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[escepticos] clones, arte y otras cosillas




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[Miguel Ángel ]
> En cambio, me sorprendió un mail que negaba que el arte y la
filosofía
> fueran conocimiento (y creo que hubo una respuesta también
sorprendente,
> pero de otra manera, de un estudiante o licenciado en Bellas
Artes). 

[Mercader]
Bueno; pues yo soy ese estudiante o licenciado en Bellas Artes que
negaba que el Arte fuese conocimiento.  (Lo de la filosofía no fuí
yo; lo juro)
Quise decir que el Arte es una maravillosa excrecencia de nuestra
actividad mental que no sirve para nada excepto para disfrutar con
ella. 

Parece demostrarlo el hecho de que, cuando las gentes están ocupadas
en asuntos urgentes como sobrevivir, comer o cubrir su choza para que
no les moje la lluvia, parecen mostrar poca disposición para pensar
en el Arte.  Sólo  cuando se disfruta de excedentes de tiempo libre,
es cuando el sobrevivir, el comer o el tapar la choza pueden
realizarse de modo artístico. 

Otra razón para pensar que el Arte es un juego gratuíto es la
disparidad de baremos con que se mide en las distintas culturas. Un
japonés considerará elegante una construcción austera y simplificada
donde los tabiques de papel apenas señalan la separación entre
espacios. Pocos miles de kilómetros más acá,  en Tahilandia y paises
afines, nos agobia el barroquismo y la aglomeración en ese mismo
manejo del espacio.
 
Claro que se pueden emplear todos los cursos de una carrera para
"conocer" el Arte (sin acabar de conseguirlo). Pero no podemos
confundir  el conocimiento del Arte con el Arte mismo. 



Estoy seguro de que te molestará la siguiente observación pero no
puedo reprimírmela: 
Yo  he estudiado durante años el manejo de la caja de cambios de los
vehículos pesados (es mi profesión). He medido al milímetro cada
desplazamiento del pie cuando se pisa el embrague; he eliminado los
gestos innecesarios; he medido al milisegundo la pausa entre una
pedalada y la siguiente:  He aprendido a sincronizar la velocidad del
vehículo con la intensidad del acelerón para que entren suavemente
las marchas.  Casi diría   que he conseguido una OBRA DE ARTE cuando
realizo el "doble embrague" al reducir.  ¡Ah! Y cientos de rudos
camioneros piensan lo mismo de su propia manera de manejar su
trailer. Sólo es un ejemplo de cómo una actividad absolutamente
estúpida como conducir  puede sofisticarse hasta grados increíbles y
merecer el calificativo  artificial y subjetivo de "obra de arte". 

Cuando tengas tiempo y ganas, ve a la selva amazónica y hazle
escuchar a un yanomamo una obra de Bela Bartok. Si sobrevives a las
flechas que, sin duda, te tirará, horrorizado, el buen hombre, habrás
aprendido que Bela Bartok no es un valor absoluto. Depende de en qué
cultura lo analizas. Al yanomamo, "Música para Cuerda, Percusión y
Celesta"  le habrá parecido un concierto de ladridos.  A mí y a tí
nos parecerá algo sublime pero sólo porque hemos amaestrado nuestra
sensibilidad con los códigos de esta cultura y no de otra. 

De todas maneras, te concederé sin esfuerzo que el Arte es la más
agradable de las maneras de perder el tiempo. Yo me gano algunas
pesetas extra, tocando el piano los domingos. Pero me resisto a creer
que,  aprenderme de memoria todas aquellas absurdas letras de las no
menos absurdas canciones, tenga algo que ver con el conocimiento.