de 1992 (5 años, unas 46 asignaturas, 360 créditos). Hablo de la
Complutense, facultad de biología.
Los profesores han demostrado una absoluta incapacidad para adaptarse,
considerando cada uno que la suya era la única asignatura, multiplicando las
pruebas de evaluación necesarias (memorias, exámenes, proyectos, cuadernos de
prácticas, exposiciones).
Aunque las asignaturas son ahora cuatrimestrales, se nos daba casi la misma
cantidad de materia que cuando eran anuales. Los profesores, simplemente,
ponían el turbo.
La preparación de los horarios ha sido desastrosa cada curso: las asignaturas
solapaban en muchas ocasiones, con lo cual se producía la situación absurda de
tener que elegir entre asistir a una práctica obligatoria o a otra (bajando la
nota o incluso suspendiendo aquella a la que faltabas).
La libre elección de asignaturas, horarios y profesores (una "mejora" del nuevo
plan) resultó un chiste negro.
El desastre de horarios y la inflación del trabajo nos ha obligado a par los
tres últimos años todo el día en la facultad, sin tener tiempo material para
ninguna otra actividad, casi ni siquiera para estudiar las propias materias.
Mientras tanto, hemos tenido que soportar que se nos restregara cada dos por
tres el bajo nivel que teníamos, la falta de interés (cansancio, más bien), y
las notas tan bajas que sacábamos respecto a los alumnos del plan antiguo.
Las asignaturas de libre configuración, necesarias para acabar la carrera,
fueron ofertadas tardíamente, con lo que tuvimos que hacer las de 1º en cursos
posteriores (mayor acumulación).
La obligación de hacer una cantidad fija de créditos para cada tipo de
asignaturas (troncales, obligatorias, optativas, libre configuración) ha sido
un misterio hasta bien entrado segundo curso. Los alumnos hemos tenido que
presentar recursos para que se nos cambiaran créditos de un lado a otro, casi
siempre con el resultado de que terminábamos haciendo todavía más créditos de
los que nos correspondían. Después de una temporada estos recursos empezaron a
denegarse, con la justificación de que "esto es un cachondeo".
Los alumnos que hacían una optativa de otra especialidad eran marginados por
los profesores, quienes ponían todo tipo de trabas y creaban incompatibilidades
nuevas. La culpa de todo parecíamos tenerla nosotros, empecinados en terminar
la carrera en 5 o, como mucho 6, años.
Hay mucho más, pero en fin...
Bueno, pues poco a poco, muy lentamente, nos fuimos dando cuenta de que estas
cosas no pasaban en otras facultades donde se iniciaban también los nuevos
planes, y que estabamos haciendo el gilipollas, con todas las letras, al no
protestar.
Con lo cual empezamos a pedir las mejoras por las buenas, pero cierto
prepotente se mofó en
nuestra cara.
Entonces nos dio por negarnos a hacer dos exámenes "supernumerarios" (eran
exámenes teóricos, y bastante absurdos, en asignaturas totalmente prácticas, en
las que, además, se nos quería examinar de otras dos formas diferentes. En una
de ellas (de tan sólo 4,5 créditos), se nos pidió realizar
-"extraescolarmente"- un proyecto faraónico para el cual teníamos que pasarnos
las mañanas consultando en organismos oficiales, pero esas mañanas teníamos que
cumplir 90 horas de laboratorio haciendo la "supertroncal", para la cual
teníamos, además, que presentar una memoria y un cuaderno de laboratorio,
realizar un examen, y esforzarnos en caer bien al tutor (nota de actitud y
aptitud, o sea, peloteo), todo esto mientras, por la tarde, teníamos el resto
de las clases, llegando a casa con ganas de morirse.
Bueno, pues, ante la mofa y el desprecio de cierto profesor... ¿por dónde iba?
Ah, sí, pues nos negamos a hacer dos exámenes teóricos. No nos presentamos a
ellos y amenazamos con otras protestas. El "señor" decano, más preocupado por
su
imagen que por otra cosa, y que había prometido ayudarnos, nos llamó demagogos
y procedió a jodernos vivos.
El resultado de esto, tras fallarnos bastantes alumnos que veían peligrar su
expediente, y bastantes profesores que en un principio parecían apoyarnos (los
muy hipócritas), ha sido un claro castigo: todo sigue igual o peor (ahora todas
las troncales tienen exámenes teóricos adicionales, o sea, que por nuestra
"culpa" los siguientes cursos lo tienen más chungo.
Tuvimos que hacer los exámenes, claro.
Aparte de otras muchas irregularidades, al cabecilla más visible de la rebelión
se le ha castigado con una nota de aprobado en un trabajo en equipo (sus
compañeros tienen sobresaliente).
Vale, ya me callo.
Gracias por el interés y también por la paciencia.
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Ernesto J. Carmena
Web: http://www.geocities.com/CapeCanaveral/Lab/6913