Implante permite activar computadora con el pensamiento
ATLANTA, Estados Unidos (Reuters) -- Un hombre hospitalizado con parálisis total se convirtió en la primera persona en controlar una computadora mediante el pensamiento, gracias a un implante cerebral de un diminuto cristal, informó un investigador de la Universidad de Emory.
Conocido sólo por sus iniciales, J.R., de 53 años, es la segunda persona a la que se le hace el implante, del tamaño de un punto de un bolígrafo, pero el primero que consigue establecer comunicación con una computadora a través de sus pensamientos.
La primera paciente falleció de esclerosis amiotrófica lateral (el mal de Lou Gehrig) antes de que pudiera recibir entrenamiento para controlar el cursor de la computadora, dijo el jueves en una entrevista Roy Bakay, quien desarrolló los implantes con el médico e ingeniero Phillip Kennedy.
"Lo que hicimos fue permitirle a un paciente, incapacitado para mover sus piernas y hablar, comunicarse a través de una computadora", dijo Bakay.
"Lo hicimos pensar en movimiento. Esto envía una señal a una unidad receptora en su corteza cerebral que manda un mensaje a la pantalla de la computadora", agregó.
Bakay señaló que "es como operar un interruptor. La persona piensa sobre la actividad, la actividad eléctrica en su cerebro aumenta y envía un mensaje para controlar el cursor".
Los implantes consisten en dos diminutos conos huecos de cristal cubiertos con sustancias químicas neurotrópicas extraídas de los nervios periféricos de los receptores. Las sustancias químicas estimulan a los nervios para que crezcan hacia los conos, penetrando el cristal, explicó Bakay.
Según el científico, "esto coloca las células dentro del cono, de modo que las conserva funcionando durante mucho tiempo. Es crucial entrenar a estas células en un medio estable. El tejido nervioso crece en el cono y crea contactos o sinapsis".
"Esas son las señales que captamos. Es como tener una pequeña pieza de cerebro aislada dentro del cono de cristal. Somos capaces de conseguir actividad eléctrica a partir de ella", agregó.
Bakay y Kennedy decidieron emplear conos de cristal porque el metal "horada las células y las mata".
El paciente está hospitalizado en el Centro Médico de Veteranos de Estados Unidos en Decatur, Georgia, cerca de Atlanta. Un infarto masivo lo paralizó y confinó a un respirador artificial.
Bakay y Kennedy experimentaron primero con monos en el Centro Regional de Primates de Yerkes, en Atlanta, y luego, con permiso de la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos, ensayaron los implantes en humanos.
Bakay refirió que la primera paciente "sólo pudo mover sus ojos hacia arriba, abajo y los lados ligeramente", pero falleció tres meses después del implante.
Sin embargo, "pudo demostrar todas nuestras premisas básicas. Nos ayudó a identificar las células que buscábamos para este proyecto".
En lo que toca a J.R., el pronóstico es aún incierto.
Bakay dijo que un tercer paciente podría ser elegido probablemente el próximo año, después que él y Kennedy comprendan perfectamente la magnitud de tareas que puede desarrollar J.R., ya que el proyecto tiene recursos muy limitados.
De acuerdo con Bakay, la investigación, iniciada hace 12 años, está aún en pañales pero posee un potencial inmenso.
Indicó que su meta final es mejorar la capacidad del paciente en el manejo de la computadora, de modo que pueda accionar letras y enviar correos electrónicos.
"Nos gustaría introducirlos a la Internet e iniciar comunicaciones con el resto del mundo y viceversa", comentó.
"Después de eso, quisiéramos que utilizaran la computadora para controlar su medio, apagar y encender luces, ajustar una cama, llamar a un asistente, encender y apagar la televisión, y finalmente, esperamos puedan manejar prótesis, sillas de ruedas e incluso prótesis de piernas", dijo Bakay.
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